Alternativas al recuerdo de la movida
Prosiguen los conciertos de recuerdo a la movida, pero Madrid sigue ofreciendo actuaciones de artistas m¨¢s actuales o en plena vigencia. Mientras del t¨²nel del tiempo salen Rubi, Glutamato Ye-y¨¦, Derribos Arias o Paul Collins, del siglo XXI aparecen Europe, Luis Pastor o Najwa Nimri. Elliot Murphy vuelve con nuevas canciones y con su inseparable Oliver Durand. Adem¨¢s, Luis Pastor estrena en la capital los poemas de Jos¨¦ Saramago.
- La re-movida. Del Madrid bullicioso y libertino de los ochenta, reaparecen estos d¨ªas otra serie de grupos para contribuir a los fastos en recuerdo de la movida, un periodo dif¨ªcil de definir pero que todo el mundo sabe de qu¨¦ se habla cuando se refiere a ¨¦l. Antonio Vega se re¨²ne de nuevo con su primo Nacho Garc¨ªa Vega en un concierto que tendr¨¢ toda la nostalgia por Nacha Pop, el grupo legendario que ambos fundaron. Aunque no parece que se vaya a dar ahora la refundaci¨®n, es destacable que Antonio y Nacho vuelvan a verse juntos en un escenario por tercera vez en menos de medio a?o, cuando no lo hac¨ªan desde el 88, en el que grabaron en directo su disco-concierto de despedida. A los dos les acompa?ar¨¢ Jos¨¦ Ignacio Lapido, guitarrista que en aquellos a?os fue del grupo granadino 091.
Los conciertos de homenaje a la movida se celebran en la sala El Sol, que ya funcionaba a tope en los primeros ochenta. La argentina Rubi, sin Los Casinos, pero con algunos de sus miembros, regresar¨¢ con su c¨¦lebre Yo ten¨ªa un novio (que tocaba en un conjunto beat). Le acompa?ar¨¢ 50porcierto, grupo formado ahora con restos de B¨®lidos, los autores e int¨¦rpretes de R¨¢fagas, acaso el m¨¢s c¨¦lebre tema instrumental de la movida.
Paul Collins, que desde los ochenta ha vivido a caballo entre Madrid -donde tambi¨¦n se ha dedicado a la cocteler¨ªa- y Nueva York y desde hace cuatro a?os parece que ha decidido quedarse en el foro, reinterpreta sus viejas canciones con The Beat. Habr¨¢ tambi¨¦n una velada oscura y de tango con Corcobado y Malevaje, y otra para recordar las famosas Hornadas Irritantes que tuvieron lugar en el Madrid que se acostumbraba a vivir sin la dictadura. Estar¨¢, por supuesto, Glutamato Ye-y¨¦, grupo inspirador de aquel concepto, adem¨¢s de Derribos Arias, Ciudad Jard¨ªn, Sindicato Malone y el d¨²o vigu¨¦s Transportes Hern¨¢ndez y Fern¨¢ndez, donde est¨¢n Juli¨¢n Hern¨¢ndez, de Siniestro Total, y R¨®mulo Angulo, de Diplom¨¢ticos.
- Electr¨®nica y canci¨®n. Ante tanta nostalgia viene bien que Najwa Nimri o Luis Pastor vuelvan a demostrar que el tiempo sigue su curso y que el siglo XXI puede ser mucho m¨¢s interesante si se sabe evolucionar con coherencia o arrancar con lo de hoy. De coherencia sabe mucho Luis Pastor. De ser un cantante protesta en los setenta, ha pasado a convertirse en uno de los cantautores de referencia en Espa?a, ejemplo y escuela de muchos artistas que han venido tras ¨¦l. Lejos de recrearse en su repertorio antiguo, Pastor no ha parado de seguir creando canciones estimulantes de alto rigor po¨¦tico e innovadoras aventuras musicales, y ahora anda a vueltas con Nesta esquina do tempo, un disco en el que ha convertido en canci¨®n algunos poemas y textos del portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago, premio Nobel de Literatura.
En otra est¨¦tica absolutamente diferente, Najwa Nimri estrena en Madrid Walkabout, su ¨²ltimo disco, que hace unos d¨ªas se ha reeditado con nuevas mezclas y otros a?adidos. M¨¢s segura de s¨ª misma, y las ideas m¨¢s claras, la actriz y cantante asienta su enigm¨¢tica pero envolvente voz, sobre una electr¨®nica que aparece ahora m¨¢s sutil entre propuestas m¨¢s org¨¢nicas.
Y canciones de mucho peso es lo que trae cada a?o en enero a Madrid Elliot Murphy, el cantautor norteamericano que hace a?os se estableci¨® en Par¨ªs. All¨ª encontr¨® en el guitarrista Oliver Durand la horma de su zapato. Ambos se acoplan a la perfecci¨®n y sus conciertos ac¨²sticos son un ejemplo de intimidad y vibraci¨®n.
- Met¨¢licos pero mel¨®dicos. Tambi¨¦n en los ochenta triunfaban los suecos Europe. Se dec¨ªa que hac¨ªan metal descafeinado y hasta su gran ¨¦xito, The final countdown (El final de la cuenta atr¨¢s) fue la m¨²sica de una campa?a electoral de los conservadores espa?oles encarnados en el Partido Popular. Hab¨ªan desaparecido, pero s¨®lo aparentemente, pues hace tres a?os regresaron con renovados br¨ªos y buenas canciones, y sin sus pelos cardados y mechas. Siguen siendo metaleros light, pero envejecen con dignidad; al menos, as¨ª se desprende de su reciente disco, Secret society, y del ¨¦xito de su gira europea y asi¨¢tica. Toca ahora comprobar en Espa?a si el regreso en directo merece tambi¨¦n la pena.
M¨¢s ¨¢cidos e histri¨®nicos se mantienen Deicide, el grupo de Florida abanderado del death metal m¨¢s siniestro. Sus poses diab¨®licas y anticristianas les han granjeado la enemistad de la sociedad bienpensante norteamericana.
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