La batalla perdida de Tony Blair
La exposici¨®n 'State Britain', en la Tate, escenifica la fractura de los artistas con el Gobierno
El museo Tate Britain es el ¨²ltimo escenario del creciente antagonismo de la comunidad art¨ªstica del Reino Unido contra la pol¨ªtica de Tony Blair. El largo pasillo central de la galer¨ªa se ha convertido en un claro y directo acto de protesta contra el recorte de libertades impuesto por el Gobierno laborista. En su pieza State Britain (El Estado de Gran Breta?a), Mark Wallinger recrea las pancartas, fotograf¨ªas y esl¨®ganes de una campa?a p¨²blica a favor de la paz que fue destruida por las fuerzas de seguridad.
Wallinger, londinense de 47 a?os, ha reconstruido en el interior de Tate Britain caricaturas pol¨ªticas de Blair y Bush, pancartas, mensajes de denuncia contra la guerra de Irak, banderas de paz, esl¨®ganes religiosos, mu?ecos, fotograf¨ªas y recortes de prensa. La instalaci¨®n es una reproducci¨®n exacta de un genuino acto de protesta frente al Parlamento de Westminster. Documenta la presencia del pacifista Brian Haw en ese espacio p¨²blico y simboliza la creciente presi¨®n del Gobierno de Tony Blair contra los que se oponen a la guerra de Irak y a su pol¨ªtica antiterrorista.
Brian Haw se instal¨® en el c¨¦sped de la plaza de Westminster en junio de 2001 en protesta contra las sanciones impuestas en Irak. Fue ampliando el campamento con fotograf¨ªas de ni?os mutilados, tenderetes de ropa sangrienta, ositos de peluche. En las pancartas ped¨ªa paz y acusaba a Blair de "mentir y matar". La hilera de im¨¢genes y mensajes contra la guerra de Irak lleg¨® a extenderse a lo largo de 40 metros frente a la fachada del Parlamento brit¨¢nico.
La noche del 23 de mayo de 2006, 78 agentes de polic¨ªa retomaron la plaza y destruyeron gran parte de los s¨ªmbolos de protesta. Cargaron contra Haw en aplicaci¨®n de una ley contra el crimen organizado aprobada en 2005 que criminaliza la organizaci¨®n y participaci¨®n en manifestaciones en las inmediaciones del Parlamento de Westminster sin previo consentimiento del jefe de Scotland Yard. "Es una ley autoritaria y siniestra. Una violaci¨®n del derecho a la libertad de expresi¨®n", record¨® ayer Wallinger.
El activista regres¨® a su enclave de protesta, pero con su esfera de actuaci¨®n gravemente restringida. Los 40 metros de pancartas quedaron reducidos a poco m¨¢s de una mesa y varios postes con banderas. En los ¨²ltimos meses, Haw ha instalado en el c¨¦sped tres peque?as tiendas de campa?a para protegerse ¨¦l y sus simpatizantes de las inclemencias del tiempo.
Wallinger ha recreado el viejo campo de batalla de Haw en las galer¨ªas Duveen, arteria central de Tate Britain. Es una hilera de 40 metros con toda la parafernalia que el pacifista cre¨® en sus cinco a?os de protesta contra Blair. "Es una reproducci¨®n muy fiel. S¨®lo ech¨¦ en falta un osito de peluche, diminuto, que dec¨ªa: 'Insoportable'. Pero estoy muy orgulloso del trabajo de Mark", explicaba ayer Haw. "S¨ª", coincide Mar¨ªa Gallastegui, hija de un ni?o de la Guerra Civil espa?ola que lleva ocho meses durmiendo en el campamento, "la campa?a repercutir¨¢ ahora en otro tipo de audiencia. No ha perdido su mensaje con el cambio de escenario porque es una instalaci¨®n en tiempo real sobre cuestiones muy actuales".
"Es un mensaje pol¨ªtico muy claro", confirm¨® en la Tate el autor de State Britain. "Me siento furioso con Blair. Ten¨ªa pocas ilusiones en su supuesto Gobierno socialista, pero la guerra de Irak fue el colmo". Su opini¨®n del primer ministro se documenta en piezas de su instalaci¨®n, entre ellas en una reproducci¨®n de Blair y sus ministros Jack Straw y Gordon Brown con las manos ensangrentadas frente a tres vasijas llenas de agua enrojecida. El cuadro cita una frase del ap¨®stol Mateo: "Tom¨® agua y se lav¨® las manos frente a la muchedumbre, diciendo, 'soy inocente".
Wallinger llama la atenci¨®n sobre una l¨ªnea negra que ha dibujado en el suelo de la galer¨ªa. Representa la frontera real del ¨¢rea prohibida a las manifestaciones, a un kil¨®metro exacto del Parlamento. Parte de la exposici¨®n, por tanto, es transgresora de la ley y el artista bien podr¨ªa terminar en la c¨¢rcel o con su obra confiscada, aunque su representante matiza que no pueden detenerle puesto que se trata de arte, no de una protesta.El artista ha recreado el campo de batalla de Haw en el pasillo central del museo"Me siento furioso con Blair. La guerra de Irak fue el colmo", declara Mark Wallinger
"La representaci¨®n de la pol¨ªtica y la pol¨ªtica de la representaci¨®n"
Mark Wallinger (Londres, 1959) particip¨® en las exposiciones del coleccionista Charles Saatchi, incluida Sensation, que elev¨® el perfil internacional de los llamados J¨®venes Artistas Brit¨¢nicos en la d¨¦cada de los noventa del siglo pasado. Siempre interesado en los asuntos de actualidad, ¨¦l mismo define su arte como "la representaci¨®n de la pol¨ªtica y la pol¨ªtica de la representaci¨®n".
En su taller londinense trabaja en diversos medios, desde la pintura a instalaciones y esculturas, cargando su obra de una dimensi¨®n pol¨ªtica y abordando cuestiones relacionadas con la fe y la espiritualidad. En 1999 instal¨® un Cristo crucificado y con una corona de alambrada en uno de los pilares de Trafalgar Square. Ecce Home, titulo de la escultura, y probablemente su pieza m¨¢s conocida, se exhibi¨® en la Bienal de Venecia en 2001.
State Britain, que se exhibe en la Tate Britain hasta el 27 de agosto, reivindica, en cierta forma, la responsabilidad del individuo y de la sociedad. "Llama la atenci¨®n sobre la libertad de expresi¨®n, sobre la erosi¨®n de las libertades civiles, adem¨¢s de reclamar la acci¨®n del visitante", explica Clarrie Wallis, comisaria de la instalaci¨®n. "Es una pieza muy pol¨ªtica, pero tambi¨¦n es fundamental pues permite observar algo que todos conocemos de una forma diferente, intensa y concentrada", se?ala Anthony Reynolds, director de la galer¨ªa hom¨®nima que representa a Wallinger.
"La instalaci¨®n de este trabajo en la Tate", advierte Razin Iqbal, corresponsal de arte de la BBC, "es un signo del gran descontento que sienten hoy los artistas por el Gobierno brit¨¢nico. Al llegar al poder, en 1997, Tony Blair abraz¨® las artes en su visi¨®n de Cool Britannia, pero ha perdido ya la confianza y apoyo de la mayor¨ªa de los artistas".
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