La segunda vida del 'swing' berlin¨¦s
Berlin Comedian Harmonists llevan al Real los a?os dorados del cabar¨¦ de entreguerras
Fueron a la m¨²sica de los a?os veinte lo que los Beatles a la de los sesenta. Mezclaban swing, jazz, m¨²sica popular y acordes cl¨¢sicos como nadie lo hab¨ªa hecho hasta entonces: a capella -s¨®lo acompa?ados por un piano-, con humor y letras de resonancia dad¨¢. Pero sus baladas ingenuas tuvieron un amargo final.
El grupo vivi¨® el esplendor creativo y art¨ªstico que surgi¨® en Alemania y su colapso posterior
"Su historia habla del gran momento creativo y art¨ªstico que se vivi¨® en Alemania y del colapso total que vino despu¨¦s", explica el tenor Holguer Olf, integrante del grupo Berlin Comedian Harmonists, que desde 1997 viene resucitando el legado del m¨ªtico sexteto Comedian Harmonists. Su funci¨®n (Veronica, der Lenz ist hier), hoy en el Teatro Real de Madrid, recupera las canciones hist¨®ricas del grupo y habla acerca de su historia.
Despreocupados, c¨®micos y geniales, los originales Comedian Harmonists pasan por ser "el primer grupo de chicos" de la historia musical alemana. Inmersos en el bullir cultural del Berl¨ªn de entreguerras, sus arreglos vocales imitaban el sonido de instrumentos cl¨¢sicos y no dejaban a nadie indiferente. "En aquel momento hab¨ªa bandas instrumentales de jazz, pero no grupos vocales. Ellos fueron los primeros y luego han sido muy copiados", explica Olf.
El inquieto estudiante de teatro Harry Frommermann (1906-1975) puso en 1927 un anuncio en la prensa al que respondi¨® Robert Biberti. Juntos pondr¨ªan en marcha el rompedor grupo acompa?ados por el b¨²lgaro Ari Leschnikoff, el polaco Josef Roman Cycowski, el estudiante de Medicina Erich Abraham Collin y el pianista Erwin Bootz. Tres meses despu¨¦s ya ten¨ªan repertorio suficiente para lanzarse a escena con sus fraques y no tardar¨ªan mucho en abandonar los caf¨¦s y cabarets para entrar en los grandes teatros de Viena, Italia y Nueva York. Compartieron escenario con Marlene Dietrich, grabaron discos y aparecieron en una docena de pel¨ªculas del momento. "Hemos invertido mucho tiempo en la reconstrucci¨®n real de los personajes. Actuar a partir de una persona que realmente existi¨® exige un conocimiento profundo de su biograf¨ªa. Luego t¨² has de poner el resto", dice Olf. Quiz¨¢ por ello los miembros del nuevo grupo vienen tanto de la escena musical como de la teatral.
Desde el Perpetuum mobile de Joseph Strauss hasta canciones populares como Dorfmusik, el joven grupo "adornaba todo lo que tocaba", seg¨²n escribi¨® un cr¨ªtico de aquel momento. Vers¨¢tiles, pol¨ªglotas y divertidos, las composiciones propias y ajenas cobraban nueva vida en sus interpretaciones. Las cinco voces sonaban como una peque?a orquesta. Su sorprendente y original receta tuvo un memorable ¨¦xito y un abrupto final. En 1932, antes incluso de su llegada al poder, los nazis calificaron su m¨²sica como "ruido jud¨ªo-marxista". Un a?o despu¨¦s de las elecciones de 1933, los tres jud¨ªos integrantes del grupo optaron por el exilio. Frommermann, Cycowski y Collin marcharon a Estados Unidos. El primero fue el ¨²nico que regres¨® a Alemania en 1960. Roman Cycowski acab¨® sus d¨ªas en Palm Springs como cantante para una congregaci¨®n jud¨ªa. Muri¨® en 1998, un a?o despu¨¦s de que el nuevo grupo resucitara en un musical las canciones que interpret¨®. "Le mandamos un disco, pero ya estaba muy enfermo y no pudimos llegar a vernos", lamenta Olf.
Los Comedian Harmonists nunca m¨¢s volvieron a tocar juntos despu¨¦s del concierto de M¨²nich en marzo de 1934, pero sus canciones sobre fines de semana soleados o un peque?o cactus que cae desde un alf¨¦izar no dejaron de sonar. Cuenta Holguer Olf que ¨¦l las escuchaba absorto de ni?o mucho antes de que le llegara la oportunidad de cantar y contar la historia de ¨¦ste su admirado grupo.
Desde que en 1997 resucitaran en los escenarios alemanes a los Comedian Harmonists, el nuevo grupo ha elaborado cuatro repertorios con los que han cosechado grandes ¨¦xitos en los escenarios de la Cit¨¦ de la Musique de Par¨ªs, del Concertgebouw de Amsterdam o de los Amici della Musica de Florencia. La obra que traen a Madrid intercala las canciones originales con extractos del diario de Frommermann.
Por encima de todo, Olf valora la buena acogida que su iniciativa ha tenido por parte del p¨²blico que vio al hist¨®rico grupo. Entonces, Comedian Harmonists eran la vanguardia, pero hoy Olf no duda en calificarles como cl¨¢sicos. "Quiz¨¢ la vanguardia hoy implique tecnolog¨ªa y electr¨®nica. Evidentemente, su m¨²sica no ten¨ªa nada de esto. La idea que ellos propon¨ªan era la de escuchar m¨²sica que se hac¨ªa en vivo, en directo, a la vista del p¨²blico. Esto mismo es lo que ahora se considera moderno".
De alguna manera, el tenor no puede dejar de observar un cierto paralelismo entre la Alemania de los a?os veinte y la actual. Los problemas financieros han vuelto a primera plana. "La situaci¨®n ahora es un poco como entonces. Hay paro y una gran deuda en la ciudad de Berl¨ªn. Tan grande que no se podr¨¢ pagar. Pero la gente no puede pasarse el d¨ªa llorando. Tambi¨¦n quiere pasarlo bien", asegura.
Berlin Comedian Harmonists pretende recuperar el esp¨ªritu festivo y despreocupado; la libertad y creatividad que marcaron la d¨¦cada de los veinte. Pero Olf confiesa que el tiempo ha redefinido todo aquello. "Sus canciones m¨¢s sentimentales o melanc¨®licas suenan hoy m¨¢s tristes que nunca".
Berlin Comedian Harmonists, en una imagen de promoci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.