Saviola rescata al Bar?a

El Alav¨¦s ratific¨® la sospecha: el Bar?a sufre una profunda crisis de juego y est¨¢ a a?os luz de sus mejores d¨ªas. El equipo de Vitoria, de Segunda y en plena crisis institucional y deportiva, desnud¨® a los azulgrana, que superaron la eliminatoria gracias a un hat-trick de Saviola, el inesperado redentor que ha firmado todo el bagaje ofensivo del Bar?a en seis d¨ªas (cinco goles al Alav¨¦s y uno en Montju?c). Los azulgrana, que llevaban un c¨®modo 0-2 de la ida, pasaron un mal trago porque el Alav¨¦s igual¨® los dos goles iniciales que meti¨® el pibito y no meti¨® el tercero de milagro. La sombra de la eliminaci¨®n plane¨® durante 20 minutos por el Camp Nou. Pero hubo algo casi peor: que este Bar?a es irreconocible porque ha extraviado su solvencia defensiva (cinco goles en dos partidos); porque parece que Saviola, el tercer delantero, al que la junta ofrece renovar a rega?adientes, es el ¨²nico que ve puerta; y porque, hasta por perder, pierde los nervios, su serenidad y su proverbial y conocida paciencia.

Pero ni con el ¨²ltimo golazo del argentino lleg¨® la paz porque Ogbeche replic¨® con un bal¨®n al palo. Fue un partido tumultuoso, agitado, fuera del gui¨®n previsto y que ratific¨® la crisis de juego del Bar?a, castigado en el descanso con silbidos por la afici¨®n por primera vez en mucho tiempo. Luego, eso s¨ª, la grada respir¨® aliviada y cerr¨® la extra?a noche -hasta saltaron al campo dos espont¨¢neos- con aplausos. No queda ni siquiera la excusa de que fue un Bar?a de circunstancias porque Rijkaard, consciente de que el equipo est¨¢ bajo sospecha, puso una formaci¨®n titular, incluido Ronaldinho, que debut¨® en la Copa. Pero a r¨ªo revuelto, el triunfador fue Saviola, que en menos de una semana ha atrapado a Gudjohnsen (10 goles) en la tabla goleadora.

Nada hac¨ªa prever una noche as¨ª. El partido estaba programado para ser una fiesta y el club ayud¨® al vender cuatro entradas al precio de una para evitar la soledad del d¨ªa del Badalona (se pas¨® de 13.000 a los 39.000 de ayer). El jolgorio estaba garantizado. Pero el Bar?a empez¨® tan al tran-tran que el Alav¨¦s, de forma premonitorio, fue el primero en crear peligro. Arropado por un griter¨ªo juvenil cada vez que tocaba el bal¨®n, Ronaldinho encendi¨® la luz con un intento de chilena que le sali¨® fatal y que intent¨® reparar con un robo de bal¨®n espectacular y con una asistencia de tac¨®n. Con todo, propici¨® el primer gol tras chutar una falta que Ardouin repeli¨® malamente con los pu?os y Saviola empuj¨® a la red -el Alav¨¦s reclam¨® mano- y luego cabece¨® a la red un centro de Motta. La grada no tard¨® en corearlo.

El Bar?a se dedic¨® entonces a dormitar y el Alav¨¦s dio el golpe: en cuatro minutos, Wellington marc¨® de vaselina y Arthuro empat¨® de falta. Dos minutos despu¨¦s, Gentile gan¨® la espalda a Oleguer y Jorquera salv¨® el tercero. Hubo pitos. Rijkaard retir¨® al inoperativo Ezquerro (tambi¨¦n recibi¨® una dura entrada) y dio entrada a Giuly. El partido iba en serio. La grada se anim¨® pero se qued¨® de piedra cuando M¨¢rquez tropez¨® al igual que en Getafe ante G¨¹iza y permiti¨® que Wellington se fuera como una flecha hacia el ¨¢rea. Puyol evit¨® el tercero y Arthuro estuvo en un tris de marcar. El Bar?a chut¨® s¨®lo dos veces m¨¢s. Y uno de esos chuts fue el gol de Saviola, ganador en el pulso que mantiene con el club y el ¨²nico que destaca en un equipo seco.