Madeleine Z.
Ante todo agradecer a EL PA?S por la divulgaci¨®n de la noticia de Madeleine Z., concisa y precisa. Tambi¨¦n quiero colmar de besos a Madeleine Z. por la valent¨ªa y entereza que nos demostr¨® para acabar con el sufrimiento de la terrible enfermedad que padec¨ªa, la esclerosis lateral amiotr¨®fica (ELA). Un agradecimiento desde mi enfermedad (soy el¨¢tico de 2.080 d¨ªas) a la asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente (DMD). Gracias, Madeleine Z.; sin querer, al poner fin a tu vida, has generado que los medios como EL PA?S se volcaran en la difusi¨®n de la enfermedad y ayudara a su divulgaci¨®n. Cargada de sensibilidad, como es dar fin a tu vida, la noticia lleg¨® a muchos que ni conoc¨ªan esta terrible enfermedad; esa que yo me atrevo a llamar cari?osamente "la Gran Desconocida", porque lo es y lo ser¨¢ hasta que un famoso de este pa¨ªs tenga la fatalidad de padecerla. Entonces su divulgaci¨®n ser¨¢ lo suficientemente notoria para ser conocida a nivel popular; s¨®lo as¨ª se ver¨¢ apoyada para su investigaci¨®n. Gracias, Madeleine Z. "Fenomenal", esta palabra muy tuya que aplicabas en la vida, en vida.- Josep Rof i Rof. La Garriga, Barcelona.
El caso de Madeleine, la mujer con esclerosis lateral amiotr¨®fica, a la que una asociaci¨®n, en su af¨¢n propagand¨ªstico, ha animado y ayudado a quitarse la vida, ha vuelto a abrir la pol¨¦mica acerca del tema de la eutanasia. Pienso que si la eutanasia llegara alguna vez a legalizarse, el argumento de la compasi¨®n tambi¨¦n servir¨ªa para acabar "dignamente" con la vida de otros enfermos terminales, deficientes, con alg¨²n tipo de tara, etc¨¦tera. ?Estamos hablando de que la salud es el ¨²nico sentido para vivir? ?Qu¨¦ me dicen de tantas personas que, desde su silla de ruedas, siguen aportando lo m¨¢ximo de s¨ª mismas a los dem¨¢s? Hay medios terap¨¦uticos suficientes para aliviar el dolor, as¨ª que lo ¨²nico que estas personas piden, cuando exigen la muerte, es cari?o y el convencimiento de que no suponen ning¨²n estorbo para nadie, sino todo lo contrario.
Apostemos por vivir con dignidad.
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