El estatuto de Kosovo eclipsa la campa?a de los comicios serbios
Serbia celebra hoy sus primeras elecciones generales tras la muerte de Milosevic
En los ¨²ltimos tiempos circula un chiste por Belgrado que demuestra la capacidad de los serbios para ironizar sobre su destino. "?En qu¨¦ se parecen Serbia y Nokia? En que cada a?o sacan un modelo m¨¢s peque?o". Este pa¨ªs celebra hoy las primeras elecciones generales tras la muerte de Slobodan Milosevic y la separaci¨®n de Montenegro. Pero las mu?ecas rusas balc¨¢nicas no han terminado de abrirse: la campa?a electoral, centrada sobre todo en la UE y en temas econ¨®micos, se ha visto eclipsada por un asunto en el que Europa se juega su estabilidad: el estatuto de Kosovo.
"Apoyar la independencia de Kosovo ser¨ªa un suicidio pol¨ªtico para cualquiera. Pasar¨¢n muchos a?os antes de que Serbia pueda aceptar la independencia", se?ala el analista de la revista Vreme Dejan Anastasijevic. Todos los partidos (menos uno) mantienen un consenso sobre este tema: conceder toda la autonom¨ªa posible, pero no la independencia, no tocar las fronteras interiores de un Estado. La resoluci¨®n del estatuto de Kosovo puede cerrar los conflictos balc¨¢nicos que sacudieron Europa en los noventa o abrir un nuevo frente de inestabilidad.
Del tama?o de Asturias, Kosovo es una provincia serbia administrada por la ONU desde 1999, apoyada en una fuerza de 17.000 soldados (700 de ellos, espa?oles) de la OTAN, que intervino para frenar la campa?a genocida de limpieza ¨¦tnica lanzada por Milosevic. El 90% de sus habitantes son albaneses y reclaman desde hace a?os la independencia, que para los serbios es innegociable.
Tras un a?o y medio de consultas, el mediador de la ONU, Marti Ahtisaari, se dispone a anunciar la semana que viene un plan que propondr¨¢ una independencia supervisada por la UE, aunque no est¨¢ claro si ser¨¢ aprobada por el Consejo de Seguridad, dado que Rusia ha amenazado con el veto. La UE no tiene una postura com¨²n: Espa?a, entre otros pa¨ªses, est¨¢ contra la independencia, que apoya con firmeza Estados Unidos.
Los ultranacionalistas serbios, que tienen grandes posibilidades de repetir como fuerza m¨¢s votada con el 30% de los votos, aunque sin posibilidad de formar Gobierno, pueden aprovechar la oleada de descontento que provocar¨ªa la independencia. "Serbia no es, ni de lejos, el ¨²nico pa¨ªs europeo con una ultraderecha fuerte; pero ser¨ªa m¨¢s peligroso si llegasen al poder", asegura el analista Anastasijevic.
Soluci¨®n negociada
"Cualquier soluci¨®n debe ser negociada dentro del marco de la Carta de Naciones Unidas, que sella la inviolabilidad de las fronteras", se?ala Vladeta Jankovic, asesor del primer ministro, el nacionalista moderado Vojislav Kostunica. Los argumentos que ofrece Jankovic, un catedr¨¢tico de Cl¨¢sicas pasado a la pol¨ªtica al que muchos en Belgrado sit¨²an como el pr¨®ximo ministro de Exteriores, son los mismos que se escuchan en cualquier otro partido democr¨¢tico serbio.
"Es evidente que Kosovo debe ser gobernado por los albaneses con un alto grado de descentralizaci¨®n, pero sin cambios de fronteras. A la poblaci¨®n albanesa se le ha dejado creer que ser¨¢n independientes y ahora no aceptar¨¢n otra cosa. Es verdad que el principio de autodeterminaci¨®n est¨¢ contenido en la Carta de Naciones Unidas, pero si lo concedemos aqu¨ª, c¨®mo vamos a negarlo en otros lugares. Podemos decir mil veces que Kosovo es un caso ¨²nico, pero no lo es. ?Hace falta que mencione el Pa¨ªs Vasco?", prosigue Jankovic.
Entre los asistentes a los m¨ªtines, en la calle, entre los serbios de Kosovo o en los despachos del Partido Democr¨¢tico, la formaci¨®n socialdem¨®crata y europe¨ªsta que tiene grandes posibilidades de encabezar la futura coalici¨®n de Gobierno y a la que las encuestas conceden un 26% de los votos, los argumentos que se escuchan son pr¨¢cticamente id¨¦nticos.
La UE suspendi¨® las negociaciones con Serbia para lograr el acuerdo de Estabilizaci¨®n y Asociaci¨®n, paso previo antes de ser un pa¨ªs candidato, ante la falta de cooperaci¨®n del Gobierno para capturar al general Ratko Mladic, acusado de genocidio en Bosnia. Bruselas descarta tajantemente que exista una relaci¨®n entre la reanudaci¨®n de las negociaciones y la resoluci¨®n del estatuto de Kosovo; pero muchos en Belgrado creen lo contrario. "El que haga esta relaci¨®n es que no comprende el proceso de integraci¨®n", asegura Josep M. Lloveras, jefe de la Delegaci¨®n de la UE en Serbia.
Con ocho millones de habitantes (10 millones contando Kosovo), una econom¨ªa en crecimiento (6%), pero un paro que ronda todav¨ªa el 20%, la mayor parte de Serbia quiere romper con su pasado de ultranacionalismo y lanzarse hacia el futuro. "Este pa¨ªs necesita un cambio profundo y nada est¨¢ cambiando realmente", explica el analista Anastasijevic. Pero, mientras Serbia tenga la espada de Damocles de Kosovo, el peligro de que el cambio no sea hacia adelante seguir¨¢ existiendo.
UNA PROVINCIA CONFLICTIVA
- Kosovo es una provincia serbia administrada por la ONU desde 1999, con apoyo de 17.000 soldados de la OTAN
- El 90% de sus habitantes son albaneses y reclaman la independencia, que para los serbios es innegociable
- El mediador de la ONU propondr¨¢ una independencia supervisada por la UE; la comunidad internacional no tiene una postura com¨²n
- Casi todos los partidos serbios apoyan conceder un alto grado de autonom¨ªa a la provincia, pero sin tocar las fronteras
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.