Epigramas
Ha resultado una semana muy epigram¨¢tica, con unas cuantas frases que permanecer¨¢n en el recuerdo. Mariano Rajoy, gran farsista, nos ha dejado diferentes perlas cultivadas desde la ya famosa "si usted no cumple, le pondr¨¢n bombas y si no le ponen bombas es que ha cedido" hasta la comparaci¨®n entre Rodr¨ªguez Zapatero y Stalin o el ya famoso aserto seg¨²n el cu¨¢l cualquier ciudadano no puede ser presidente del gobierno.
Pero como todo puede superarse, el alcalde de Alhaur¨ªn el Grande, Juan Mart¨ªn Ser¨®n, se ha despachado con una frase genial "¨¦sta es la rep¨²blica bananera de Zapatero. Los de ETA en la calle y la gente honrada en la c¨¢rcel", adem¨¢s de proclamar a los cuatro vientos que Espa?a necesita una revoluci¨®n, al referirse quiz¨¢ a la que dej¨® pendiente Primo de Rivera.
Todo puede superarse, el ¨²nico l¨ªmite es el sentido del rid¨ªculo o la capacidad para delirar. No se sabe si acompa?aron al alcalde en el trance algunos amigos con pelos largos, gafas de sol y grandes bolsas de deporte. En el mismo camino de las frases geniales, la detenci¨®n del alcalde de Alhaur¨ªn le ha producido a Javier Arenas "sorpresa y tristeza" (si hubiera sido fiel a su propio estilo jaculatorio "tristeza, tristeza, tristeza"). El PP ha decidido investigar las condiciones de la detenci¨®n del alcalde, no su gesti¨®n.
La verdad es que M¨¢laga se ha convertido en un lugar muy divertido. La Costa del Sol fue siempre para el glamour y la gente importante. Ahora es un enclave sustancial para la prensa del coraz¨®n y para las informaciones de sucesos. La cosa empez¨® hace a?os con el singular alcalde de Benalm¨¢dena, Bol¨ªn, pillado en Gibraltar un poco alegre, al que sigui¨® Jes¨²s Gil, el peculiar alcalde y presidente del glorioso Atl¨¦tico de Madrid. Tiempo despu¨¦s llegaron las Operaciones Ballena Blanca y Malaya. Esta ¨²ltima nos ha dado todo tipo de situaciones: personajes que han pasado de la nada a la miseria (aserto marxista) como Juli¨¢n Mu?oz, Marisol Yag¨¹e, Maite Zald¨ªvar, Isabel Garc¨ªa Marcos ("soy una presa pol¨ªtica", gran frase), Juan Antonio Roca y todo un trasiego de bolsas con dinero en efectivo, caballos, obras de arte en el ba?o y cupletistas. La Espa?a ca?¨ª de bandoleros, toreros y cantantes puesta un poco al d¨ªa. Como si una cuadrilla del Tragabuches corretease por los Montes de M¨¢laga y la Sierra de las Nieves a trav¨¦s de esos pueblos magn¨ªficos como Alozaina, Casarabonela, Monda, Alhaur¨ªn el Grande o Alhaur¨ªn de la Torre, camino del destino final de una trama de delincuencia, hacia la m¨¢s famosa c¨¢rcel de Espa?a, que ha dejado en evidencia a la Modelo, Puerto II y dem¨¢s centros de internamiento que no tienen su refinamiento y elegancia.
El singular alcalde entr¨® en prisi¨®n con el "no vienen a por m¨ª sino a por el PP" tras compartir almuerzo con Rajoy, pero su salida no fue menos espectacular al grito de "ha sido un ataque al pueblo" casi al estilo del Rey Sol "L??tat, c?est moi". Por cierto, ?c¨®mo han conseguido reunir tan r¨¢pido los entusiastas vecinos de Alhaur¨ªn el dinero de la fianza? Debe ser que la prosperidad econ¨®mica ha llegado r¨¢pido a eso que llaman segunda l¨ªnea de playa, que son los pueblos del interior de la costa. Que a un alcalde se le vaya la cabeza cuando la polic¨ªa y los jueces le pillan (presuntamente) con el carrito de los helados, puede resultar un poco chocante. Pero que a su partido no se le ocurra otra cosa que vincularlo con una operaci¨®n pol¨ªtica, va un abismo. El muy digno pueblo de Alhaur¨ªn no creo que sea un objetivo pol¨ªtico de primer orden. Este alcalde piensa que sus adversarios son los responsables de que se le haya imputado en esta causa e incluso puede que con tan altisonante frase esconda algo o se haya puesto un poco nervioso.
Hemos visto a algunos alcaldes emberrechinados camino de juzgados o comisar¨ªas en Andratx, en Camas, en Ciempozuelos y en otros sitios. Me malicio yo que habr¨¢ otros momentos como el rese?ado, a pesar de que los a?os felices de la construcci¨®n y el ladrillo se acabaron el viernes pasado con la entrada en vigor de las limitaciones urban¨ªsticas impuestas por la Junta de Andaluc¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.