Los vigilantes de los precios

"Cuando nos ven entrar, la gente reacciona de distintas formas. Los jefes y los encargados de las tiendas suelen ser muy amables, aunque a veces nos preguntan por qu¨¦ no hemos pedido cita. Y cuando quien nos recibe es un dependiente o un empleado, en ocasiones se ponen muy nerviosos y no nos dejan hacer nuestro trabajo por miedo a perder el suyo". Ana Mar¨ªa es una de las pocas personas que no son recibidas con los brazos abiertos en los comercios en ¨¦poca de rebajas. Esta inspectora de Consumo de la Junta de Andaluc¨ªa pide que no se publique su verdadero nombre para evitar desagradables telefonazos de madrugada como los que en una ¨¦poca sufri¨® uno de sus ocho compa?eros en M¨¢laga por parte del due?o de un comercio inspeccionado. "De todos modos, la gente casi siempre coopera. En nueve a?os de trabajo s¨®lo he tenido que levantar cuatro o cinco actas de obstrucci¨®n a mi labor", se?ala Ana Mar¨ªa.

Al menos el 50% de los productos expuestos tienen que estar rebajados

La infracci¨®n m¨¢s com¨²n es no indicar el precio anterior a la rebaja

En las dos campa?as oficiales de rebajas de 2006 el medio centenar de inspectores de la Junta visitaron 1.668 establecimientos comerciales en toda la comunidad. De ellas, en 250 (el 15%) se detectaron infracciones a la normativa de consumo, una cantidad ligeramente inferior a la del a?o anterior, en el que se realizaron 2.646 actuaciones, seg¨²n datos de la Consejer¨ªa de Gobernaci¨®n. "Las infracciones m¨¢s comunes son no indicar el precio anterior a la rebaja o el porcentaje de descuento del art¨ªculo, la falta de carteles que anuncien el horario y el periodo de rebajas y no poner el precio en los productos del escaparate", se?ala Raquel Cantero, jefa del servicio de Consumo de M¨¢laga. Para la campa?a de invierno de este a?o, la Junta prev¨¦ revisar 650 establecimientos, de los cuales 90 pertenecen a la provincia de M¨¢laga. "Seguramente acabaremos haciendo m¨¢s, como el a?o pasado", afirma Cantero.

La labor de inspecci¨®n comienza en el escaparate. "Los productos de las vitrinas tienen que tener los precios puestos todo el a?o. Esta norma obliga a todos los comercios, incluso a joyer¨ªas o a boutiques", recuerda Ana Mar¨ªa. Despu¨¦s de comprobar que el escaparate est¨¢ en regla, los inspectores pasan al interior y preguntan por el m¨¢ximo responsable del establecimiento. "Entramos con el carn¨¦ de inspector en la boca", ironiza Ana Mar¨ªa. "La inspecci¨®n suele ser una situaci¨®n tensa para las dos partes, y si la temporada de ventas ha sido mala, todav¨ªa es peor", afirma.

Para las inspecciones de la campa?a de rebajas, los inspectores de Consumo deben cumplimentar un protocolo de doce puntos. "Como las rebajas son una llamada publicitaria, el requisito m¨¢s importante para que un comercio est¨¦ legalmente de rebajas es que los descuentos afecten al menos al 50% de los productos expuestos". Esto no suele ser un problema al principio del periodo de rebajas, pero s¨ª al final, sobre todo en el sector textil. "En M¨¢laga el 28 de febrero la gente comienza a vestir con ropa de primavera, as¨ª que lo que hacen algunos comercios es poner productos de nueva temporada y dejar percheros vac¨ªos para cumplir con el requisito del 50%", se?ala la inspectora.

Los inspectores comprueban que el establecimiento dispone de hojas de reclamaciones y de un cartel que las anuncia. Adem¨¢s, solicitan al responsable la licencia de apertura del comercio o una fotocopia de la misma. "Muchos no la tienen en la tienda, as¨ª que se les da un plazo de diez d¨ªas para que la remitan a Consumo".

Un requisito propio de las rebajas es que los art¨ªculos deben llevar al menos un mes en poder del vendedor, tanto en la tienda como en un almac¨¦n. Para ello, los inspectores revisan las facturas de compra de los art¨ªculos. "Se trata de evitar que las tiendas compren art¨ªculos especiales para las rebajas", dice Ana Mar¨ªa. La normativa exige que los comercios mantengan las mismas condiciones de pago y de devoluci¨®n de art¨ªculos que en el periodo de ventas ordinario. "Las tiendas de ropa son m¨¢s f¨¢ciles de controlar, pero hay sectores, como las joyer¨ªas y las muebler¨ªas, en que es m¨¢s complicado saber cu¨¢les son los art¨ªculos de otras temporadas", reconoce la inspectora.

Cada visita dura en funci¨®n del tama?o del establecimiento o de la cantidad de clientes que haya en ese momento en la tienda. "Aproximadamente, comprobar todo nos lleva una hora de media, pero si hay muchos clientes y pocos empleados se retrasa porque los trabajadores tienen que atenderlos primero a ellos y luego a nosotros, que tenemos menos prisa", se?ala Ana Mar¨ªa.

Aunque Consumo refuerza las inspecciones en las zonas donde los comercios llaman m¨¢s al p¨²blico, los inspectores salen a la calle con una lista de tiendas ya visitadas en campa?as anteriores para evitar importunar a la misma tienda dos veces en un a?o.

Una de los caballos de batalla de los inspectores es la confusi¨®n sobre la terminolog¨ªa de descuentos. "Rebajas y liquidaci¨®n son dos grandes llamadas a la compra que est¨¢n reguladas por la ley. Las liquidaciones implican desalojar la tienda por cierre o una gran reforma, tiene que ser comunicada a Comercio y la comunicaci¨®n debe estar sellada y colocada en el escaparate". Adem¨¢s, otros comercios, sobre todo de peque?o tama?o, anuncian rebajas fuera de la temporada oficial. "Les avisamos y lo suelen quitar sobre la marcha. Se trata de que los comercios est¨¦n informados. La sanci¨®n no protege al consumidor que llega a la tienda despu¨¦s de la inspecci¨®n", sonr¨ªe Ana Mar¨ªa.