La falta de gol condena al Deportivo

El Deportivo se estrell¨® ayer contra la realidad, pero se?al¨® a un culpable: el ¨¢rbitro. El colegiado anul¨® a Arizmendi dos goles con pinta de legales y ante esta circunstancia, un equipo que ha puesto su cuenta anotadora a un r¨¦gimen severo est¨¢ condenado, como mal menor, al empate.

Riki le regal¨® a Arizmendi la mejor ocasi¨®n del partido despu¨¦s de trastabillarse con Chica. La grada se apresur¨® a celebrar el gol, pero el remate del delantero toc¨® en el larguero y luego en la l¨ªnea de cal. Y Arizmendi se entreg¨® a su desesperaci¨®n. Otra vez. La ¨²ltima jornada de Liga tuvo en sus botas la victoria en Huelva en los ¨²ltimos minutos, pero envi¨® el bal¨®n fuera.

Ayer, Arizmendi tambi¨¦n sali¨® del campo con gesto contrariado. En el segundo tiempo fusil¨® a Kameni con un demoledor zurdazo. Y corri¨® al c¨®rner para celebrar el gol con rabia. Pero Meg¨ªa D¨¢vila, le estrope¨® la alegr¨ªa por considerar que hab¨ªa arrancado en fuera de juego.

El Espanyol resisti¨® las embestidas deportivistas durante el primer bocado de partido. Se limit¨® a esperar a que escampara y a que Iv¨¢n de la Pe?a y Riera, dos futbolistas emparentados por la calidad, encontrasen una rendija para conectar con Tamudo.

Hasta el minuto 15 ninguno de los dos equipos hab¨ªa disparado a puerta. Lo ¨²nico bueno del centrocampismo es que los futbolistas hacen amistades. S¨®lo falta que salten al campo con tarjeta de visita. Del Espanyol no hubo noticias. Tampoco de Luis Garc¨ªa, el gran protagonista de ese partido.

Joaqu¨ªn Caparr¨®s confi¨® la suerte de los nuevos vientos que parecen empujar a la nave deportivista al mismo once que gan¨® al Madrid y empat¨® contra el Recreativo en Huelva. Y Valverde perge?¨® un equipo con la sana intenci¨®n de conseguir el empate, aunque Tamudo casi le regala la victoria. Result¨® un encuentro m¨¢s intenso y f¨ªsico que imborrable para el espectador. El Espanyol se consuela con el empate, el Deportivo con lo que pudo ser. La fr¨ªa realidad. Caparr¨®s acab¨® jugando con tres delanteros. Pero sin gol en las venas.