Cambios fren¨¦ticos

En este libro sucinto de an¨¢lisis sociol¨®gicos, dividido en tres partes, el ensayista Gilles Lipovetsky dialoga con el fil¨®sofo S¨¦bastien Charles sobre esta ¨¦poca hipermoderna donde todo ocurre y transcurre mucho m¨¢s deprisa de lo que resulta factible controlar.

Desaparecida la preeminencia de los grandes relatos y difuminada la sensaci¨®n de transitoriedad de una era inc¨®moda, pareciera que el futuro se comienza a apreciar no ya con optimismo, pero al menos vislumbrando en ¨¦l ciertas facultades lenitivas, que no obstante han dejado paso a una dispersi¨®n de conductas en forma de micro-intervenciones que manifiestan la actual fragilidad de la persona. Gilles Lipovetsky no regresa como el gallo premonitorio de sus anteriores y punzantes radiograf¨ªas sobre los movimientos evasivos afines a la condici¨®n posmoderna, como la anatom¨ªa del consumo y del esteticismo f¨²til de El imperio de lo ef¨ªmero, o las facetas ocultas de una ¨¦tica indolora y la instauraci¨®n de la l¨®gica de las conciencias apaciguadas de El crep¨²sculo del deber.

En este breviario vuelve a repetir frugalmente la f¨®rmula del minimalismo reflexivo de El lujo eterno, que de no ser porque quedan rastros de su efervescente jaculatoria al saber se podr¨ªa pensar que Lipovetsky ha encallado en la misma orilla l¨²dica que analiza. Es un libro sucinto, una especie de resumido noticiero sociol¨®gico dividido en tres partes, en donde vuelve a buscarse otro escudero con quien interactuar, en este caso el profesor de filosof¨ªa canadiense S¨¦bastien Charles, que introduce un estudio sint¨¦tico del pensamiento de Lipovetsky y una entrevista casi may¨¦utica con el fil¨®sofo. La intervenci¨®n de Lipovetsky, Tiempo contra tiempo o la sociedad hipermoderna, hace un repaso del salto de la emancipaci¨®n del individuo (pos) a la incertidumbre del futuro (hiper). El autor sentencia que la ¨¦poca posmoderna, ya anticuada, ha acabado y que estamos ante el inicio de la hipermodernidad. El exceso y la incontinencia ser¨¢n ejes dominantes. Desde ahora hay que ir a m¨¢s. Todo va m¨¢s deprisa de lo que es factible controlar. La ¨¦poca hipermoderna es un indeterminado vaiv¨¦n entre polos opuestos. Lo insustancial se codea con lo austero, la permisividad con la contenci¨®n. Si lo posmoderno implicaba la emancipaci¨®n del individuo de un destino impuesto para acometer una realizaci¨®n identitaria, en el hipermodernismo el hombre es reencarnaci¨®n de un Narciso inmaduro, desorientado y atormentado por el ennui (hast¨ªo), la saturaci¨®n de opciones y el hundimiento de las reglas.

La brevedad de la entrega no empa?a que Lipovetsky haya le¨ªdo y digerido las premisas de Tocqueville, Marx, Sausure, Lyotard, Baudrillard, Deleuze o Daniel Bell. Su incuestionable trayectoria le ha permitido construir un l¨²cido sistema de decodificaci¨®n que asume el individualismo y las complejas mutaciones culturales.