Micah P. Hinson present¨® en Santiago su 'indie folk experimental'
Cuando se le pregunta a Micah P. Hinson, el cantante y guitarrista tejano de 25 a?os, c¨®mo definir¨ªa su m¨²sica -seg¨²n los tratadistas, indie folk experimental-, responde juvenilmente: "No sabr¨ªa contestar. Soy una bestia salvaje". El pasado viernes, en el espacio estabulado de la Fundaci¨®n Caixa Galicia en Santiago, el ¨²ltimo ni?o genio de la m¨²sica de ra¨ªz norteamericana no defraud¨®. Primero toc¨® Will Johnson, el l¨ªder de Centro-Matic. Tras 20 minutos de intimismo, bases pregrabadas y abuso de los amplificadores, a la manera de los cantautores punk que pueblan las grandes ciudades, Johnson se fue y subieron al escenario sus amigos Micah P. Hinson y Nick Phelps, ¨¦ste armado de banjo y con la mandolina cerca, para presentar su segundo disco, Micah P. Hinson and The Opera Circuit (2006).
Para quien no haya visto a Hinson, que en 2004 present¨® en Vigo Micah P. Hinson and the gospel of progress, su primer ¨¢lbum, los apuntes biogr¨¢ficos son relativamente conocidos: tras abandonar la casa de su padre, un fundamentalista cristiano, Hinson se traslad¨® al hogar de la viuda de un roquero local, y a los 19 a?os acab¨® en la c¨¢rcel por asaltar farmacias. Quiz¨¢ estos tipismos ayudan a comprender las letras de un joven miope que habla de amor, dolor y redenci¨®n con la voz agravada de un Waits primerizo -con armon¨ªas- y el uniforme de un tecnoboy rural.
Sin embargo, la originalidad de Hinson en la revisi¨®n de un cl¨¢sico como la mezcla de g¨¦neros, en su caso el folk sure?o y el country western, es estrictamente musical: puede parecer Lambchop -Erich Bachmann incluy¨® arreglos de viento y cuerdas en este The Opera Circuit-, pero cuando abandona su patria, retratada con cierto cari?o en The day Texas sank to the bottom of the sea (El d¨ªa en el que Texas se hundi¨® en el fondo del mar), las m¨²sicas populares avanzan unas cuantas d¨¦cadas. "Me gusta mucho la actitud de Frank Black [el cantante de los Pixies]", resumi¨® Hinson a este peri¨®dico. "Si algo me gusta es v¨¢lido". Y a Hinson le gustan Black y otros vicarios de la modernidad musical al mismo tiempo que Neil Diamond
.
Seems almost impossible, el primer corte del ¨²ltimo disco, abri¨® el concierto. Phelps se puso a la bater¨ªa en Jackeyed y a partir de ah¨ª se dedicaron a jugar desde el proscenio. Con el banjo como instrumento hipn¨®tico y Johnson simultaneando bater¨ªa y guitarra, Hinson se anim¨® a intercalar Close your eyes y The nothing, de The gospel of progress.
Cuando parec¨ªa que la fant¨¢stica You?re only lonely cerraba el concierto, el tejano sali¨® otra vez y cant¨®, como si ladrara, Patience, una de las mejores composiciones de su primer trabajo, censurada en las emisoras locales por cuestiones narrativas (Hinson canta cosas tales como I?m running out of patience to be fucking with you now). Lo que hab¨ªa empezado con algo de tex mex como m¨¢xima ofensa a Willie Nelson, acab¨® pareciendo un concierto de Sonic Youth.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.