S¨ª a la vida

Los ciudadanos andaluces suelen ser reflexivos y atentos a los deberes y derechos de su comunidad. Al menos as¨ª piensan soci¨®logos y polit¨®logos que otorgan a la ciudadan¨ªa andaluza altas cotas de madurez y valoran dignas actitudes de sensatez y sosiego, ampliamente demostradas a lo largo de la historia reciente. A pesar de estos tiempos de crispaci¨®n y confrontaci¨®n, la gente se pregunta en qu¨¦ puede afectar el Estatuto andaluz a sus vidas. El escepticismo respecto a la participaci¨®n en el refer¨¦ndum se desvanecer¨¢, porque este pueblo sabe hacer frente a sus compromisos, m¨¢s a¨²n cuando hay intereses objetivos y palpables en asumir sus propuestas, por ejemplo en la planificaci¨®n eficiente de los usos del suelo y los sistemas integrales de transporte, que se recogen limpia y claramente en el art¨ªculo 203.

En este aspecto, el Estatuto de Andaluc¨ªa es el gran aglutinador de las pol¨ªticas p¨²blicas de la comunidad y un soporte b¨¢sico para la ordenaci¨®n de un territorio complejo que es uno de los m¨¢s ricos de Espa?a en recursos y alternativas de desarrollo sostenible. Nuestro s¨ª al Estatuto significa la aceptaci¨®n de un modelo sostenible de crecimiento que enorgullezca a las nuevas generaciones de andaluces. Sistemas eficientes de ordenaci¨®n, calidad de vida y ocupaci¨®n del suelo significan aumento de riqueza en la vida y en el uso del tiempo y el espacio, cosas que est¨¢n vinculadas con el sistema de transportes innovado por la extensi¨®n del AVE y el ferrocarril a toda Andaluc¨ªa. La nueva ola de metros y tranv¨ªas, la expansi¨®n saludable del uso peatonal y de la bicicleta en la ciudad, y la mejora de comunicaciones terrestres, a¨¦reas, mar¨ªtimas inter-modales significan que este Estatuto sirve para vivir mejor y para crecer de otra manera.