Prueba superada

El rodaje sobre los escenarios del interesante Los amores rid¨ªculos parece responder a una planificaci¨®n que, por suerte, tiene visos de estar por encima del capricho pasajero. Julio De La Rosa (ex El Hombre Burbuja y ahora en solitario), Pau Roca (La Habitaci¨®n Roja) y Sergio Vinad¨¦ (ex El Ni?o Gusano y ahora en Tachenko) han unido fuerzas en esta suerte de tri¨¢ngulo equil¨¢tero (la connotaci¨®n de supergrupo, teniendo en cuenta lo precario de nuestra escena independiente, no deja de sonar a ir¨®nico sarcasmo) que, m¨¢s all¨¢ del efecto de descompresi¨®n que suponga para que cada uno de sus miembros desconecte de sus respectivos proyectos, arroja como resultado un ¨¢lbum bastante m¨¢s sustancioso de lo que suelen ser este tipo de empresas paralelas. Con la diversidad inherente a esta clase de colaboraciones, pero con una riqueza de registros mucho mayor de lo que suelen deparar estas ententes nacidas pr¨¢cticamente de la casualidad.

Claro que la condici¨®n de equil¨¢tero queda algo en duda desde el momento en que es la personal huella l¨ªrica y vocal de De la Rosa quien generalmente dota de m¨¢s empaque al conjunto. Fueron precisamente la juguetona Robinsones y la inquietante No more dramas (con ecos de Tom Waits o Bunbury), despachadas con contundente arrojo, los puntos ¨¢lgidos de la noche, por encima de otros destellos pop que muestran m¨¢s brillo sobre los surcos, caso de Vivir o la magn¨ªfica La chiflada del paraguas. Tras despachar el contenido ¨ªntegro de su ¨²nico trabajo, el tr¨ªo (cuarteto para la ocasi¨®n) valenciano-ma?o-andaluz se despidi¨® con una muestra de lo mucho y bien que se complementan sus respectivos lenguajes: tres espl¨¦ndidas versiones retroalimentadas de El monstruo nunca duerme (De La Rosa), Largometraje (La Habitaci¨®n Roja) y El tiempo en los Urales (Tachenko).