Once a?os de racionalismo vigu¨¦s
Una muestra en la Casa das Artes rememora los ejemplos de arquitectura de vanguardia en la ciudad entre 1933 y 1944
Desde fuera, Vigo tiene poco de racional. Tradicionalmente ligada al caos urban¨ªstico, la ciudad lleva a?os reinvent¨¢ndose a s¨ª misma para descubrir sus tesoros. Y, entre ellos, los m¨¢s olvidados son sin duda las construcciones racionalistas edificadas entre 1933 y 1944, que ahora recupera la muestra Arquitecturas de Vangarda en la Casa das Artes de Vigo.
Oscurecido por el eclecticismo y el regionalismo, de la escuela racionalista quedan en Vigo unos cuantos edificios emblem¨¢ticos, como el del Real Club N¨¢utico, quiz¨¢ el m¨¢s identificable. Pero en los cajones de los arquitectos permanecieron muchos otros. Como un imposible aeropuerto dise?ado por Jenaro de la Fuente o el nunca levantado edificio del entonces pujante Club Mar¨ªtimo de Vigo.
La exposici¨®n revela proyectos nunca realizados, como un aeropuerto imposible
El comisario de la exposici¨®n, Jos¨¦ Luis Varela Al¨¦n, acaba de publicar un libro sobre el racionalismo en Vigo, en el que se ha basado para estructurar la muestra. "He construido un bosque de elementos", explica, "en el que cada uno est¨¢ dise?ado siguiendo la idea racionalista". Es decir, sin ornamento.Porque el racionalismo, un movimiento muy reivindicativo que surge con fuerza en 1930 con la creaci¨®n del Gatepac (Grupo de Artistas y T¨¦cnicos Espa?oles para la Arquitectura Contempor¨¢nea), intentaba rechazar todo lo anterior y despojarlo de adornos. En Vigo, sin embargo, el racionalismo cobra una nueva medida, y, a diferencia del resto de Espa?a, donde los arquitectos racionalistas constru¨ªan s¨®lo con hormig¨®n armado o ladrillo, "aqu¨ª siguieron usando la piedra", explica Varela Al¨¦n.
La exposici¨®n se basa en diferentes formatos, desde fotograf¨ªas recuperadas del Arquivo Pacheco a maquetas y planos de edificios nunca construidos. Los bloques expositivos, negros, contrastan con el rojo de la alfombra que delimita el espacio. Varela Al¨¦n, que se muestra orgulloso del montaje de la muestra, llama la atenci¨®n sobre el contexto hist¨®rico: "Toda esta arquitectura coincide con el fin de la Rep¨²blica, con el comienzo y desarrollo de la Guerra Civil... Es decir, se truncaron muchos proyectos".
Despu¨¦s, la posguerra no s¨®lo trunc¨® proyectos, sino que incluso modific¨® los ya existentes. El arquitecto llama la atenci¨®n sobre tres casas racionalistas construidas en la Gran V¨ªa de Vigo: "Basta fijarse un poco para notar que los tejados eran de cubierta plana y que se le a?adieron despu¨¦s los a cuatro aguas". Fue una actuaci¨®n com¨²n en la ¨¦poca, ocultar cualquier vestigio de modernidad en las construcciones. Pero el pasado acaba por salir a la luz.
El comisario destaca tambi¨¦n que el racionalismo convivi¨® con movimientos anteriores, como el eclecticismo y el regionalismo, mucho m¨¢s presentes en Vigo. En la misma etapa en que trabajaban los racionalistas, Palacios present¨® su famoso plan para construir Vigo, del que Al¨¦n critica, por ejemplo, que "hac¨ªa desaparecer el Casco Vello". Pero defiende su planificaci¨®n urbana. Como la que qued¨® en los planos racionalistas de la d¨¦cada de los 30 que pueden admirarse en la exposici¨®n. Algunos son in¨¦ditos, hallados por el arquitecto mientras se documentaba para escribir su libro sobre el racionalismo.
La exposici¨®n se completa con un audiovisual de 18 minutos, colof¨®n al primer repaso que hace Vigo de su pasado arquitect¨®nico. El comisario cree que iniciativas como ¨¦sta son el mejor ejercicio para que los gallegos redescubran Vigo, una ciudad a la que la tradici¨®n asocia ¨²nicamente a la arquitectura industrial, pero que vivi¨® una ¨¦poca dorada en las primeras d¨¦cadas del siglo XX.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.