Blair propone que la mitad de los lores sean elegidos por los votantes

El Gobierno de Tony Blair aprobar¨¢ hoy una propuesta de reforma de la C¨¢mara de los Lores que defiende que la mitad sean nombrados y la otra mitad elegidos por los votantes, acabando as¨ª con el actual sistema de que 92 lores a¨²n mantienen el car¨¢cter hereditario del cargo y el resto son designados. La reforma, que no es seguro que obtenga el respaldo de los Comunes, tropezar¨¢ probablemente con la oposici¨®n de los lores, que previsiblemente intentar¨¢n retrasarla a la pr¨®xima legislatura.

El libro blanco que aprobar¨¢ hoy el Gabinete propone reducir de 750 a 540 el n¨²mero de esca?os en la C¨¢mara alta, incentivar la jubilaci¨®n anticipada de los 92 lores hereditarios y otros designados -aunque respet¨¢ndoles el derecho a mantener el cargo a los que as¨ª lo deseen, pero sin car¨¢cter hereditario-, seg¨²n avanzaba ayer The Guardian.

Seg¨²n el diario londinense, un 30% de la C¨¢mara ser¨ªa designada en representaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, pero el sistema de designaci¨®n ser¨ªa distinto del actual: los l¨ªderes de los partidos dejar¨ªan de tener un papel preeminente en la elecci¨®n y la ¨²ltima palabra la tendr¨ªa una comisi¨®n espec¨ªfica, que podr¨ªa elegir entre una lista de varios candidatos propuesta por cada partido. Otro 20% de lores ser¨ªa designado tambi¨¦n por esta comisi¨®n, con el criterio de buscar un equilibrio de g¨¦nero, regionalismo, etnia y experiencia t¨¦cnica. El restante 50% ser¨ªa elegido cada cinco a?os por legislaturas de 15 a?os no renovables, coincidiendo con las elecciones europeas, no con las legislativas.

La reforma de los lores es una de las asignaturas pendientes del Nuevo Laborismo. En 1999, el Gobierno de Tony Blair consigui¨® aprobar una primera fase de esa reforma, que elimin¨® el car¨¢cter hereditario del t¨ªtulo de lord -salvo en 92 lores- e introdujo la designaci¨®n directa para cubrir las vacantes. El objetivo de la segunda fase de la reforma era eliminar por completo el car¨¢cter hereditario e introducir la elecci¨®n directa de todos o una parte. Pero la reforma nunca ha prosperado porque no hay un claro consenso ni sobre el papel constitucional de los lores ni sobre las ventajas de la elecci¨®n o designaci¨®n de sus miembros.