Caminos de innovaci¨®n
Los premios ayudan a clarificar a los buenos poetas j¨®venes. Entre ellos, Javier Moreno, Juan Manuel Romero, Vanesa P¨¦rez-Sauquillo y Jos¨¦ Luis Rey, todos nacidos en los setenta.
Todos ellos tienen, m¨¢s all¨¢ de peque?os desajustes, el denominador com¨²n de la calidad. Al menos, transmiten la sensaci¨®n de que sus autores saben el terreno que pisan y afrontan, con solvencia, nuevas posibilidades al margen del realismo.
Con el empe?o de renovar la t¨¦cnica del collage, tan utilizada en la d¨¦cada de los setenta del pasado siglo por los nov¨ªsimos, Javier Moreno (Murcia, 1972) hace, en su segunda entrega po¨¦tica, Cortes publicitarios, una apuesta de tintes experimentales pero apoyada en un ritmo conversacional, que remite al lenguaje de los anuncios y, a la vez, pr¨®ximo a la poes¨ªa realista. Nada parece rechazable como referencia anecd¨®tica del poema: todo lo que nos ofrece la realidad, desde el nombre de una constructora hasta Andy Warhol pasando por la memoria del Holocausto o el "top manta", es su materia prima. Un tratamiento ir¨®nico de esos elementos en sus v¨ªnculos con la existencia cotidiana y una mirada cr¨ªtica ("Es la democracia / de la mercanc¨ªa") hacia el mundo globalizado (al que desmitifica partiendo de la diversidad de lenguajes que se producen en ¨¦l) completan la apuesta de Javier Moreno. El ritmo, a veces algo seco, y la presencia, en algunos poemas, de recomendaciones en prosa versificada a las que no basta la iron¨ªa para darles dimensi¨®n po¨¦tica ("Si quieres acabar con un s¨ªmbolo / haz de ¨¦l hasta un mill¨®n de copias"), deslucen una apuesta tan valiente y arriesgada como necesaria.
M¨¢s alejada de la realidad, fronteriza con los caminos de la metaf¨ªsica e impregnada por ciertos ecos de Claudio Rodr¨ªguez (incluso su estructura, un largo poema dividido en diez subpoemas en rigurosos endecas¨ªlabos blancos, nos recuerda a Don de la ebriedad) se encuentra Las invasiones, de Jos¨¦ Manuel Romero (Sevilla, 1974), "Basta con que la luz abra la mano", primer verso de este libro, sit¨²a al lector ante la presencia de los seres y objetos que conforman el mundo. Ah¨ª se manifiesta la mirada como proceso f¨ªsico inicial que se traduce, mediante un ejercicio de lenguaje, en una forma de conciencia, en una mirada reflexiva y, a la vez, distante de la realidad. El tiempo, la soledad, la muerte, se entrecruzan en un proceso de iluminaci¨®n que, parad¨®jicamente, busca lo oscuro y no visible. Su acierto: un ritmo impecable, musical. Su riesgo: cierta deriva hacia el circunloquio y hacia la reiteraci¨®n. En todo caso, una b¨²squeda que rompe las convenciones.
Cautelosas derivas surrealis
tas, un tono celebratorio cargado de sensualidad, marcan el cuarto poemario de Vanesa P¨¦rez-Sauquillo (Madrid, 1978), Bajo la lluvia equivocada. Escrito en verso libre, es un largo y fragmentario canto de amor dividido en tres cap¨ªtulos y en un poema pr¨®logo. Un canto de descubrimiento en el que la naturaleza, el tacto, la memoria de gestos y de objetos en apariencia irrelevantes, se agigantan al calor de la experiencia er¨®tica -vivida, imaginada o recordada- y de los signos que estructuraron una cotidianidad hecha de dolor y de gozo a la vez, de enso?aci¨®n y realidad, de "lo desconocido" que vuelve al sujeto a trav¨¦s del poema y de lo conocido sensitivamente, no mediante la reflexi¨®n. Poes¨ªa directa, irreverente, fresca, contradictoria: "No busques el sentido de este libro", afirma en el poema pr¨®logo. Basta con dejarse llevar por la sucesi¨®n de im¨¢genes y por la emoci¨®n en que se sustentan para acceder a su sentido ¨²ltimo.
La familia n¨®rdica ratifica a un poeta de corta pero muy ambiciosa y exigente trayectoria. Jos¨¦ Luis Rey (Puente Genil, C¨®rdoba, 1973), que sorprendi¨® en 2001 con la publicaci¨®n de un "ciclo-libro" lleno de iluminaciones idiom¨¢ticas (La luz y la palabra), que ha estudiado a fondo a Gimferrer (cuya influencia, por otro lado, est¨¢ presente en toda su obra), es un poeta en las ant¨ªpodas de los realismos hegem¨®nicos de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Su gusto por la b¨²squeda de un lenguaje revelador e imaginativo, su universo referencial (Juan Ram¨®n, Paz, Neruda, el citado Gimferrer, el Diego Jes¨²s Jim¨¦nez m¨¢s visionario), su falta de complejos a la hora de abordar, a trav¨¦s del poema, los m¨¢s distantes aspectos de la cotidianidad dot¨¢ndolos de un brillo y de una dimensi¨®n trascendentes encuentran en La familia n¨®rdica un ¨¢mbito de concreci¨®n de incuestionable altura y originalidad. El af¨¢n entre metaf¨ªsico y culturalista de su anterior poemario encuentran aqu¨ª una dimensi¨®n m¨¢s pr¨®xima y emotiva. El poeta bucea en la memoria, busca en los sue?os recordados para¨ªsos que nacen en el desv¨¢n ("Soy el ¨¢ngel que estudia en el desv¨¢n") a partir de lecturas, de experiencias familiares, de deslumbramientos vividos en la adolescencia. Rey est¨¢ empe?ado en una poes¨ªa totalizadora en la que todo se agite en convivencia: lo so?ado, lo vivido, lo le¨ªdo, lo escuchado, lo temido, lo gozado. La cotidianidad trascendida de Emily Dickinson no est¨¢ lejos de esa pulsi¨®n: la de un poeta ambicioso y sin complejos.
Bajo la lluvia equivocada. Vanesa P¨¦rez-Sauquillo. IX Premio de Arte Joven Comunidad de Madrid. Hiperi¨®n. Madrid, 2006. 69 p¨¢ginas. 7 euros.
Las invasiones. Juan Manuel Romero. V Premio de Poes¨ªa Joven Radio 3. DVD. Barcelona, 2006. 43 p¨¢ginas. 7,20 euros.
Cortes publicitarios. Javier Moreno. Premio Fundaci¨®n Miguel Hern¨¢ndez de Poes¨ªa. Devenir. Madrid, 2006. 59 p¨¢ginas. 10 euros.
La familia n¨®rdica. Jos¨¦ Luis Rey. XVI Premio Jaime Gil de Biedma. Visor. Madrid, 2006. 106 p¨¢ginas. 8 euros.
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