Virginia Feito, la escritora espa?ola que se rifa Hollywood: ¡°Se ha puesto de moda infantilizar al asesino, yo prefiero que d¨¦ asco¡±
Con su debut ya fich¨® por un gran estudio de cine. La escritora vuelve con ¡®Victorian Psycho¡¯, una novela g¨®tica sobre una homicida en serie que adaptar¨¢ A24, la productora de moda, y protagonizar¨¢ Margaret Qualley
Aunque su asesino de cabecera, ¡°desde siempre¡±, ha sido Jeffrey Dahmer, otro criminal acaba de conquistar a Virginia Feito (Madrid, 36 a?os): ¡°Desde que vi la segunda temporada de The Jinx, mi nuevo psic¨®pata favorito es Robert Durst. Por momentos sent¨ª pena genuina por ¨¦l, tan vulnerable y anciano en el juicio, pero luego aparec¨ªa gritando por tel¨¦fono y pensaba: ¡®Casi te compadezco, me la hab¨ªas vuelto a colar, ?bravo, Robert!¡±. No sorprende ver re¨ªr a esta escritora de conversaci¨®n ¨¢gil al justificar su flechazo por un asesino m¨²ltiple mientras toma un t¨¦ con leche en el lujoso hotel donde nos ha citado, cerca de su piso de alquiler en la zona de Las Salesas, en Madrid. Con su segunda novela, Victorian Psycho, escrita en ingl¨¦s con traducci¨®n en castellano de Gemma Rovira para Lumen y de Inma Falc¨® en catal¨¢n para La Campana, Feito ha creado a su propia homicida en serie: Winifred Notty, una ocurrente institutriz con voz avispada y despiadada, lista para sembrar el caos y un reguero de v¨ªsceras en Ensor House, una mansi¨®n tan l¨²gubre como aspiracional en la Inglaterra victoriana.
La suya es una asesina aventajada a su tiempo, ca¨²stica frente a la hipocres¨ªa y las desigualdades, como si la voz de Fleabag viajase al pasado sin compasi¨®n hacia el resto. ¡°Podr¨ªa haber construido una psic¨®pata que se tomase todo en serio, pero al final me ha salido una muy anacr¨®nica, tan inteligente como para detectar el absurdo de que ciertas violencias sean un esc¨¢ndalo y otras est¨¦n normalizadas. Ella puede tom¨¢rselo todo a risa y con la suficiente rabia acumulada como para carg¨¢rselo todo¡±, explica sobre el car¨¢cter de su homicida, que provoca carcajadas heladas de espanto. Feito no miente. Victorian Psycho incluye descuartizamientos, denuncias de histerismo, obsesos de la frenolog¨ªa, mordeduras de perro rabioso, pus supurante, mujeres en llamas, vestidos venenosos, dedos colgando de ramas y muertes de ni?os y beb¨¦s. ¡°Tem¨ªa quedarme corta en lo grotesco, que me fascina. Ahora se ha puesto de moda infantilizar al asesino, hacerlo agradable para que sea m¨¢s f¨¢cil digerirlo. No estoy de acuerdo. Si es un psic¨®pata, se?¨¢lalo. Dame asco. Dame algo que me corte la digesti¨®n¡±, avanza sobre qu¨¦ esperar de su antihero¨ªna.
Me intriga saber si mi asesina despierta empat¨ªa. Me pregunto si se la defender¨¢ m¨¢s o dar¨¢ m¨¢s pena por ser mujer. Quiero saber hasta qu¨¦ punto se justifica la venganza feminista
En Espa?a sale a la venta el jueves 9 de enero, pero Victorian Psycho ya tiene fecha de rodaje para adaptarse al cine (marzo de 2025), director (Zachary Wigon), productora de moda (A24, la misma de las oscarizadas Todo a la vez en todas partes o Moonlight) y protagonista para interpretarla: Margaret Qualley. Una actriz id¨®nea, entrenada con el gore visto en La sustancia y con otra f¨¢bula g¨®tica de empoderamiento femenino como la de Pobres criaturas. Feito, que escribi¨® la novela en el encierro severo de la pandemia, lleva trabajando en el guion desde mayo. La pel¨ªcula llegar¨¢, en parte, por el tir¨®n de La se?ora March (Lumen, 2022), su novela debut sobre el terror dom¨¦stico y la asfixia de la mujer casada. Aquella narraci¨®n paranoica la convirti¨® en un fen¨®meno editorial por ser ¡°la desconocida madrile?a que escribe en ingl¨¦s¡± y por fascinar a la cr¨ªtica estadounidense y a la actriz y productora Elisabeth Moss (El cuento de la criada), que compr¨® los derechos y prepara su adaptaci¨®n con un gran estudio (el proyecto sigue adelante, est¨¢ en la segunda revisi¨®n de guion). ¡°Cuando sali¨® La se?ora March me contact¨® el director [Wigon] porque le hab¨ªa encantado el libro y me propuso hacer algo juntos. Empezamos un proyecto, pero le mand¨¦ el manuscrito de Victorian Psycho al finalizar y decidimos que era el momento id¨®neo para adaptarlo¡±, cuenta. Como Margaret Qualley hab¨ªa trabajado con Wigon en la pel¨ªcula Sanctuary, tanto Feito como el director ten¨ªan claro que ella deb¨ªa protagonizarlo. ¡°Es curioso, pero la secuencia final de la mansi¨®n la escrib¨ª pensando en ella bailando en el anuncio de Kenzo de Spike Jonze¡±, aclara. Que la espigada hija de Andie MacDowell sea la protagonista de esta s¨¢tira supone una concesi¨®n notable. En la novela, Winnifred Notty es corpulenta y los ni?os a su cargo, dos hermanos malcriados, la tratan de gorda. ¡°La primera frase en la voz del personaje que imagin¨¦ era la de ver sus dos pechos bamboleantes sobre el cors¨¦ y ten¨ªa que ser fuerte para arrastrar cad¨¢veres pero, ?a ver qui¨¦n es la guapa que dice que no a Margaret Qualley!¡±, bromea.
Aunque sea solo por el t¨ªtulo, las comparaciones con American Psycho, el cl¨¢sico de Bret Easton Ellis que Luca Guadagnino traer¨¢ de nuevo al cine, no ser¨¢n gratuitas. ¡°No estoy intentando imitarlo ni soy capaz, pero me intriga saber si una asesina despierta m¨¢s empat¨ªa que Patrick Bateman. Me pregunto si se la defender¨¢ m¨¢s o dar¨¢ m¨¢s pena por ser mujer. Quiero saber hasta qu¨¦ punto se justifica la venganza feminista¡±, reflexiona sobre una ficci¨®n en la que tambi¨¦n pretende testar la idea de crueldad. ¡°?El mal se hace como una defensa propia siendo v¨ªctima o es algo con lo que se nace y siempre llevamos dentro?¡±, se pregunta esta expublicista que rechaz¨® un puesto de directiva en la agencia de su marido, Lucas Paulino, para el que trabajaba como creativa, y as¨ª centrarse en la escritura de La se?ora March. ¡°?l me dijo que era mejor escritora que publicista y se lo agradezco porque ten¨ªa raz¨®n. Admiro mucho a la gente que se levanta a las cinco de la ma?ana para escribir antes de fichar, pero yo era incapaz. Si no lo hubiese dejado, me atormentar¨ªa la campa?a de turno aunque me pusiera el despertador a esa hora. El trabajo creativo te absorbe hasta en la ducha¡±, cuenta.
Feito no esconde que pod¨ªa dejar de ingresar un sueldo para escribir sin miedo al fin de mes. ¡°He tenido una vida id¨ªlica y privilegiada, igual me ha faltado trauma y por eso los creo¡±, reflexiona. La escritora es hija de Jos¨¦ Luis Feito, un economista que fue director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional en Washington antes de que ella naciera. De ah¨ª viene su nombre, por el estado de Virginia, una etapa que no vivi¨® y que tiene idealizada por los recuerdos y an¨¦cdotas de su familia (¡°No he ido nunca a Washington ni a Maryland, pero me s¨¦ de memoria la calle y la fachada en la que vivieron mis padres y mis dos hermanos mayores de tanto mirarla en Google Maps¡±). Donde s¨ª residi¨® con ellos fue en Par¨ªs, de los ocho a los doce a?os, mientras estudiaba en un colegio americano porque a su padre lo nombraron embajador de Espa?a ante la OCDE. ¡°La gente piensa que me pasaba la vida comiendo bajo la Torre Eiffel, pero no sal¨ªa mucho de casa y ten¨ªa unas rutinas muy marcadas. En realidad, lo que m¨¢s recuerdo son los libros, las series y las pel¨ªculas que marcaron aquella etapa, como Seinfeld, El club de los poetas muertos y Cuenta conmigo¡±. Su madre, licenciada en Historia del Arte y con una tesis reciente sobre la moda medieval, siempre es su primera lectora. ¡°Ahora me recuerda lo buena que era la primera, La se?ora March, totalmente su estilo de novela porque le apasiona el misterio. Con Victorian Psycho ha sido un poco dram¨¢tico. No le gust¨® nada el primer borrador y cree que estoy inmolando mi carrera. Como ves, en mi vida, me rodeo de gente muy sincera¡±, bromea.
Fue su padre, un ac¨¦rrimo seguidor de la cultura brit¨¢nica y de Winston Churchill, quien le contagi¨® su devoci¨®n por Charles Dickens. El inicio de Victorian Psycho contiene un gui?o a Casa desolada, pero mientras lo escrib¨ªa descubri¨® las cartas del escritor en las que quiso encerrar a su mujer, totalmente cuerda, en un psiqui¨¢trico. ¡°Me dio tanta rabia, ?pero si Dickens era como mi abuelo!¡±. Con quien no se ha rebelado todav¨ªa es contra El jard¨ªn secreto, el cl¨¢sico infantil ingl¨¦s sobre una ni?a solitaria en una mansi¨®n que escuch¨® en audiolibro tantas veces como pudo hasta que su familia volvi¨® a Madrid. El instituto brit¨¢nico en el que estudi¨® de vuelta propici¨® su obsesi¨®n por las hermanas Bront? (¡°Jane Eyre, que nos entr¨® en temario, me explot¨® la cabeza¡±) y multiplic¨® su fascinaci¨®n por las mansiones lujosas y decadentes ¡°en las que mujeres est¨¢n solas, aburridas, volvi¨¦ndose un poco locas¡±. Tanto le hipnotizan que hasta en oto?o de 2022 se cas¨® en una a la espa?ola, el renacentista castillo de Batres en Madrid, enlace que recogi¨® la edici¨®n espa?ola de Vogue. Lo propuso ella paseando en el Retiro tras ver la exposici¨®n de flores gigantes del Palacio de Cristal de Petrit Halilaj, sacando un altavoz. En lugar de anillo, ofreci¨® un reloj. ¡°Yo soy muy exigente, de las que dice: ¡®?No me lo ir¨¢s a pedir en mi cumplea?os, que eso es una horterada?¡±, as¨ª que los dos sab¨ªamos que yo tomar¨ªa la iniciativa¡±, aclara. Su Ensor House, la mansi¨®n de su novela, no tiene vibraci¨®n nupcial alguna, pero s¨ª est¨¢ inspirada en ¡°lo oscuro, decadente y claustrof¨®bico¡± de Haddon Hall, donde se rod¨® la versi¨®n de Jane Eyre de Cary Fukunaga y Norton Conyers, ¡°en la que se inspir¨® Charlotte Bront? para la mansi¨®n Rochester y donde hubo una mujer encerrada en un ¨¢tico escondida¡±.
No soy creyente, pero de ni?a ¨ªbamos a misa cada fin de semana. No escuch¨¦ una palabra del serm¨®n¡±
Feito cree que esta nueva ola de horror g¨®tico en cine y literatura se debe a que el g¨¦nero se presta a explorar la subyugaci¨®n femenina y la violencia, pero si resuena tan bien ahora es por los estragos psicol¨®gicos de la pandemia. ¡°Tuve suerte, a m¨ª me vino muy bien, porque me encanta estar encerrada en mi casa y tiendo a quedarme atrapada en bucles, que es mi estado natural¡±, dice. Fue en su anterior piso y en aquella etapa donde escribi¨® Victorian Psycho, mientras le¨ªa Mexican Gothic, de Silvia Moreno Garc¨ªa (¡°Hay algo muy l¨¢nguido y adictivo en estas narraciones¡±) y a Ottesa Moshfegh, que inspir¨® ¡°la parte de asquerosidad humana, que me fascina¡±. El texto fluy¨® mientras o¨ªa toser a trav¨¦s de las paredes a su vecino de arriba, enfermo de un covid del que sali¨® sin complicaci¨®n en marzo de 2020. ¡°Todo era tremendamente g¨®tico. Hab¨ªa una melancol¨ªa extra?a en el ambiente, como una costra. Fue un momento tan surrealista como rom¨¢ntico¡±, apunta esta aquejada de trastorno obsesivo-compulsivo. En su texto aparecen alguna de sus compulsiones, como un inspirado p¨¢rrafo de rechazo a la menstruaci¨®n. ¡°Casi todo me da asco, incluso ciertas cremas o jabones, pero me pasa especialmente con la regla. ?Por qu¨¦ no est¨¢is todas llorando y tirando de vuestros cabellos cada vez que os sangra la vagina? Esto es un trauma mensual eterno¡±, lamenta. Dice que se independiz¨® de la religi¨®n cuando dej¨® de ir a misa por obligaci¨®n y se fue a Londres a estudiar Interpretaci¨®n y Literatura. ¡°No soy creyente, pero ¨ªbamos cada fin de semana desde ni?a. Nunca escuch¨¦ una palabra del serm¨®n, siempre pensaba lo mismo: ¡®?Si hay un incendio, c¨®mo escapar¨ªa de aqu¨ª? ?Por d¨®nde trepar¨ªa para huir?¡¯¡±. En Victorian Psycho aparece un reverendo, un abusador que no sale bien parado. ¡°Lo introduje m¨¢s por cuesti¨®n de poder personal que de cr¨ªtica a la fe o a una iglesia¡±, advierte, aunque asegura que ¡°a mis t¨ªos del Opus no les regalar¨ªa mi libro ni de broma¡±.
Antes de despedirse para marcharse de vacaciones de Navidad a Egipto con su marido, Feito asegura que quiere disfrutar de la promoci¨®n sin pensar en nuevas ideas, aunque tenga varias en la cabeza. Su plan inmediato son los guiones adaptados y urdir su cameo en el rodaje de Victorian Psycho. ¡°Est¨¢ complicado, las pelucas son car¨ªsimas y se ven mal en pantalla, mira la pobre Nicole Kidman, que todas le quedan fatal. Como Margaret Qualley probablemente est¨¦ pelirroja, dicen que no podr¨¢n verse dos con ese color de pelo. Yo lo estoy insinuando tan fuerte que va a acabar pasando, y lo peor ser¨¢ que me cargar¨¦ el plano porque tiendo a sobreactuar. Pero que vayan preparando algo que ponerme en la cabeza, porque yo, en esa pel¨ªcula, tengo que tener mi gran momento¡±.
Victorian Psycho
Traducci¨®n de Gemma Rovira Ortega
Lumen, 2025. 216 p¨¢ginas. 19,90 euros
A la venta el 9 de enero
Victorian Psycho
Traducci¨®n al catal¨¢n de Inma Falc¨® Garc¨ªa
La Campana, 2025. 192 p¨¢ginas. 20,90 euros
A la venta el 9 de enero
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.