?Qu¨¦ bonito es Fitur!

Una maravilla, oiga. Traiga el nene y la nena que en Fitur podr¨¢ ver las maravillas de la Espa?a del momento. Langostinos a sacos, empanada gallega reci¨¦n hecha, cocido madrile?o hasta hartarse, los barcos de la Copa del America navegando entre el stand del ministro Jordi Sevilla y el de nuestra consellera de Turismo, Milagrosa Mart¨ªnez, y una millonada de alcaldes, concejales y sobresalientes intentando demostrar que su zona tur¨ªstica acotada es la mejor de Espa?a.

?Sirve para algo Fitur? Esa pregunta se la hace medio mundo cada a?o. El otro medio est¨¢ comiendo langostinos y cal?otaes o demostrando a unos de Almendralejo de Abajo que el nuevo acueducto que Narbona tiene para llevar agua del J¨²car al Segura es m¨¢s bonito, moderno y duradero que el de Segovia. Al final el ¨²nico que de verdad sabe para qu¨¦ sirve Fitur es Jes¨²s Ger, cuando traduce las se?ales de admiraci¨®n de quienes visitan sus stands de Marina D'Or a contratos de compra de apartamentos.

Pero siempre pasa lo mismo con Fitur. Este a?o hay un ejercicio complementario a realizar con la Feria, por aquello de que estamos en v¨ªsperas electorales. Con mucha paciencia y mucho Internet he repasado lo que dicen de Fitur los muchos suplementos publicitarios pagados por ayuntamientos, juntas de gobierno, consejeros de turismo, etc., en cada provincia y comunidad espa?ola. ?Todos los paganos defienden que su propuesta tur¨ªstica es la mejor y que triunfan en Fitur! ?C¨®mo es esto posible? Pues a¨²n hay otra mejor. Ninguna de todas las instituciones tur¨ªsticas piensa que el turista es una persona, vestido con pantal¨®n corto, pero al fin y al cabo un cliente que toma las propias decisiones seg¨²n su patr¨®n de ocio. Siguen pensando en el cliente masa. Lo dice hasta Price Waterhouse: no hay que cambiar la oferta, hay que estar atentos a lo que quiere la demanda personalizada. Aunque las propuestas pol¨ªticas no entienden de sujetos ciudadanos, s¨®lo de electores.

Pero casi resulta m¨¢s divertido ver c¨®mo el socialista Manuel Chaves (presidente de la Junta de Andaluc¨ªa) defiende el modelo tur¨ªstico asentado en su territorio, pidiendo que sigan viniendo a millones a comer pescadito a sus playas y a jugar al golf en las urbanizaciones, mientras el aspirante a la Generalitat Valenciana, Joan Ignasi Pla, habla de hacer una nueva "hoja de ruta" del turismo en esta Comunidad porque no quiere a los comedores de paella ni hacer campos de golf. Por supuesto, el del PP andaluz, Javier Arenas, tambi¨¦n dice que hay que cambiar el modelo tur¨ªstico de las sevillanas. Eso s¨ª. Todos est¨¢n con el turismo sostenible, que debe ser cosa de prohibir que coman pipas en el Postiguet.

Por eso no es de recibo esa obsesi¨®n en la Comunidad Valenciana por plantear permanentemente un cambio en un negocio que funciona bien. Siempre a vueltas con la misma historia. Es un riesgo que asumen los pol¨ªticos que quieren gobernar, pero no se lo escuchar¨¢n decir a quienes ponen los euros encima de la mesa. Catal¨¢ Chana reinvent¨® Benidorm hace veinte a?os desde una alcald¨ªa socialista y el negocio sigue funcionando.

Por eso los empresarios del ramo lo que piden son mejores condiciones ambientales para traer m¨¢s de lo mismo, que es donde est¨¢ el beneficio. Al fin y al cabo desde Chaves (Andaluc¨ªa) a Jaume Matas (Baleares), todos dicen que el turismo y la construcci¨®n son la receta m¨¢gica para el crecimiento econ¨®mico. Aqu¨ª queremos descubrir un Mediterr¨¢neo que es de m¨¢ximo inter¨¦s para millones de espa?oles y extranjeros que quieren reflejarse en sus aguas todos los d¨ªas. ?Con m¨¢s orden y concierto? De acuerdo. Pero el cliente es el que manda hasta cuando pregunta: ?No ser¨¢ una barbaridad decir que mi apartamento quedar¨¢ bajo el agua con el cambio clim¨¢tico?

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