La apuesta medioambiental

En los 25 a?os transcurridos desde que se promulg¨® el vigente Estatuto los asuntos relacionados con el medio ambiente y el urbanismo han dejado de tener una consideraci¨®n de segundo orden para convertirse en una materia mayor. Empujados por una creciente sensibilidad social y por la necesidad de respuesta a los efectos que sobre el territorio y los recursos naturales est¨¢ causando el desarrollo producido en este tiempo, es notorio que hoy ocupan un lugar preferente en el orden de las agendas pol¨ªticas.

En consecuencia, es l¨®gico que este salto tenga su reflejo en el nuevo Estatuto que se somete a refer¨¦ndum el pr¨®ximo d¨ªa 18, que consagra el derecho de todos los ciudadanos a vivir en un medio ambiente "equilibrado sostenible y saludable"; y la obligaci¨®n de protegerlo como uno de los objetivos "b¨¢sicos" de la comunidad. El Estatuto dedica todo un t¨ªtulo, el VII, a fijar las responsabilidades de los poderes p¨²blicos en la materia, una de ellas el establecimiento de una fiscalidad ecol¨®gica con medidas preventivas, correctoras y compensatorias de los da?os que se causen.

El medio ambiente gana categor¨ªa de derecho y obligaci¨®n para los ciudadanos

"El nuevo Estatuto trae cosas muy positivas al dar carta de naturaleza a aspectos que antes no ven¨ªan con un desarrollo muy afortunado, y al hacerlo convierte ya en una obligaci¨®n del Parlamento y el Gobierno llevarlo a la pr¨¢ctica con pol¨ªticas que lo desarrollen", asegura el dirigente de Ecologistas en Acci¨®n y asesor urban¨ªstico de la gestora de Marbella, Javier de Luis.

Como reconoce el catedr¨¢tico de Bot¨¢nica Baltasar Cabezudo, adem¨¢s del mencionado t¨ªtulo, "todo el texto estatutario est¨¢ repleto de positivas referencias medioambientales". La protecci¨®n del medio ambiente ya se consideraba un objetivo b¨¢sico de la comunidad en el Estatuto vigente, pero en el nuevo texto se hace una formulaci¨®n m¨¢s profunda. El art¨ªculo 10, entre otros objetivos de la comunidad, se?ala "la mejora de la calidad de vida de los andaluces y andaluzas mediante la protecci¨®n de la naturaleza y del medio ambiente, la adecuada gesti¨®n del agua y la solidaridad interterritorial en su uso y distribuci¨®n, junto con el desarrollo de los equipamientos sociales, educativos, culturales y sanitarios, as¨ª como la dotaci¨®n de infraestructuras modernas".

En el nuevo texto, el medio ambiente gana categor¨ªa de derecho y obligaci¨®n para los ciudadanos. As¨ª, el art¨ªculo 28 establece que "todas las personas tienen derecho a vivir en un medio ambiente equilibrado, sostenible y saludable, as¨ª como a disfrutar de los recursos naturales, del entorno y del paisaje en condiciones de igualdad, debiendo hacer un uso responsable del mismo para evitar su deterioro y conservarlo para las generaciones futuras, de acuerdo con lo que determinen las leyes". Adem¨¢s, "se garantiza este derecho mediante una adecuada protecci¨®n de la diversidad biol¨®gica y los procesos ecol¨®gicos, el patrimonio natural, el paisaje, el agua, el aire y los recursos naturales".

Uno de los avances m¨¢s significativos es en la definici¨®n de los principios rectores de las pol¨ªticas p¨²blicas, entre los que enumera el respeto al medio ambiente, y "el impulso y desarrollo de las energ¨ªas renovables, el ahorro y la eficiencia energ¨¦tica". Pero adem¨¢s figura tambi¨¦n lo que, en opini¨®n del presidente del consejo superior de Colegios de Arquitectos de Espa?a, Carlos Hern¨¢ndez-Pezzi, puede considerarse ejemplo del progresismo del nuevo texto: "El uso racional del suelo, adoptando cuantas medidas sean necesarias para evitar la especulaci¨®n y promoviendo el acceso de los colectivos necesitados a viviendas protegidas".

Hern¨¢ndez-Pezzi considera el nuevo Estatuto "el texto m¨¢s innovador en materia de sostenibilidad y calidad de vida, para una comunidad en la que hay a¨²n grandes posibilidades de hacer un desarrollo sostenible, con energ¨ªas renovables y un uso racional de recursos como el agua y el suelo". "Es una base para una pol¨ªtica estrat¨¦gica m¨¢s coherente que muchas legislaciones estatales", concluye.

En el caso concreto del urbanismo hay un gran avance del actual al nuevo texto. El Estatuto vigente se limita a enumerar, entre las competencias exclusivas de la comunidad, la "pol¨ªtica territorial: ordenaci¨®n del territorio y del litoral, urbanismo y vivienda". De esa declaraci¨®n de principios, se pasa a una definici¨®n mucho m¨¢s compleja y espec¨ªfica, y se abordan problemas que la experiencia acumulada en estos 25 a?os ha obligado a tratar, dejando bien sentadas las atribuciones que corresponden a la comunidad aut¨®noma y que en los ¨²ltimos tiempos se han puesto en entredicho desde algunas posiciones.

Las competencias exclusivas en urbanismo se detallan ahora en el art¨ªculo 56 con 10 puntos diferentes, entre los que cabe destacar el tercero. En este punto queda claro que la Administraci¨®n andaluza es competente en la regulaci¨®n del r¨¦gimen urban¨ªstico del suelo; en el planeamiento y gesti¨®n urban¨ªstica; en la pol¨ªtica del suelo y vivienda y en la protecci¨®n de la legalidad urban¨ªstica, "que incluye en todo caso" la inspecci¨®n urban¨ªstica o las ¨®rdenes de suspensi¨®n de obras y licencias.

El t¨ªtulo VII, dedicado monogr¨¢ficamente al medio ambiente, contiene 12 art¨ªculos relativos a la conservaci¨®n de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales, la producci¨®n y el desarrollo sostenible, los residuos, el desarrollo tecnol¨®gico y biotecnol¨®gico, la prevenci¨®n de incendios forestales y la lucha contra la desertificaci¨®n, la protecci¨®n ante la contaminaci¨®n, el desarrollo rural, el uso eficiente del suelo y sistemas integrales de transporte, la utilizaci¨®n racional de los recursos energ¨¦ticos, la protecci¨®n de los animales y los incentivos y medidas fiscales.

En ellos se obliga a las administraciones p¨²blicas a impulsar medidas de ahorro y eficiencia energ¨¦tica, al desarrollo de energ¨ªas renovables y limpias, a compatibilizar el desarrollo econ¨®mico con la protecci¨®n del medio ambiente, o a evitar los desequilibrios de poblaci¨®n entre distintos territorios.

Baltasar Cabezudo destaca del nuevo Estatuto "la inequ¨ªvoca apuesta por la conservaci¨®n de la biodiversidad y el uso sostenible de nuestros recursos naturales y energ¨¦ticos".