La m¨¢quina ha vuelto
Wilkinson, que llevaba desde 2003 sin jugar al rugby por las lesiones, logra 27 de los 42 puntos de Inglaterra ante Escocia en el Seis Naciones
Jonny Wilkinson volvi¨® el s¨¢bado a jugar con Inglaterra y no lo pudo hacer mejor. Regres¨® por la puerta grande. Contra Escocia, sangrando por la boca desde el primer minuto, logr¨® un ensayo y adem¨¢s coloc¨® dos transformaciones, cinco golpes de castigo y un drop entre palos durante el primer partido de su equipo en el torneo Seis Naciones (42-20). El hombre que se convirti¨® en h¨¦roe nacional en la pr¨®rroga de la final del Mundial de Rugby 2003, contra Australia, gracias al hist¨®rico drop que le dio la victoria a Inglaterra en la final de Sidney, se puso la zamarra blanca con la rosa y, a patadas, por supuesto, consigui¨® para Inglaterra la Calcuta Cup, logrando 27 de los 42 puntos que marc¨® su equipo ante Escocia (42-20). Con tal registro, Wilkinson (Finley, 1979) super¨® el record en poder de Rob Andrew (24) convirti¨¦ndose en el ingl¨¦s que mas puntos anota en un partido contra Escocia. Siempre modesto, sus declaraciones al t¨¦rmino del encuentro restaron trascendencia a lo conseguido: "Todo el mundo cree que he hecho algo grande, pero no hay para tanto. El equipo ha jugado a gran nivel y yo he cumplido con mi trabajo, que es hacer puntos". "Ha sido un placer volver a verle correr a mi lado" declar¨® el center Robinson, que como La M¨¢quina tambi¨¦n volv¨ªa el s¨¢bado a la competici¨®n.
Wilkinson no jugaba con Inglaterra desde que le dio el titulo de campe¨®n del Mundo, lo que, al tiempo, le consigui¨® el reconocimiento de la Reina, que le invisti¨® Miembro de M¨¦rito del Imperio Brit¨¢nico. El apertura llevaba 30 partidos sin jugar con su pa¨ªs y en las ¨²ltimas doce semanas s¨®lo hab¨ªa jugado a nivel competitivo 45 minutos de un partido, por lo que su alineaci¨®n contra Escocia generaba, cuando menos, dudas. Pese a su acierto contra los escoceses, los cr¨ªticos m¨¢s puristas, y los aficionados mas ortodoxos de las tertulias de los pubs, siguen cuestionando al ni?o bonito, como le conocen los rudos rugbyman ingleses.
"Escocia no le presion¨®, ya veremos que hace contra Irlanda". o bien "el mejor del partido fue Harry Ellis" son algunas de las perlas que se pudieron leer o escuchar al termino del desigual duelo contra Escocia, equipo correoso pero falto de capacidad f¨ªsica para combatir a equipos r¨¢pidos, siempre que les saques del barro y la lluvia de las Highlands. Ellis, medio de mel¨¦ ingl¨¦s, escogido como jugador m¨¢s valioso del partido por la prensa especializada, fue se?alado como el mayor culpable de las oportunidades para tirar a palos de las que dispuso el ayer acertado Jonny Wilkinson, sin duda uno de los mayores talentos que haya generado nunca el rugby ingl¨¦s.
Su trabajo le ha costado. En su autobiograf¨ªa, uno de los cuatro libros disponibles en las estanter¨ªas de las librer¨ªas inglesas sobre su persona, explica con orgullo c¨®mo siendo un adolescente no perdonaba un entrenamiento ni el d¨ªa de Navidad. "Cog¨ªa el bal¨®n y lloviera o nevara, practicaba durante horas". ?l no lo cuenta pero otros libros si: Jonny es lo que su padre quiso que fuera, el mejor jugador ingl¨¦s de la historia golpeando el bal¨®n con los pies. Dice la leyenda que de ni?o le infl¨® a hormonas de crecimiento y que por eso, a los 28, pasa m¨¢s tiempo superando lesiones musculares que en el campo.
Extra?o jugador de rugby, es perfecto durante los dos primeros tiempos, pero aburrid¨ªsimo en el tercero: no le gusta beber. A Wilkinson, escogido hace cuatro a?os por votaci¨®n popular en el The Sun como el nieto que todas las abuelas inglesas quisieran tener, no se le conocen ning¨²n tipo de esc¨¢ndalo en su juventud: ni peleas, ni altercados con chicas, ni borracheras, lo que siempre ha hecho desconfiar a sus compa?eros, que llegaron a poner en duda su hombr¨ªa. Cuesti¨®n de prejuicios. Pero Wilkinson nunca falla y durante su carrera ha resuelto partidos a cientos, gracias a su facilidad para activar el drop -suerte de remate con el pie a bote pronto-, y para transformar golpes de castigo, est¨¦ el mel¨®n plantado donde est¨¦. Como hizo el s¨¢bado, el d¨ªa que La Maquina volvi¨® a ponerse el 10 con la rosa.
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