Ay

No hay nada tan desolador ni tan siniestro como el abuso de seres indefensos cometido por aquellos que supuestamente est¨¢n ah¨ª para protegerlos: padres que maltratan a sus hijos, cascos azules de la ONU que violan a mujeres refugiadas, polic¨ªas que jalean a los criminales en lugar de defender a las v¨ªctimas, como se ve en la foto del asesino nacionalista turco festejado como un h¨¦roe en comisar¨ªa. Parecida inquietud me produce el caso de la Sociedad Protectora de Animales de Palencia. He recibido dos decenas de denuncias contra esa protectora que ofrecen una imagen dantesca del lugar. Seg¨²n los firmantes, este centro de acogida para animales abandonados, para criaturas que no tienen nada y que a nadie importan, es en realidad un sitio brutal. Y as¨ª, dicen que el presidente sacrifica animales sanos de modo "indiscriminado y arbitrario", y que adem¨¢s lo hace sin estar cualificado para ello; de hecho, el Colegio de Veterinarios le acus¨® de intrusismo profesional en 2005. Aseguran tambi¨¦n (y adjuntan fotos) que hay animales maltratados: por ejemplo, perros que han permanecido en el centro durante semanas con patas rotas u otras terribles heridas sin ser atendidos. Yo no s¨¦ qu¨¦ estar¨¢ pasando en Palencia (el presidente de la protectora, claro est¨¢, lo niega todo), pero en cualquier caso es verdad que, a veces, algunos tipos sin escr¨²pulos montan protectoras de animales que traicionan su nombre y que s¨®lo son meros chiringuitos para recibir subvenciones de los ayuntamientos. ?Es tan f¨¢cil abusar de los animales abandonados! Son las v¨ªctimas perfectas, las m¨¢s desamparadas y silenciosas.

Tambi¨¦n produce cierta congoja la entrevista que sacan en la revista 6Toros6 con el profesor Illera, director del Departamento de Fisiolog¨ªa Animal de la Facultad de Veterinaria de la Complutense. Congoja y pasmo turulato, porque este veterinario (que, como tal, deber¨ªa cuidar de los animales) dice haber hecho un estudio que demuestra que el toro de lidia no padece: "Yo podr¨ªa aseverar perfectamente que ese animal no sufre. As¨ª como lo digo: no sufre dolor", llega a asegurar en la impagable entrevista el tal Illera, que sin duda en su anterior reencarnaci¨®n debi¨® de ser astado de Mihura y por eso lo sabe. Ser¨ªa hasta chistoso si no doliera. Ay.