Los ayatol¨¢s piden prudencia al presidente

Jatam¨ª pide calma. Rafsanyani, que se hable con m¨¢s prudencia. Y un peri¨®dico cercano al l¨ªder supremo contradice al presidente. Son s¨ªntomas del creciente malestar de las ¨¦lites gobernantes iran¨ªes con el rumbo que el presidente Mahmud Ahmadineyad ha dado al pa¨ªs. Ya no son s¨®lo los intelectuales, los hombres de negocios o los reformistas quienes critican el coste del desaf¨ªo nuclear. La presi¨®n exterior agrava una econom¨ªa enferma y sin visos de sanar. Ahora bien, si de las amenazas se llega a pasar a los hechos, los iran¨ªes pueden reaccionar uni¨¦ndose. Y Ahmadineyad est¨¢ cultivando el orgullo nacional.

"En el a?o y medio que lleva al frente del Gobierno, no s¨®lo ha empeorado la econom¨ªa, sino que ha arruinado el trabajo diplom¨¢tico de Jatam¨ª y nos ha metido en el embrollo del Consejo de Seguridad", conf¨ªa un alto funcionario a la espera de tiempos mejores. Son numerosos los pol¨ªticos, cl¨¦rigos y ex funcionarios moderados que responsabilizan de su aislamiento internacional a la ret¨®rica desafiante de Ahmadineyad. En su opini¨®n, esa actitud ha contribuido a que las grandes potencias aprobaran la ¨²ltima resoluci¨®n de la ONU, que impone sanciones a Ir¨¢n si no renuncia a su programa nuclear antes del pr¨®ximo d¨ªa 21.

150 diputados han firmado una carta criticando la actual pol¨ªtica econ¨®mica

"Necesitamos paciencia y no actuar de forma impulsiva", ha dicho el ex presidente Jatam¨ª

Y es precisamente el riesgo de que esas amenazas se concreten lo que est¨¢ alimentando las advertencias de sus rivales pol¨ªticos. "Necesitamos tener una visi¨®n a m¨¢s largo plazo y hablar con mayor prudencia", manifest¨® durante un reciente serm¨®n el influyente Al¨ª Akbar Hachem¨ª Rafsanyani, en clara cr¨ªtica a las provocadoras declaraciones de Ahmadineyad. Tambi¨¦n Jatam¨ª ha hecho un llamamiento a la calma durante el reciente foro de Davos. "Necesitamos paciencia y entendimiento, no actuar de forma impulsiva", afirm¨® el ex presidente bajo cuyo mandato Ir¨¢n aplic¨® una moratoria en el enriquecimiento de uranio.

Pero las diferencias no acaban ah¨ª. Da la impresi¨®n de que incluso la m¨¢s alta instancia de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, empieza a estar preocupado por el curso de los acontecimientos. Aunque resulta dif¨ªcil saber cu¨¢l es su postura, un peri¨®dico considerado cercano al l¨ªder supremo, Jumhuri Eslami, ha acusado al presidente de "utilizar la cuesti¨®n nuclear para distraer a la opini¨®n p¨²blica del fracaso de sus pol¨ªticas". El mismo diario tambi¨¦n ha criticado que tachara de "papel mojado" la resoluci¨®n de la ONU y advertido de que las sanciones da?ar¨¢n a Ir¨¢n.

Otro signo de malestar se ha visto en el Parlamento, mayoritariamente conservador. A mediados de enero, 150 de los 290 diputados, incluidos algunos aliados del propio Ahmadineyad, firmaron una carta criticando la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, por no lograr frenar ni el paro ni la inflaci¨®n. Parte de ellos ha llegado a proponer una moci¨®n de censura. Aunque parece improbable que logren qu¨®rum, da una idea del estado de ¨¢nimo de la C¨¢mara y de las dificultades que aguardan al presidente en el debate del nuevo presupuesto la semana pr¨®xima.

"Ha ido en contra del establishment pol¨ªtico, sin invitar a nadie a participar, ni siquiera a los conservadores. No hay representantes de ninguna facci¨®n que no sea la suya en el Gobierno ni en cargos pol¨ªticos", explicaba el polit¨®logo Naser Hadian a esta corresponsal durante la ¨²ltima campa?a electoral.

Hasta los cl¨¦rigos de Qom, el centro espiritual del pa¨ªs, han dejado filtrar su disgusto con el presidente. Para los observadores, no pas¨® inadvertida la ausencia de Ahmadineyad el pasado 9 de enero en las ceremonias que recuerdan la revuelta de esa ciudad en 1978. Seg¨²n algunos diarios locales, las diferencias son de car¨¢cter "moral y cultural". Se refieren a su presencia en la inauguraci¨®n de los Juegos Asi¨¢ticos en Doha (donde habr¨ªa presenciado bailes en los que participaban mujeres) o la carta que escribi¨® a Benedicto XVI. Pero el ayatol¨¢ Al¨ª Montazeri, que fuera delf¨ªn de Jomeini, tambi¨¦n ha criticado "los extremismos que no sirven a los intereses del pueblo". "Algo est¨¢ ocurriendo", afirma un financiero del sector privado, a quien, m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, le preocupa la mala gesti¨®n del pa¨ªs. "Parece que la presi¨®n est¨¢ teniendo efecto en las ¨¦lites gobernantes porque ahora todo el mundo le critica", a?ade.

Sin embargo, debe evitarse concluir que aumentando la presi¨®n se producir¨¢ el cambio pol¨ªtico que a los pa¨ªses occidentales, y a muchos iran¨ªes, les gustar¨ªa ver. En numerosas conversaciones privadas mantenidas con iran¨ªes educados de clase media que se muestran cr¨ªticos con el r¨¦gimen clerical, surge la advertencia de que un eventual ataque militar estadounidense reforzar¨ªa a la l¨ªnea dura que hoy por hoy controla el Gobierno. "Somos muy orgullosos y nacionalistas", justifican dando a entender que incluso los m¨¢s reformistas har¨ªan pi?a en torno a sus gobernantes.

"Washington se equivocar¨ªa si llegara a la conclusi¨®n de que su postura m¨¢s agresiva contra Ir¨¢n en Irak y el incremento de su fuerza naval en el Golfo, no digamos ya una intervenci¨®n militar directa, producir¨ªa grietas en el r¨¦gimen", advierte el International Crisis Group en un informe publicado ayer. "Una escalada militar pospondr¨ªa el cambio interno, reforzar¨ªa a los sectores m¨¢s radicales y desatar¨ªa una respuesta iran¨ª que podr¨ªa escapar a todo control", concluye el grupo de an¨¢lisis.