"El hambre no tiene ideolog¨ªas"
A los 57 a?os, el obispo dimisionario y aspirante a la presidencia de Paraguay Fernando Lugo M¨¦ndez ha sacado del letargo y del derrotismo a la oposici¨®n pol¨ªtica de su pa¨ªs. Aunque todos los partidos lo apoyan como candidato ¨²nico para las presidenciales del pr¨®ximo a?o, de momento Lugo M¨¦ndez sigue sin decantarse por alguno de ellos. Y as¨ª, ni fue a la firma de la concertaci¨®n de todas las fuerzas pol¨ªticas el pasado lunes, ni a la presentaci¨®n del programa de gobierno de uno de los movimientos que lo apoya, Tekojoj¨¢ ("igualdad", en guaran¨ª).
Pregunta. ?Cu¨¢l es su estatus eclesial en este momento?
Respuesta. El 18 de diciembre pasado present¨¦ mi renuncia al ministerio pastoral. Pero para la Iglesia cat¨®lica, el sacramento del orden imprime car¨¢cter y hace de uno un sacerdote de por vida.
"Hay que buscar soluciones nuevas en los distintos pa¨ªses. Venezuela tendr¨¢ su proceso, Bolivia lo mismo y Paraguay tambi¨¦n"
"Paraguay est¨¢ en una situaci¨®n de emergencia; sue?o con un pa¨ªs de iguales, sin discriminaci¨®n"
"Despu¨¦s de estar 11 a?os en la zona m¨¢s pobre, vi que muchas soluciones pasan por la pol¨ªtica"
"La clave de la inversi¨®n es la seguridad, y en Paraguay hay una gran inseguridad jur¨ªdica"
P. ?C¨®mo se siente usted ante la reacci¨®n de la Iglesia, incluso de algunos de sus compa?eros, que han reaccionado de manera negativa ante su decisi¨®n?
R. Es la reacci¨®n normal. Yo reconozco que mi petici¨®n se enmarca dentro de una falta disciplinaria de la Iglesia, en la cual el derecho can¨®nigo proh¨ªbe a los cl¨¦rigos participar en pol¨ªtica partidaria o en el ejercicio de funciones p¨²blicas. Pero m¨¢s all¨¢ del derecho can¨®nigo existen otros valores, como la tradici¨®n y la fuente misma, el testimonio de la vida de Jes¨²s, que en alguna ocasi¨®n se sale de los paradigmas jur¨ªdico-legales y pone en primer lugar a la persona. Y creo que Paraguay est¨¢ en una situaci¨®n de emergencia. Para bien o para mal, monse?or Lugo gener¨® una suerte de esperanza, de ilusi¨®n. Y sue?o con esa gente que es posible construir un pa¨ªs diferente, de iguales, sin discriminaciones.
P. ?Fue dif¨ªcil llegar a esta decisi¨®n?
R. Fue una decisi¨®n dolorosa y gozosa al mismo tiempo. Dolorosa, porque es muy dif¨ªcil dejar 30 a?os de sacerdocio, de vida misionera y gozosa, porque pienso en conciencia que lo que he hecho est¨¢ bien, recibiendo el aval y el apoyo de tanta gente en Paraguay, especialmente de las comunidades cristianas. Es una opci¨®n que hasta ahora considero racional, hecha en conciencia y en libertad para ejercer desde el campo de la pol¨ªtica, la misma caridad cristiana.
P. ?Por qu¨¦ pens¨® que era el momento apropiado?
R. Despu¨¦s de 11 a?os de estar en San Pedro de Ycuamandiy¨², que es la zona m¨¢s pobre del pa¨ªs, me percat¨¦ de que muchas de las soluciones a los problemas sociales -la pobreza, la falta de salud, la falta de educaci¨®n-, por lo menos ac¨¢ en Paraguay, pasa por la cuesti¨®n pol¨ªtica. Uno puede tener muy buenas intenciones, dar muy buenos consejos, incluso denunciar prof¨¦ticamente muchas cosas; pero la situaci¨®n no ha cambiado. Y ha empeorado la corrupci¨®n, hay mayor pobreza, la falta de posibilidades de estudio, de salud. He decidido buscar las soluciones desde el ¨¢mbito pol¨ªtico.
P. Sin precisar si piensa volcarse a la izquierda o a la derecha pol¨ªtica, usted habla de crear un nuevo Paraguay. ?Podr¨ªa explicar su visi¨®n?
R. El hambre no tiene ideolog¨ªas. Tampoco la enfermedad, ni la falta de educaci¨®n que se da en todos los sistemas ideol¨®gicos. Jocosamente, los campesinos en el Paraguay dicen "Ruta hu ndoicolori", es decir, la ruta asfaltada -ruta negra, literalmente- no tiene color. La ruta asfaltada no pertenece ni es monopolio de ning¨²n partido. El asfalto tiene que llegar con el desarrollo, con el progreso. Por hoy no existen las ideolog¨ªas qu¨ªmicamente puras. Creo que hay una convergencia de ideolog¨ªas y creo que hay problemas complejos y diversos a los cuales hay que ir buscando soluciones nuevas en los distintos pa¨ªses. Venezuela tendr¨¢ su proceso, Bolivia lo mismo y Paraguay tendr¨¢ que encontrar soluciones a sus problemas reales.
P. Paraguay se ha quedado aislado del mundo, ?c¨®mo va a acercarlo y a la vez iniciar un proceso de revoluci¨®n y de cambios?
R. Desde la Iglesia dec¨ªamos muchas veces que Paraguay se identifica con el Gobierno y que es un Gobierno sin rumbo. Yo creo que tenemos que marcarnos un horizonte. Un modelo, un proyecto de pa¨ªs. Mostrar un pa¨ªs que no sea ¨²nicamente conocido por su ilegalidad, su corrupci¨®n o su falta de justicia.
P. Usted habla de un Paraguay m¨¢s equitativo, pero si un inversor dice "ah, monse?or Lugo es de tendencia socialista, va a haber invasiones de tierras, va a haber privatizaciones...", ?qu¨¦ le dir¨ªa sobre su visi¨®n del pa¨ªs?
R. Primero tenemos que aclarar que actualmente los inversores no quieren venir a Paraguay, estando o no estando monse?or Lugo. Igual no quieren venir. ?Por qu¨¦? Porque hay una gran inseguridad jur¨ªdica. La clave de la inversi¨®n es la seguridad. El sistema jur¨ªdico paraguayo debe ser reformado. No puede ser que una Corte Suprema de Justicia responda a intereses pol¨ªticos y sea al mismo tiempo cuota pol¨ªtica de los partidos. As¨ª, los jueces no pueden responder objetivamente. No podr¨¢n responder equitativamente. Entonces, uno de los grandes desaf¨ªos es garantizar la seguridad jur¨ªdica, y eso va a garantizar el sistema laboral, el crecimiento econ¨®mico equitativo.
P. ?C¨®mo es su proyecto pol¨ªtico?
R. Yo creo en un liderazgo colectivo que traigo de la experiencia de la Iglesia. Un liderazgo compartido con responsabilidad y solidario. No creo en el ¨²nico l¨ªder que estuvimos acostumbrados a escuchar durante la dictadura. Un proyecto pol¨ªtico temporal nunca dar¨¢ el gusto a todas las personas; por eso creo en un proyecto de pa¨ªs que se puede hacer entre todos. Creo que se puede sumar y construir.
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