?Tortillas o biocombustibles?

Los biocombustibles est¨¢n de moda. En todo el mundo -desde Estados Unidos hasta Indonesia- se sustituyen campos de cultivo de alimentos por desiertos verdes. Peque?os cultivos y bosques por extensos monocultivos de oleaginosas para producir bioetanol y biodi¨¦sel biocombustible. Una alternativa rentable tanto al declive de la producci¨®n de petr¨®leo como a la creciente inseguridad energ¨¦tica. Todo parecen ventajas.

Sin embargo, ese mercado de biocombustibles en vertiginoso ascenso est¨¢ afectando la vieja necesidad de alimentarse de los m¨¢s pobres. Lo hemos visto ¨²ltimamente en las manifestaciones de M¨¦xico despu¨¦s de que la principal comercializadora de grano del mundo, la norteamericana Cargill, hubiera preferido vender el ma¨ªz a las compa?¨ªas energ¨¦ticas norteamericanas a futuro que a las tortiller¨ªas mexicanas al presente. En M¨¦xico, cuna de este cereal, la tortilla dobl¨® autom¨¢ticamente su precio. Este fen¨®meno se est¨¢ reproduciendo en muchos otros lugares. As¨ª, nuestro voraz consumo energ¨¦tico en el Norte se enfrenta hoy a la seguridad alimentaria del Sur. Se confrontan derechos de distinta naturaleza entre personas muy alejadas entre s¨ª. Derecho, por ejemplo, a utilizar aires acondicionados o manejar autom¨®viles cuatro por cuatro en Espa?a, frente al derecho a alimentarse con tortillas de ma¨ªz (lo m¨¢s barato de comer en Am¨¦rica Latina) de los que est¨¢n en la retaguardia de la globalizaci¨®n. Una nueva interferencia peligrosa y de moda que debemos tener muy en cuenta.