Cuestiones de g¨¦nero y n¨²mero

Imag¨ªnense que el Estatuto que se va votar el 18-F dijera: "La presidenta de la Junta dirige y coordina la actividad del Consejo de Gobierno. Y que en el siguiente afirmara: "A los efectos del presente Estatuto, gozan de la condici¨®n pol¨ªtica de andaluzas los ciudadanos espa?oles que (...)". Y en el de m¨¢s all¨¢: "El Parlamento estar¨¢ compuesto por 90 a 110 diputadas". O: "Los derechos y deberes fundamentales de las andaluzas son los establecidos en la Constituci¨®n". Probablemente, casi el 49% del censo electoral no se sentir¨ªa concernido y se preguntar¨ªan: ?d¨®nde est¨¢n los andaluces?, ?y los diputados?, ?y el presidente? La Real Academia dir¨ªa, imaginariamente: "Ignorantes, hay que utilizar el gen¨¦rico femenino".

"Primero hay que ir a votar. Y luego, adonde haya que ir y pedir que se cumpla"

"Hay un empresariado machista y todo lo que tiene tintes de igualdad lo consideran costoso"

Eso es lo que dice el Estatuto ahora vigente y que se corrige, s¨®lo en una peque?a parte, en la reforma que se va votar el 18-F porque a los ponentes de la reforma estatutaria del Parlamento andaluz no les "dio tiempo" a escribir t¨¦rminos inclusivos desde el primer d¨ªa que se pusieron a redactar. Por primera vez se ha intentado limar el lenguaje sexista en una ley org¨¢nica, pese a la opini¨®n contraria de la Real Academia Espa?ola y de algunos dirigentes pol¨ªticos.

"Se habla de andaluz y andaluza y aunque el lenguaje sexista no est¨¢ completamente erradicado, se ha dado un paso importante para hacernos visibles en el Estatuto", afirma Rafaela Pastor, presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de las Mujeres.

Con ser significativo, no es esto lo m¨¢s importante del Estatuto. Las pol¨ªticas de igualdad entre mujeres y hombres entreveran el nuevo texto a trav¨¦s de 17 art¨ªculos, mientras que en el de 1981 tan s¨®lo habr¨ªa una referencia.

La paridad pol¨ªtica en las listas electorales y "en todos los ¨¢mbitos de toma de decisiones de la Junta de Andaluc¨ªa" son nuevos mandatos estatutarios que ser¨¢n de obligado cumplimiento y no depender¨¢n de la voluntad pol¨ªtica de los gobernantes. Este es uno de los avances del Estatuto que se da ya por descontado porque el Gobierno y Parlamento andaluces cumplen con esa norma de que ning¨²n sexo tenga una representaci¨®n inferior al 40%, pero a¨²n falla en la Administraci¨®n, donde la presencia de mujeres en los altos cargos es del 33%.

Tanto Pastor, como la secretaria de la Mujer de UGT, Marilola Gavil¨¢n, destacan sobre todo el art¨ªculo 167 en el cap¨ªtulo de Empleo en el que proclama la igualdad en el trabajo, incluida la retribuci¨®n, la formaci¨®n y la promoci¨®n profesional, y el que propugna el impulso de las pol¨ªticas de conciliaci¨®n laboral y familiar (art¨ªculo 168). En Andaluc¨ªa, los hombres cobran un 24% m¨¢s que las mujeres, seg¨²n el Informe de Impacto de G¨¦nero e la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda de 2007. "Hacemos lo que podemos, pero tenemos a un empresariado retr¨®grado y machista y todo lo que tiene tintes de igualdad lo consideran costoso", afirma la sindicalista, quien reconoce que en las mesas de negociaci¨®n "no hay mujeres". En UGT hay 4.000 delegadas, frente a 14.000 delegados, as¨ª que cuando se le pregunta c¨®mo un sindicato puede firmar un convenio con distinto sueldo por raz¨®n de sexos contesta: "Lo intentamos en todos los convenios, pero tenemos un problema: ya cuesta bastante conciliar la vida familiar para adem¨¢s meterte en un sindicato y, adem¨¢s, algunas mujeres piensa que nuestro salario es un complemento del hombre", admite.

Beatriz Carrillo de los Reyes, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Gitanas Universitarias (Amuradi) pone la vista en el art¨ªculo 15 en el t¨ªtulo de Derechos, que dice: "Se garantiza la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todos los ¨¢mbitos". A su juicio, con el Estatuto en la mano se "puede dar un cambio fulminante en la sociedad". No obstante, esta asociaci¨®n considera "insuficiente la perspectiva ¨¦tnica" del Estatuto, ya que s¨®lo en el art¨ªculo 10 se aboga por la plena incorporaci¨®n de la comunidad gitana. "Llevamos 600 a?os viviendo en esta tierra y otros sectores tienen m¨¢s plasmaci¨®n", se queja.

Estas tres representantes consideran que las mujeres tienen m¨¢s razones que los hombres para ir a votar el pr¨®ximo d¨ªa 18. "Primero hay que ir a votarlo", afirma Pastor, quien recuerda que en el censo hay 142.000 mujeres m¨¢s que hombres. "Y luego, cuando veamos que se cobra un 30% menos de salario, ir adonde haya que ir con el Estatuto en la mano y pedir que lo que dice se cumpla".

La dirigente sindicalista sostiene: "Tenemos m¨¢s razones que ellos para ir a votar. Es la primera vez que en un Estatuto se recogen tanto art¨ªculos por la igualdad y lo que deber¨ªamos es tirarnos a la calle y pedir el s¨ª. El Estatuto, por s¨ª s¨®lo, no resuelve la situaci¨®n, pero s¨ª ayuda y en caso de incumplimiento podemos denunciarlo".