La hermana peque?a
El ¨¦xito de Anatom¨ªa de Grey, que el jueves inici¨® su tercera temporada en Cuatro, es medicinal. Por alguna raz¨®n que todos sabemos y ninguno de nosotros entiende, la ficci¨®n del desastre nos reconforta, tanto en las pel¨ªculas o series de cataclismos naturales como en aquellas que tratan percances ¨ªntimos: las urgencias hospitalarias, los accidentes, los juicios. M¨¢s de una vez hemos visto sin desaz¨®n corazones en la mano del personal de ese hospital de Seattle que centra la acci¨®n de Anatom¨ªa de Grey, y el jueves el cl¨ªmax fue la doble operaci¨®n en alternancia de un tumor cerebral y una rama de ¨¢rbol incrustada en un joven siniestrado (la serie engancha, aunque su realizaci¨®n no pase de convencional, con esas peque?as unidades dram¨¢ticas jalonadas de im¨¢genes de la ciudad y el casi constante uso videocl¨ªpico de la m¨²sica). En su fascinante ensayo Naufragio con espectador (Visor), Hans Blumenberg da una clave, citando a Lucrecio: "Es grato, cuando azotan los vientos en liza las altas olas del mar, observar desde la lejana orilla los apuros de otro, no para recrearse con el espect¨¢culo de la desgracia ajena, sino para ver de qu¨¦ calamidad nos hemos librado".
Las televisiones han observado la cat¨¢strofe privada de ?rika Ortiz con relativa contenci¨®n, quiz¨¢ porque se les forz¨® a estar en la orilla, sin tirarse al agua caldosa del sensacionalismo: una l¨ªnea infranqueable en el tanatorio y -as¨ª se sugiri¨® ayer en El programa de Ana Rosa (Tele 5)- un toque desde la Casa Real para que no se mencione m¨¢s la palabra suicidio. En el propio d¨ªa de la incineraci¨®n, la Campoy llev¨® a Las ma?anas de Cuatro a Paloma G¨®mez Borrero, y Tele 5, a Luis Mar¨ªa Anson; o¨ªr a estos dos, lejos de aliviar da cierto picor cut¨¢neo. En su tertulia del viernes, Ana Rosa quiso pasar a la historia, como Blair, y dijo que do?a Letizia se hab¨ªa ganado, con su frase ante los periodistas, el t¨ªtulo de "princesa del pueblo". Desde luego fue emocionante compartir la dificultad de su desdicha. "Mi hermana peque?a", musit¨®. En ese adjetivo estaba el misterio del dolor humano. Quiz¨¢ su cura.
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