Aumenta la sensaci¨®n de inseguridad pese a que los delitos graves se frenan o disminuyen

La delincuencia en Catalu?a ni avanza de forma galopante, como se sostiene desde la oposici¨®n, ni retrocede notablemente; m¨¢s bien se encuentra desde hace a?os estancada. As¨ª se desprende de los indicadores sobre infracciones penales que manejan tanto la fiscal¨ªa como los distintos cuerpos policiales. Los delitos m¨¢s graves (intentos de asesinato, robos violentos) tienden a frenarse e incluso disminuyen, mientras que las faltas (da?os o peque?os hurtos) registran un ligero incremento. Aun as¨ª, la sensaci¨®n de inseguridad crece, seg¨²n reflejan las encuestas sobre victimizaci¨®n.

El Departamento de Interior empez¨® a elaborar en 1998, en ¨¦poca de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), la Encuesta sobre Seguridad P¨²blica. Uno de los objetivos era conocer el ¨ªndice de victimizaci¨®n de la sociedad catalana. Traducido: el porcentaje de ciudadanos que dicen haber sido v¨ªctimas de alg¨²n delito. Las cifras no han dejado de crecer a?o tras a?o: del 12,8% de 1998 se ha pasado al 16% de 2005, ¨²ltimo a?o del que hay datos.

Otro ejemplo: seg¨²n la encuesta trimestral del Ayuntamiento de Barcelona, la inseguridad es el principal problema -por encima del acceso a la vivienda- para el 22,3% de los barceloneses. Pero hay delitos que tienen especial influencia en la sensaci¨®n de inseguridad. Tal es el caso de los asaltos violentos a viviendas (38 el a?o pasado) o de los peque?os hurtos que se producen en la calle.

Los datos oficiales avalan la tesis de que la delincuencia no avanza globalmente respecto a a?os anteriores y s¨®lo en algunos tipos de delitos se producen incrementos -violencia familiar, hurtos y homicidio / asesinato- (v¨¦ase gr¨¢fico), que se compensan con la ca¨ªda, en algunos casos importante, de otros como los atracos a bancos, las tentativas de homicidio, el robo con intimidaci¨®n o los robos violentos a viviendas y comercios.

La Delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a informa de que la tasa de criminalidad en esta comunidad (54,2 infracciones por cada 1.000 habitantes) se sit¨²a ligeramente por encima de la media espa?ola, que est¨¢ en el 49,3, pero por debajo de la de otros territorios como Baleares (79,8), Madrid (66,9) y la Comunidad Valenciana (64,2).

Un indicador sobre seguridad es la memoria que redacta anualmente la Fiscal¨ªa General del Estado. En 2005, los juzgados iniciaron 563.187 diligencias previas, que supusieron un aumento del 3,7%, cuando en a?os anteriores se registraban ligeros descensos. Pero si se tiene en cuenta el aumento de poblaci¨®n (7 millones de habitantes a 31 de diciembre de 2005, frente a los 6,5 millones de 2001), el incremento de las diligencias instruidas es proporcional al crecimiento demogr¨¢fico producido.

Otra fuente sobre el estado de la delincuencia es la policial. El Departamento de Interior asegura que las infracciones -que son la suma de los delitos m¨¢s las faltas penales- aumentaron en 2006 el 1,21% respecto a 2005, y pasaron de 183.153 a 185.361. Son las faltas (peque?os hurtos, estafas de poca monta, da?os de escasa relevancia) las que m¨¢s crecen, el 2,8%.