Los suecos que reinventaron el g¨¦nero negro
Se publican en Espa?a las 10 novelas que escribieron al alim¨®n Maj Sj?wall y Per Wahl??
Maj Sj?wall (1935) y Per Wahl?? (1926-1975) escribieron, entre 1965 y 1975, 10 novelas policiacas, protagonizadas por el subinspector Martin Beck, que revolucionaron el g¨¦nero negro n¨®rdico e influyeron en toda Europa. El comisario Wallander, de Henning Mankell, recuerda bastante a Beck.
Algunos de sus t¨ªtulos, como El alegre polic¨ªa, El maniaco, Un ser abominable, La habitaci¨®n cerrada o El hombre que se esfum¨®, fueron publicadas en Espa?a en los a?os setenta por Noguer. M¨¢s tarde, tambi¨¦n Bruguera y Versal lanzaron otros. Pero es ahora, por primera vez, cuando se publican los 10 por orden cronol¨®gico, tal como hab¨ªa planificado la pareja sueca. Y eso es importante porque deben leerse como una larga novela de 300 cap¨ªtulos. La editorial que ha aceptado el reto es RBA, que sacar¨¢ un t¨ªtulo por a?o. El primero, Roseanna, ya est¨¢ en las librer¨ªas. El objetivo de Sj?wall y Wahl?? era utilizar los recursos de la novela policiaca para describir su sociedad desde un punto de vista cr¨ªtico: no era oro todo lo que reluc¨ªa en la id¨ªlica Suecia del bienestar y la socialdemocracia.
"Ten¨ªamos las mismas ideas y quer¨ªamos escribir novelas duras y cr¨ªticas, nada burguesas, pero que tambi¨¦n atraparan al lector"
"Despu¨¦s de la Guerra Mundial, de Hiroshima, ten¨ªamos la esperanza de un mundo mejor. Ahora ya no queda lugar para la esperanza"
Maj Sj?wall ha estado en Barcelona para participar en BCNegra. Su historia es fascinante. Los dos eran periodistas, los dos eran de izquierdas, los dos se apuntaron al partido comunista y ambos lo dejaron en 1969. "Segu¨ªamos siendo de izquierdas, pero ya no nos sent¨ªamos identificados con el PC".
"Per y yo nos conocimos en 1962 y enseguida fuimos m¨¢s que amigos. Per estaba casado, nos escrib¨ªamos cartas y nos encontr¨¢bamos en bares de periodistas. ?l estaba escribiendo dos cr¨®nicas sobre la pol¨ªtica espa?ola y adem¨¢s ten¨ªa que entregar una novela en dos semanas. Cada d¨ªa me dejaba en el bar el manuscrito con dos o tres folios en blanco al final para que los acabara yo".
As¨ª supieron que pod¨ªan trabajar juntos y emprendieron su aventura literaria. "Ten¨ªamos las mismas ideas y quer¨ªamos escribir novelas duras y cr¨ªticas, nada burguesas, pero que tambi¨¦n atraparan al lector, que fueran f¨¢ciles y asequibles La primera idea se nos ocurri¨® un d¨ªa que est¨¢bamos dando un paseo en barco por el canal que va de Estocolmo a Gotemburgo. En la cubierta iba una chica norteamericana de 20 o 25 a?os muy guapa. Per no paraba de mirarla y yo le dije: 'Vamos a matarla".
As¨ª naci¨® Roseanna. Una joven estadounidense de viaje por Europa es violada con ensa?amiento y estrangulada. Su cuerpo hallado en un canal. La polic¨ªa de Motala, la localidad m¨¢s pr¨®xima, no logra saber nada, y el subinspector Beck y sus compa?eros Kollberg y Melander son enviados desde Estocolmo, aunque tampoco consiguen resolver el caso. Tardar¨¢n seis meses en averiguar qu¨¦ sucedi¨®: el espantoso encuentro entre una mujer partidaria del amor libre y un puritano enloquecido. La novela est¨¢ llena de gui?os. Por ejemplo, en el tercer p¨¢rrafo aparece un turista vietnamita. "?Un turista vietnamita en Suecia en 1965! Ni pensarlo. ?Era obligatorio estar en contra de la guerra de Vietnam!".
Martin Beck ingres¨® en la polic¨ªa en los a?os cuarenta, cuando ten¨ªa 21. Se pas¨® seis patrullando como agente. Luego se inscribi¨® en un curso para ser subinspector y qued¨® entre los mejores de su promoci¨®n. Es tozudo y no se exalta f¨¢cilmente. Es muy nervioso. Desde 1950 est¨¢ casado con Inga, pero su matrimonio no funciona. Tienen dos hijos. Fuma demasiado, come muy poco, se resfr¨ªa a menudo, tiene constantes dolores de est¨®mago y duerme mal. Es tan cotidiano y normal como Wallander, antih¨¦roes.
Pero entre sus generaciones hay una gran diferencia. Beck y sus colegas estaban convencidos de que el mundo podr¨ªa cambiar. Para Wallander, el panorama es mucho m¨¢s sombr¨ªo.
"Despu¨¦s de la II Guerra Mundial, de Hiroshima, ten¨ªamos la esperanza de un mundo mejor. Ahora ya no queda lugar para la esperanza. Per y yo vivimos el gran impulso del Estado de bienestar en los cincuenta, pero ya en los sesenta se empez¨® a resquebrajar, y esto es lo que quisimos contar en nuestras novelas. Suecia sigue siendo un pa¨ªs fant¨¢stico, mod¨¦lico, limpio, de grandes bosques, de buena y abundante agua..., pero hay que llevar a los ni?os a escuelas privadas porque las p¨²blicas no funcionan. Suecia se est¨¢ vendiendo a las multinacionales y los pol¨ªticos ya no tienen ning¨²n poder de decisi¨®n".
Per Wahl?? muri¨® poco antes de la aparici¨®n de la ¨²ltima novela de la serie, The terrorists, en 1975. "Y tres meses antes de la muerte de Franco. Fue una pena. En los cincuenta estuvo en Espa?a para escribir unos art¨ªculos. Las autoridades franquistas lo expulsaron".
Sj?wall volvi¨® a su trabajo de traductora tras la muerte de su marido. Traduce del dan¨¦s, del noruego, del alem¨¢n y del ingl¨¦s al sueco. Tiene un gran prestigio. Los libros de Martin Beck han sido traducidos a m¨¢s de 30 idiomas y de cada uno de ellos se ha vendido m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares.
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