La renuncia del 'zar' antiterrorista de la UE agrava la crisis por los vuelos de la CIA
La Euroc¨¢mara critica las respuestas del holand¨¦s Gijs de Vries a la comisi¨®n de investigaci¨®n
Gijs de Vries, el zar antiterrorista de la UE, ha renunciado a su puesto. Oficialmente se marcha "por motivos personales", pero el momento no puede ser m¨¢s inoportuno. A este liberal holand¨¦s le llueven las cr¨ªticas tras su comparecencia ante la comisi¨®n del Parlamento Europeo que investiga los vuelos de la CIA, que este mi¨¦rcoles vota su informe final. De Vries asegur¨® entonces que a¨²n "no hay pruebas concluyentes" de que una nube de aviones del espionaje estadounidense sobrevolaran y se posaran en Europa con secuestrados a bordo, y fue incapaz de aportar ninguna informaci¨®n relevante sobre qu¨¦ sab¨ªan los Gobiernos europeos.
Fuentes diplom¨¢ticas aseguran que su marcha, adem¨¢s de los motivos personales, tiene que ver con la reticencia de algunos Estados miembros a asumir sus responsabilidades en el tema de los vuelos de la CIA.
El informe de la Euroc¨¢mara que ser¨¢ sometido a votaci¨®n el mi¨¦rcoles en Estrasburgo pide que se cuestione "el contenido real del puesto" que ocupa Gijs de Vries, "quien fue incapaz de dar respuestas satisfactorias" a las preguntas de la comisi¨®n de investigaci¨®n de la Euroc¨¢mara. Los eurodiputados piden tambi¨¦n "que se revisen y se refuercen sus competencias y sus poderes". En aquella comparecencia, en mayo de 2006, Gijs de Vries se dedic¨® a esquivar las preguntas de los europarlamentarios y aleg¨® que controlar los servicios secretos de los Estados miembros no es competencia de la Uni¨®n Europea. "?l no puede ir m¨¢s lejos que los Estados. Si no le dan informaci¨®n y competencias, ¨¦l no puede hacer nada", le defienden desde las filas del Consejo Europeo.
Los ministros de Justicia e Interior de la UE anunciaron a bombo y platillo la creaci¨®n del cargo de Mister Terrorismo en marzo de 2004. La idea era que esa persona coordinara y facilitara el intercambio de datos de los servicios de espionaje europeos, una especie de germen de CIA de la Uni¨®n. De Vries se ha encargado m¨¢s bien de la coordinaci¨®n de las polic¨ªas europeas y de asegurarse que se cumplen los planes que acuerdan los Veintisiete en materia antiterrorista.
Diversas fuentes comunitarias sostienen que De Vries era un ministro sin cartera, o al menos con una excesivamente ligera. Que bajo el gran r¨®tulo de coordinador antiterrorista apenas ten¨ªa acceso a informaci¨®n relevante. Poco tiene que ver su cargo con el del zar antiterrorista estadounidense, repleto de poderes ejecutivos. "All¨ª, el coordinador antiterrorista da las ¨®rdenes; aqu¨ª, son los Estados miembros los que dan las instrucciones. Los ministros del Interior son sus jefes y si ellos no reconocen que ha habido, por ejemplo, c¨¢rceles secretas en su territorio ?c¨®mo lo iba hacer De Vries?", explican las mismas fuentes.
El que fuera secretario de Estado holand¨¦s asumi¨® el cargo poco despu¨¦s de los atentados del 11-M en Madrid. Han sido casi tres a?os de importantes diferencias transatl¨¢nticas en materia antiterrorista. Casi tres a?os en los que poco a poco han salido a flote las actividades il¨ªcitas que el espionaje estadounidense ha perpetrado en suelo europeo en nombre de "la guerra contra el terror" declarada tras el 11-S. De Vries, como el resto de sus colegas europeos, apenas ha levantado la voz para afearle la conducta al aliado estadounidense y ha aludido a las conversaciones que expertos jur¨ªdicos de ambos lados del Atl¨¢ntico mantienen para limar las diferencias y determinar cu¨¢les son los l¨ªmites de la guerra sin cuartel que Washington y sus aliados libran contra Al Qaeda. En esas conversaciones ha quedado de manifiesto las distintas varas de medir los derechos humanos y la legalidad internacional que emplean Europa y Estados Unidos, seg¨²n consta en los documentos del Consejo Europeo.
Mientras EE UU defiende la necesidad de tener las manos libres para secuestrar a sospechosos de terrorismo en cualquier lugar del planeta para trasladarlos despu¨¦s a prisiones clandestinas donde ser¨¢n interrogados, sin que medie la justicia, Europa se aferra a los procesos de extradici¨®n y a pilares del sistema jur¨ªdico como la presunci¨®n de inocencia.
De Vries depende directamente de Javier Solana, el jefe de la diplomacia europea, que ahora deber¨¢ afrontar en solitario la marea de cr¨ªticas al Consejo Europeo por su falta de colaboraci¨®n en la investigaci¨®n de los vuelos de la CIA. El mandato de De Vries expira el pr¨®ximo mes de marzo.
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