Museos en perpetuo zafarrancho

El interior del Museo Municipal experimenta en su s¨®tano y plantas nobles obras de gran envergadura, habida cuenta de que se trata de un edificio muy castigado en actuaciones anteriores a las que, con ¨¦stas, se asegura que se pondr¨¢ fin duradero.

Lo m¨¢s rese?able de la reciente empresa, a la que a¨²n quedan importantes etapas para verse culminada, es que ha permitido mantener abierto el museo, con una exposici¨®n denominada Madridziudad, que retuvo vivo el centelleante rescoldo patrimonial y ornamental de la casa. Un Goya dedicado a Madrid, dos cenotafios de Beatriz Galindo, La Latina, y el de su esposo, Ram¨ªrez de Madrid, artillero, y un magno Lucas Jord¨¢n, han quedado expuestos al p¨²blico desde que se iniciaran las obras, un lustro hace.

Pero la pieza que quiz¨¢ m¨¢s singulariza al museo, la maqueta de Le¨®n Gil de Palacio, sigue gozando de la atracci¨®n de miles de miradas, por ser el documento m¨¢s patente del Madrid que fue y ya no es. No lejos del Municipal, otro de los mejores museos, el Rom¨¢ntico, aguarda la culminaci¨®n de una reforma que lo mantiene cerrado ya en demas¨ªa.