?Objeto o sujeto?

"En un mundo que adopta la moda como principio, se multiplican los est¨ªmulos, pero tambi¨¦n aumenta el tedio; se prodiga tanta liberaci¨®n como esclavitud; se nos ofrece m¨¢s individualidad, pero tambi¨¦n m¨¢s impersonalidad abstracta", escribe Lars Svendsen en Filosof¨ªa del tedio (Tusquets). ?La pasarela es un muestrario o una reflexi¨®n con prendas de por medio? David Delf¨ªn se apunt¨® a esto ¨²ltimo y sac¨® a desfilar m¨¢s de una veintena de preguntas con sus dise?os. El botellero de Marcel Duchamp se apilaba junto a las cajas que emulaban en el centro de la pasarela una improvisada mudanza, la misma que estaba detr¨¢s de la idea de su nueva colecci¨®n. Las modelos, envueltas en mantas cameras, hechas ponchos o chaquetones y atadas con cuerda, anunciaron el ambiente on¨ªrico que estaba por llegar. ?Sosten¨ªan los muebles o eran ellas quienes se cosificaban? En el puzzle de Delf¨ªn encajaban una falda con un pantal¨®n pegado, cuellos de chaqueta convencional que crec¨ªan hasta convertirse en capuchas, trajes armados, variaciones sobre el interminable mundo de la cremallera, y diez maneras de reciclar la cl¨¢sica gabardina en forma de traje largo o de levita.

Amaya Arzuaga jug¨® al cambio de papeles, o m¨¢s exactamente de melenas, al coser a sus trajes de lana plastificada largas mechas de lana y de pelo de caballo. La trasposici¨®n de pelo fue el motivo recurrente de toda la colecci¨®n. De vuelta a la pasarela cl¨¢sica, Miguel Palacio habl¨® con ropa. A?adi¨® bolsillos a las faldas tubo y fij¨® la manga para el pr¨®ximo invierno como corta y levemente afarolada en chaquetas, trajes y chalecos largos. Hizo un gui?o al XIX con las pecheras y canes¨²s de pasamaner¨ªa negra aplicados a sus minivestidos sueltos, a sus blusas y abrigos. M¨¢s pecheras, esta vez hechas con brillantes pailletes, daban el toque glamouroso y nocturno. Otras sugerencias: et¨¦reas gasas estampadas para vestidos largos y lana de piqu¨¦ en tono gris perla y de nuevo el mestizaje de telas en una misma prenda. El patchwork textil ya no es cosa de las mantas de la abuela, ha conquistado la pasarela.

Los abrigos de Jes¨²s del Pozo tambi¨¦n se apuntaban a la mezcla: cuerpo en impermeable, mangas en lana. El dise?ador recre¨® un paisaje de hadas. Las sac¨® a pasear envueltas en punto sobre un suelo cubierto de falsa nieve. La falda pantal¨®n recta y larga fue una de las prendas protagonistas. Tambi¨¦n lo fueron los sombreros de ala ancha, con un cierto toque mosquetero que mutaba al grunge al combinarse con jers¨¦is superpuestos y faldas brillantes y abullonadas. Lydia Delgado transform¨® los abrigos en chalecos y apost¨® fuerte por el negro que cobraba fuerza con sombreros de se?orita del Sur atados con cinta de raso bajo la barbilla. Cerr¨® el d¨ªa Victorio & Lucchino. Mucho rojo y gasa para el d¨ªa de San Valent¨ªn en una colecci¨®n titulada Couture y ol¨¦. "Lo que presentamos es lo mismo que vendemos", explicaba uno de los miembros de su equipo. El n¨²mero deja poco margen al sue?o.