Putin se excede
El presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, lleva ya cierto tiempo utilizando una ret¨®rica frente a Europa y Estados Unidos que se apoya m¨¢s en la amenaza que en la coordinaci¨®n de intereses. El auditorio qued¨® sorprendido en la Conferencia de Seguridad de M¨²nich el pasado fin de semana con su discurso agresivo y destemplado, aunque nadie pens¨®, ni siquiera el propio Putin ni desde luego el jefe del Pent¨¢gono, Robert Gates, en una nueva guerra fr¨ªa. Muchos representantes de pa¨ªses europeos comparten el disgusto con la pol¨ªtica unilateral y la visi¨®n unipolar de la Administraci¨®n americana de los ¨²ltimos a?os. Pero este gesto de Putin puede haber sido contraproducente. En algo s¨ª tiene raz¨®n: al alertar que el despliegue de un escudo antimisiles americano en Europa rompe los equilibrios. De hecho, ayer Rusia amenaz¨® con denunciar el Tratado que elimin¨® los misiles de alcance medio en 1987 -los famosos euromisiles- si EE UU segu¨ªa adelante con estos planes, y Polonia se declar¨® dispuesta a acoger las instalaciones americanas, pero s¨®lo bajo condiciones no explicitadas.
La buena prensa y las amistades personales que el jefe del Kremlin se ha granjeado en a?os previos, en Washington y Europa Occidental, se deben al tono conciliador y amistoso que utilizaba y a su fiabilidad tras los ¨²ltimos a?os de su antecesor, Bor¨ªs Yeltsin. Sin embargo, ese tono se ha olvidado ahora despu¨¦s de sus excesos manifiestos con la persecuci¨®n de la oposici¨®n en Rusia
-"?por qu¨¦ se mueren los adversarios de Putin?", preguntaba reciente y nada inocentemente la revista The New Yorker- y la generalizaci¨®n de la represi¨®n antiterrorista convertida en violencia implacable contra pueblos enteros en el C¨¢ucaso.
Putin quiere a la vez recuperar la grandeza perdida de Rusia, esta vez con el arma del gas y del petr¨®leo como sustituto de los vectores nucleares, y asegurar un f¨¦rreo control interno sobre la sociedad. Ambos son incompatibles con la democracia, como lo es el que el actual presidente sea quien est¨¦ decidiendo qui¨¦n tendr¨¢ m¨¢s posibilidades para sucederle en las elecciones de 2008, al igualar en categor¨ªa en el Gobierno a sus dos delfines, Dmitri Medv¨¦dev y Sergu¨¦i Ivanov. Demasiada ingenier¨ªa pol¨ªtica.
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