?Abrupto?
Cuando hablamos de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria nos estamos refiriendo a ni?os/adolescentes de entre 12 y 16 a?os. Los mismos que de acuerdo con los estudios sociol¨®gicos ya han empezado, en nuestra sociedad, a salir por las noches los fines de semana; ya han tenido alg¨²n contacto o roce con el alcohol o los porros. Que gozan de bastante autonom¨ªa de expresi¨®n y de acci¨®n. Que disfrutan mayormente de tel¨¦fono m¨®vil, de acceso a Internet, y de cierta barra libre en materia de videojuegos y de televisi¨®n. Lo que equivale a decir que ya han visto, si no de todo, s¨ª al menos un muestrario bastante surtido de comportamientos (in)humanos, de escenas intensas, de situaciones y de argumentos fuertes. Determinados contenidos han pasado, en no demasiados a?os, de considerarse para mayores a tener la categor¨ªa de tolerados para casi todos los p¨²blicos. Hoy anunciar que un determinado producto audiovisual es "no recomendado para menores de 12 o de 10 a?os" significa que es altamente agresivo; y el techo de protecci¨®n no se coloca, seg¨²n se aprecia, en la estratosfera de la edad sino casi a ras de suelo.
Cuando hablamos de la ESO en Euskadi hablamos tambi¨¦n de alumnos que llevan muchos a?os en contacto con la violencia real. De ni?os/adolescentes que, de cerca o de un poco m¨¢s lejos, se han topado con la kale borroka, con los s¨ªmbolos o lemas colonizadores del espacio com¨²n, con los mensajes amedrentadores, con las dianas y las amenazas pintadas en las paredes y sin borrar. Y son ni?os/adolescentes que no s¨®lo saben de la existencia de ETA y de sus v¨ªctimas, sino que llevan a?os viviendo, como los adultos, en el Asunto; y recibiendo, como los adultos, chorros de contra-mensajes, de tergiversaciones democr¨¢ticas y de confusionismos tan nocivos como el que pretende que los hunos son los otros o viceversa. Es a esos ni?os y no a otros a los que hay que "educar para la paz" seg¨²n la terminolog¨ªa adoptada por el Gobierno vasco.
Su director de Derechos Humanos, Jon Landa, present¨® el martes un anticipo del Plan vasco de Acci¨®n en materia de Educaci¨®n en Derechos Humanos y por la Paz (2007-2009), que el Gobierno tiene previsto aprobar a finales de a?o. Entre las medidas anunciadas est¨¢ la de incluir, en seis centros de ESO y de manera experimental, una unidad did¨¢ctica sobre las transgresiones de derechos humanos espec¨ªficas del Pa¨ªs vasco, con el fin de "promover la empat¨ªa con los colectivos como las v¨ªctimas del terrorismo que m¨¢s las han sufrido". En concreto se llevar¨¢n a esas aulas, durante los pr¨®ximos meses, testimonios escritos de v¨ªctimas del terrorismo. Se ha optado por el formato escrito, porque el Gobierno considera que la presencia f¨ªsica de las v¨ªctimas en las aulas y su testimonio directo, en primera persona, es demasiado "abrupto".
No me ha quedado claro abrupto para qui¨¦n o para qu¨¦. Si se pensaba en los alumnos, en las propias v¨ªctimas o en la idea que el Gobierno vasco tiene de c¨®mo son las cosas y, en consecuencia, de c¨®mo deben explicarse y analizarse. Personalmente no me convencen ni la opci¨®n escrita ni el t¨¦rmino. Entiendo, por las razones apuntadas al principio, que los ni?os/adolescentes de nuestros tiempos est¨¢n preparados para las experiencias fuertes; es m¨¢s, creo que la realidad s¨®lo puede ofrec¨¦rseles como una alternativa o una esperanza ciertas si se expresa de un modo directo, firme y rotundo, con una intensidad capaz de contrarrestar la de las ficciones de todo tipo que les condicionan y les invaden. Un texto tampoco parece el formato m¨¢s eficaz frente a unos j¨®venes infinitamente m¨¢s permeables a lo audiovisual. Pero, a mi juicio, lo m¨¢s criticable de la opci¨®n escrita es que refuerza la abstracci¨®n de las v¨ªctimas del terrorismo, no su concreci¨®n; su condici¨®n de objeto, no de sujeto de debate; que refrenda su ausencia en lugar de subrayar su presencia.
Las v¨ªctimas son nosotros y viven con nosotros, en las calles, las tiendas, las plazas, los patios de vecinos. Lo m¨¢s abrupto ha sido y es olvidarlo. Poner entre su experiencia y la de los dem¨¢s una lectura y una distancia.
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