Flamante Estatuto

Eran conscientes de que quien m¨¢s se jugaba en este envite era el PSOE. Por tanto, ahora deben asumir la mayor cuota de responsabilidad ante el fiasco de la participaci¨®n. Claro que si se hubiese producido el fen¨®meno contrario, si la participaci¨®n hubiera sido realmente considerable, los m¨¦ritos iban a ser para todos. Dicho esto no cabe m¨¢s autoflagelaci¨®n que considerar que los grandes proyectos pol¨ªticos como, por ejemplo, sucedi¨® con la Constituci¨®n europea, que ya est¨¢n asumidos y garantizados, no logran movilizar a la ciudadan¨ªa en el grado necesario. Lo dem¨¢s ser¨¢ jugar con ventaja, m¨¢xime cuando todos se comprometieron a no rentabilizar la abstenci¨®n que se produjera. Sin embargo, este compromiso qued¨® en papel mojado en la misma tarde de ayer a medida que se iban conociendo los primeros datos desalentadores. Todas las miradas se centraban en Manuel Chaves, el principal impulsor de esta reforma estatutaria que, a pesar de todo, es ya una realidad para los andaluces gracias al apoyo mayoritario que ha cosechado. En otras comunidades se lamentan todav¨ªa de que no hayan podido poner en marcha sus propias reformas, tal y como ocurre con Galicia.

As¨ª que lo mejor ser¨¢ aferrarse a esa esperanza que supone arrancar una etapa diferente, con un nuevo marco normativo que est¨¢ llamado a cumplirse cuanto antes. Ahora bien, puestos a pedir responsabilidades, est¨¢ claro que podr¨¢n hacerlo aquellos que tengan los deberes bien hechos. Y es que resulta de dif¨ªcil comprensi¨®n contemplar determinados lamentos por parte de aquellos que apenas hicieron nada para que saliera adelante el texto. Ese "s¨ª al Estatuto, pero no a Chaves" no dejaba de ser un mensaje equ¨ªvoco dirigido, descaradamente, a la desmovilizaci¨®n. A todo esto, habr¨¢ alcaldes que ahora descansar¨¢n m¨¢s tranquilos despu¨¦s de implicarse "a fondo" en la promoci¨®n del Estatuto en sus respectivos pueblos y ciudades. Los ha habido que ni siquiera se han molestado en convocar plenos en su favor. Como mucho, lo han empleado como plataforma para su promoci¨®n personal. Y en cuanto a la campa?a, ruido, lo que se dice, ruido, lo ha habido. A pesar de la coincidencia en el s¨ª, los socialistas reclamaban la participaci¨®n del electorado del PP. Sab¨ªan ya de la actitud abstencionista de este sector, de ah¨ª los llamamientos de Chaves y que a Javier Arenas le sonaron a toda una provocaci¨®n. Se trataba de un movimiento a la desesperada que, como se ha visto, no ha tenido efecto alguno. Con todo, el presidente andaluz participa hoy en la reuni¨®n de la ejecutiva federal de su partido en donde Jose Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero va a considerar al proceso estatutario andaluz como referente a la hora de definir el modelo auton¨®mico que propugnar¨¢n los socialistas a partir de ahora para todo el Estado. Queda, adem¨¢s el sabor amargo de comprobar c¨®mo, una vez m¨¢s, los sondeos fallan estrepitosamente. De todas formas, las expectativas se mantienen intactas, as¨ª como tambi¨¦n la certeza de que contamos ya con un flamante instrumento pol¨ªtico que nos compromete a todos lo suficiente como para que no desfallezcamos en el proyecto com¨²n de una Andaluc¨ªa m¨¢s prospera y justa.