Luis Garc¨ªa se merienda al Mallorca

Calderilla, lluvia, Jon¨¢s, Luis Garc¨ªa y la victoria neta pero ramplona del Espanyol completaban el saldo con el que parec¨ªa despachado el partido de Montju?c. Result¨® que no. Quedaba una ¨²ltima vuelta de rosca. El episodio fue rocambolesco. Se jugaba el periodo de descuento. Costa fusil¨® el 3-1. La grada se quit¨® de encima la angustia, al mismo tiempo que se qued¨® at¨®nita ante los gestos de un enloquecido Costa. Lo celebr¨® recorriendo medio campo, dedicando una r¨¢faga de cortes de manga a su propio p¨²blico. Hasta 25 se pudieron contar. El presidente del Espanyol no se dio por enterado. La afici¨®n clam¨® contra Costa. No se arm¨® la marimorena, probablemente porque no dio tiempo. El ¨¢rbitro decret¨® el final. Tamudo, el capit¨¢n, se fue directo hacia Costa. Se desconoce qu¨¦ le dijo. El brasile?o compareci¨® para dar su versi¨®n de lo sucedido. Lleva tatuados el nombre de su padre, de su madre y de sus hermanos en el brazo. Lo celebra as¨ª. Al menos, es lo que dice.

El episodio de Costa fue el tema estrella. L¨®gico, porque el partido, carcomido por un juego rampl¨®n, no dio para m¨¢s. El Mallorca not¨® de lo lindo las ausencias de Ibagaza y Arango. Se comport¨® como un equipo menor, acomplejado. A¨²n as¨ª, se pas¨® todo el tiempo busc¨¢ndole las cosquillas al Espanyol. Mayormente fue Jon¨¢s quien le llev¨® por la calle de la amargura. Perfor¨® el flanco derecho de la defensa, donde Chica las pas¨® canutas.

Valverde prescindi¨® de De la Pe?a. Considera que no ha recuperado todav¨ªa la forma despu¨¦s de una lesi¨®n. En su lugar situ¨® a Jonatas, un brasile?o al que todav¨ªa le faltan muchas horas de vuelo para mover la dinamo como acostumbra De la Pe?a. Entre eso y que Ballesteros y Nunes metieron en vereda a Tamudo, al Espanyol le cost¨® much¨ªsimo arrimarse al ¨¢rea y, todav¨ªa m¨¢s, descoser la defensa del Mallorca. De la rapidez de Coro surgieron los escasos s¨ªntomas de vida del Espanyol. La movilidad de Jankovic le dio al Mallorca cierta presencia en el ¨¢rea de Kameni. Carentes ambos equipos de juego de combinaci¨®n o de jugadores que rompieran, el gol no pod¨ªa llegar de otra forma que a bal¨®n parado. Lo consigui¨® Luis Garc¨ªa, tras una falta forzada, ?c¨®mo no?, por el batallador Tamudo.

El Mallorca, al que Maxi L¨®pez no aport¨® ninguna chispa,se percat¨® de que Jon¨¢s era el ¨²nico de sus hombres con capacidad para desequilibrar. En uno de sus centros, le dio hecho el empate a Jankovic. La entrada de Pandiani, Costa y Riera, robusteci¨® al Espanyol, que se hab¨ªa pasado un buen rato de mir¨®n. Luego se pas¨® otro buen trecho centrando balones sin ton ni son, buscando el cabezazo de Pandiani. Hasta que Riera recort¨® para adentro, centr¨® con la derecha y Luis Garc¨ªa acab¨® de merendarse al Mallorca. Luego, Costa rubric¨® el partido y la pol¨¦mica.