Todo est¨¢ en los archivos
Madrid cuenta con 240.000 registros p¨²blicos y privados que la convierten en una superpotencia documental
Es cierto pero no parece veros¨ªmil: Madrid posee casi un cuarto de mill¨®n de archivos. La mayor parte de ellos pertenece a oficinas, empresas e instituciones como colegios y organizaciones privadas. Adem¨¢s, cuenta con un deslumbrante ramillete de archivos p¨²blicos y hemerotecas, como la Municipal, que alberga la ¨²nica colecci¨®n completa de The New York Times. Esta condici¨®n confiere a Madrid el rango de superpotencia archiv¨ªstica. Sus buques-insignia son los que atesora la Biblioteca Nacional -con la copia del Cantar de M¨ªo Cid- en el paseo de Recoletos, 20; el Archivo Hist¨®rico Nacional, en la calle de Serrano, 113; el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, en la calle de Ram¨ªrez de Prado; y el de la Villa, que es municipal y se halla en el cuartel del Conde Duque.
Pasados 30 a?os se hace una criba de documentos: unos se conservan y otros son destruidos
Los archivos correspondientes a las Reales Academias, como la de la Historia, con c¨®dices del siglo XI y XII, m¨¢s documentos hol¨®grafos de los Reyes Cat¨®licos, en la calle del Le¨®n; el de Bellas Artes de San Fernando, en Alcal¨¢, 13, con dibujos de Leonardo da Vinci; o el del Palacio Real, que atesora toda la correspondencia regia, por citar tres ejemplos, son de una riqueza extraordinaria. En cuanto a los espec¨ªficos, el Archivo Hist¨®rico de Protocolos, en la calle de Alberto Bosch, 4, conserva toda la documentaci¨®n notarial emitida en Madrid desde 1504: cabe hallar en ¨¦l desde el certificado de limpieza de sangre del padre de Miguel de Cervantes, Rodrigo, hasta documentos de libertad de esclavos, como uno del a?o de 1672, por parte de su propietario, un caballero de la Orden de Santiago. A todos ellos hay que a?adir registros eclesi¨¢sticos, militares, nobiliarios, privados, o el fabuloso Archivo General de la Administraci¨®n, en Alcal¨¢ de Henares.
La memoria documental de Madrid depende de la Subdirecci¨®n General de Archivos, que supervisa el Archivo Regional, situado en la antigua f¨¢brica de cervezas El ?guila, repensada por los arquitectos Tu?¨®n y Mansilla. Este moderno archivo consta de tres grandes edificios interconectados de vidrio y ladrillo.
Sus dep¨®sitos contienen todos los documentos generados por las consejer¨ªas del Gobierno regional -hasta la fecha, 4.141.080- y toda la documentaci¨®n hist¨®rica del territorio, con un total de 5.419.869 expedientes. El documento m¨¢s veterano data del a?o 1300 y procede de Torrelaguna, la localidad norte?a de la provincia; versa sobre la prohibici¨®n, por parte del arzobispo de Toledo, se?or feudal de gran parte del territorio madrile?o, de la enajenaci¨®n de heredades a los no vasallos.
Los documentos atraviesan cuatro fases de archivo: oficina, centrales, intermedia e hist¨®rica. Los de oficina son aquellos que guardan la materia prima, los documentos surgidos del d¨ªa a d¨ªa. "En Madrid existen aproximadamente unas 240.000 entidades y empresas, y cada una de ellas suele contar con un archivo", afirma Nieves Sobrino, especialista del Archivo Regional.
Cuando la consulta de estos documentos deja de ser diaria y de tener una utilidad inmediata pasan a los archivos centrales, donde permanecen un tiempo m¨¢ximo de 10 a?os. "A medida que crece en edad, el documento va perdiendo utilidad administrativa, pero lo va ganando para el ciudadano, cruz¨¢ndose as¨ª el umbral del archivo intermedio, que se dilata hasta los 30 a?os", se?ala Sobrino.
En este momento del proceso es cuando sobreviene la acci¨®n crucial del expurgo, que decide qu¨¦ documentos deben pasar al archivo hist¨®rico y cu¨¢les no son dignos ya de ser conservados. Al tratarse ¨¦sta de una encrucijada muy compleja, que requiere optar, comisiones amplias fijan los criterios a seguir de acuerdo con las leyes. Los documentos no expurgados van a parar al archivo hist¨®rico, que alberga aquellos con m¨¢s de 30 a?os. Los dem¨¢s son destruidos.
En el Archivo Regional de Madrid, que asume las fases intermedia e hist¨®rica, simult¨¢neamente, las 94 personas de su plantilla realizan incesantemente tareas de recepci¨®n de documentos, de descripci¨®n para su normalizaci¨®n y su puesta al servicio -gratuito- del ciudadano. Hay salas de consulta -1.870 investigadores el pasado a?o- con 42 puestos, as¨ª como cabinas para la microfilmaci¨®n. Adem¨¢s, el Archivo Regional cuenta con dos colecciones fotogr¨¢ficas, del periodista Mart¨ªn Santos Yubero y del murciano Crist¨®bal Portillo, con 500.000 y 1.500.000 de negativos, respectivamente.
El mayor n¨²mero de demandas de documentos hist¨®ricos suele versar sobre la Inclusa. Son numeros¨ªsimas las concernientes al Instituto Municipal de la Vivienda (Ivima) y las que se refieren a instalaciones de calderas y ascensores de viviendas particulares para comunidades de vecinos. Es constante la exigencia de documentos sobre la Guerra Civil para acreditar grados militares, heridas de guerra o mutilaciones con miras a la recepci¨®n de pensiones. "Lo m¨¢s importante es que el ciudadano sepa que los documentos y la documentaci¨®n que aqu¨ª se guardan son precisamente para la ciudadan¨ªa, para su conocimiento, consulta, estudio y aprovechamiento gratuitos por los particulares", concluye Sobrino.
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