"No a las interpretaciones oportunistas "

1. Aunque no se compartan, hay que respetar la posici¨®n de todos los ciudadanos. Un respeto que pasa por no hacer interpretaciones oportunistas de un fen¨®meno necesariamente complejo como la abstenci¨®n, que no es, adem¨¢s, algo exclusivamente andaluz. Particularmente pienso que el consenso b¨¢sico entre las grandes formaciones pol¨ªticas, expresado en el respaldo pr¨¢cticamente un¨¢nime en el Parlamento andaluz y en las Cortes, han hecho que muchos ciudadanos den el Estatuto por aprobado, como as¨ª ha sido abrumadoramente, y no hayan sentido la necesidad de ir a votar. Sacar de ah¨ª que los ciudadanos que no han votado dan la espalda al Estatuto y que lo rechazan, es una lectura antidemocr¨¢tica, que no respeta las reglas del juego de un Estado de derecho. La victoria del s¨ª, en proporci¨®n de 9 a 1 sobre el no, es la que da toda la legitimidad al nuevo Estatuto.

2. El valor del s¨ª es la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto, que va a permitir desplegar sus enormes potencialidades en materia de nuevos derechos, inversiones, competencias, etc¨¦tera, para Andaluc¨ªa. Y a esa tarea se va a entregar el Gobierno andaluz de inmediato y los ciudadanos podr¨¢n comprobarlo en los pr¨®ximos d¨ªas, semanas y meses. Desde luego, asumo toda la responsabilidad por la iniciativa del Estatuto, incluyendo naturalmente el s¨ª incontestable en las urnas. Si alguien quiere desmarcarse ahora del Estatuto, volviendo a decir que no era necesario a pesar de que en otras comunidades como Valencia o Baleares s¨ª que lo han impulsado, y repitiendo aquello de "andaluz, ¨¦ste no era tu refer¨¦ndum", es su problema. Hago m¨ªo el s¨ª, porque lo he pedido responsablemente y pensando en lo mejor para Andaluc¨ªa, y hago m¨ªo el Estatuto porque es mi responsabilidad como gobernante y si es necesario lo pondremos en marcha en solitario.