El esc¨¢ndalo que vincula a paramilitares y pol¨ªticos desata una crisis en Colombia
La titular de Exteriores dimite y le sustituye un ex ministro que fue secuestrado por las FARC
El esc¨¢ndalo de la llamada parapol¨ªtica, la colaboraci¨®n entre paramilitares y pol¨ªticos colombianos por la que ya hay detenidos ocho congresistas aliados del presidente ?lvaro Uribe, le cost¨® ayer el puesto a la ministra de Exteriores, Mar¨ªa Consuelo Ara¨²jo. Dimite cuatro d¨ªas despu¨¦s de que su hermano, el senador ?lvaro Ara¨²jo, fuera encarcelado por recibir dinero de los paramilitares. El padre de la ministra est¨¢ siendo investigado por el mismo delito. La ministra ha sido sustituida en el cargo por Fernando Ara¨²jo (sin relaci¨®n familiar), el ex ministro que logr¨® huir hace mes y medio tras seis a?os secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Ara¨²jo renunci¨® despu¨¦s de que miembros del Congreso de Estados Unidos dejaran entrever que el esc¨¢ndalo pon¨ªa en peligro la aprobaci¨®n del tratado de libre comercio y la financiaci¨®n de la lucha contra la droga. "Me voy porque no estoy atada a ning¨²n cargo. (...) La certeza de la inocencia de mi padre y mi hermano me obliga a irme para tener la libertad de estar a su lado y apoyarlos como hija y como hermana", dice, y agrega que el proceso judicial contra sus familiares debe estar libre de interferencias. ?lvaro Ara¨²jo est¨¢ acusado de haber recibido financiaci¨®n de los paramilitares -dinero procedente del narcotr¨¢fico y la extorsi¨®n- y por complicidad con un secuestro.
El pasado 16 de noviembre, cuando apenas era un rumor que el senador ?lvaro Ara¨²jo iba a ser detenido por este esc¨¢ndalo que tiene en vilo a la clase pol¨ªtica -aparte del padre de Ara¨²jo, varios congresistas y ex funcionarios est¨¢n siendo investigados-, el hermano de la ministra, de 42 a?os, le dijo a Uribe: "Si vienen por m¨ª, vienen por la Conchi -apodo de la ex ministra- y por usted, presidente".
Uribe respald¨® a Mar¨ªa Consuelo hasta el ¨²ltimo momento. No estaba dispuesto a darle un triunfo a sus opositores que, en diciembre pasado, en un debate en el Congreso, ya hab¨ªan pedido la cabeza de la ministra. No s¨®lo los pol¨ªticos, en muchos art¨ªculos de opini¨®n de la prensa nacional se ped¨ªa la salida de Ara¨²jo "por el bien del pa¨ªs". Tras seis meses en el cargo, Conchi finalmente tir¨® la toalla.
No obstante, no fue la presi¨®n nacional la que forz¨® su salida, sino la internacional, espec¨ªficamente la de Estados Unidos. El Congreso estadounidense, bajo el control del Partido Dem¨®crata, debe decidir pronto la suerte del tratado de libre comercio recientemente firmado por los dos pa¨ªses y la continuidad del apoyo financiero para una nueva fase del llamado Plan Colombia, el programa de ayudas de Estados Unidos en la lucha contra el narcotr¨¢fico y el terrorismo. Colombia es el segundo pa¨ªs que recibe m¨¢s ayudas militares estadounidenses, despu¨¦s de Israel.
El peri¨®dico The Washington Post, en su edici¨®n del pasado s¨¢bado, advirti¨® del impacto negativo del esc¨¢ndalo de la parapol¨ªtica sobre la opini¨®n de los pol¨ªticos de Washington. El representante Sander Levin, presidente del comit¨¦ donde comenzar¨¢ el tr¨¢mite para la aprobaci¨®n del tratado de libre comercio, aseguraba que el acuerdo no pod¨ªa pasar en el Congreso "tal y como estaba redactado" y que el Plan Colombia estaba "m¨¢s que en entredicho por el esc¨¢ndalo de la infiltraci¨®n paramilitar" en la alianza gubernamental colombiana. "Yo he votado a favor del Plan Colombia en sus comienzos. Pero los nuevos acontecimientos pol¨ªticos son muy preocupantes", dijo.
En un art¨ªculo publicado ayer en el diario El Tiempo, se asegura que en Washington ya se ha bautizado al esc¨¢ndalo como Paragate. El art¨ªculo cita declaraciones del influyente senador dem¨®crata Patrick Leahy, que preside el subcomit¨¦ que autoriza los fondos para el Plan Colombia: "Esto confirma las preocupaciones que muchos han tenido por varios a?os, sobre que los paramilitares se han infiltrado en los estamentos econ¨®micos y pol¨ªticos colombianos. Deber¨ªamos tomarnos una pausa y ver con qui¨¦n estamos tratando".
La dimisi¨®n de la ministra tambi¨¦n se atribuye a la necesidad del Gobierno de enfriar el esc¨¢ndalo con vistas a la visita del presidente estadounidense, George W. Bush, a Colombia el pr¨®ximo 11 de marzo. Uribe es el principal aliado de Bush en una Am¨¦rica del Sur dominada por gobiernos de izquierda.
Mientras los congresistas acusados de v¨ªnculos con los paramilitares se acostumbran a su nueva vida en la c¨¢rcel de La Picota, otros legisladores tuvieron ayer que rendir cuentas ante la Corte Suprema de Justicia por haber firmado junto a los jefes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en 2001, un documento en el que se comprometen a "refundar una nueva naci¨®n". En medio de la crisis, y ante la certeza de que lo que ha salido a la luz hasta ahora es s¨®lo la punta del iceberg y de que muchos de los que ocupan hoy puestos p¨²blicos han sido respaldados financieramente por los paramilitares, han empezado a surgir propuestas para zanjar la crisis, como reducir el periodo del Congreso y convocar a elecciones en 2008; revocar de inmediato el legislativo y aprobar mecanismos para filtrar a los candidatos al poder legislativo.
Amenazas y asesinatos para obtener esca?os
Tres factores desencadenaron el esc¨¢ndalo del Paragate. El primero, un ordenador incautado a un lugarteniente de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, uno de los m¨¢s temidos jefes paramilitares y uno de los que mayor poder pol¨ªtico logr¨® en la costa del Caribe. El segundo, las explosivas declaraciones del ex jefe de inform¨¢tica del DAS -m¨¢ximo organismo del espionaje estatal- detenido hace m¨¢s de un a?o por borrar y modificar expedientes de narcotraficantes. El tercero es un estudio de c¨®mo se alter¨® el mapa electoral en los ¨²ltimos a?os por la presi¨®n paramilitar. A cuenta gotas est¨¢ saliendo a la luz hasta d¨®nde lleg¨® la infiltraci¨®n de estos grupos que sembraron el terror durante dos d¨¦cadas.
El esc¨¢ndalo comenz¨® con la captura, ordenada por la Corte Suprema de Justicia, de tres congresistas uribistas y que se ha convertido en una verdadera bola de nieve. El viernes fueron detenidos otros cinco congresistas, entre ellos el hermano de la ex ministra de Exteriores ahora dimitida.
Entre los que est¨¢n siendo investigados se encuentra Jorge Noguera, ex director del servicio secreto, nombrado por el presidente ?lvaro Uribe durante su primer mandato. La justicia lo acusa de haber filtrado informaci¨®n a los paramilitares. Falta que la Corte se dedique a hurgar en otras regiones del pa¨ªs; los acusados hasta ahora son de la costa del Caribe, pero muchos creen que hay implicados por lo menos 25 parlamentarios m¨¢s.
Las acusaciones que pesan sobre los pol¨ªticos van desde crear o apoyar estos grupos, desviar dineros p¨²blicos para financiar su m¨¢quina militar, hasta asesinatos y masacres y complicidad en secuestros, como ocurre en el caso del senador ?lvaro Ara¨²jo.
"Quien accede a la funci¨®n p¨²blica merced al poder corrupto o intimidante de la organizaci¨®n paramilitar, se convierte en miembro de ella y participa desde su particular posici¨®n en el desarrollo del proyecto criminal", dice la sentencia de 74 p¨¢ginas de la Corte que llev¨® a prisi¨®n a los ¨²ltimos cinco legisladores.
Los detenidos se beneficiaron de la estrategia electoral, ingeniada por Jorge 40, para obtener sus cargos. Mediante amenazas, asesinatos y secuestros, el jefe para logr¨® que en muchas poblaciones de la costa los votos fueran emitidos en favor de sus pol¨ªticos.
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