Calle de la conspiraci¨®n, esquina a enga?o
El abogado de dos procesados del 11-M cambia la foto de un temporizador para implicar a ETA
El sirio del traje verde y la corbata amarilla es un secundario de lujo. La fiscal pide para ¨¦l 12 a?os de prisi¨®n por realquilar su casa a algunos de los suicidas de Legan¨¦s. En medio de su declaraci¨®n, se le ponen los ojos de viejo verde al reconocer ante el juez que, a pesar de estar casado y ser padre de cuatro chiquillos, hizo un viaje a T¨¢nger "en busca del placer de las mujeres". Luego declara Fouad El Morabit, otro de sus inquilinos, el hijo listo de un notario de Nador que lleg¨® a Madrid para estudiar ingenier¨ªa y termin¨® alternando con lo peor de cada casa. Al juicio, en su largo y dif¨ªcil viaje hacia la verdad, le tocaba ayer transitar por personajes secundarios, conocer a los que conocieron a los peores. Pero, de nuevo, intereses extra?os intentaron que ese viaje desembocara en la calle de la conspiraci¨®n.
El de la corbata amarilla se llama Mouhannad Almallah Dabas, m¨¢s conocido por Abu Omar. La semana pasada asisti¨® al juicio desde detr¨¢s del cristal blindado, vestido de manera informal tirando a descuidada. Ayer, en cambio, apareci¨® con un terno oscuro reci¨¦n comprado. Para responder, cog¨ªa el micr¨®fono de medio lado, como un cantante, y conforme avanzaba el interrogatorio se iba gustando en la suerte. Cuando le llegaba una pregunta que no le agradaba, la rechazaba sin complejos: "Esa no la respondo, ?otra!". Abu Omar, cuyo negocio te¨®rico consist¨ªa en la reparaci¨®n de electrodom¨¦sticos a domicilio, bas¨® su defensa en reconocer algunas acusaciones -su amistad con un suicida, su simpat¨ªa por cierto grupo religioso, la posesi¨®n de v¨ªdeos sospechosos- para darles despu¨¦s pintura blanca de inocencia.
Atracar bancos
Cuando se le pregunt¨® si El Tunecino -uno de los suicidas de Legan¨¦s- le hab¨ªa dicho en alg¨²n momento que hab¨ªa que "dar un buen golpe, matar polic¨ªas", ¨¦l dijo que s¨ª, pero lo explic¨® de esta forma: "Fue el d¨ªa que se le estrope¨® la nevera. Yo le dije que hab¨ªa que sustituir el compresor y que se iba a tener que gastar 150 euros. El Tunecino me dijo entonces que no ten¨ªa dinero, que no iba a tener m¨¢s remedio que atracar bancos o joyer¨ªas, que matar a polic¨ªas". Cuando le preguntaron si ten¨ªa v¨ªdeos en su casa llamando a la guerra santa, dijo que no recordaba, pero que le gustaba tener de todo, "incluso v¨ªdeos porno, se?or¨ªa".
Tanto Abu Omar como su inquilino Fouad El Morabit -el hijo del notario de Nador- dieron la impresi¨®n de defenderse bien, cada uno a su estilo, achacando ambos al maldito azar una circunstancia innegable: durante los d¨ªas que rodearon al 11-M, ellos estuvieron muy cerca, demasiado cerca, de los que s¨ª dejaron sus huellas en los escenarios de la tragedia. Un juicio, y m¨¢s un juicio como este, es como un puzle de un mill¨®n de piezas del que no se conoce el modelo. Si a esto se a?ade que esas piezas hablan otro idioma y tienen nombres imposibles de memorizar a este lado del Estrecho, el juego se complica. De ah¨ª que jueces, fiscales y abogados exhiban una concentraci¨®n especial para atrapar, si salta, el hilo de la verdad. Una concentraci¨®n que ayer, de nuevo, salt¨® por los aires.
Ya en el segundo d¨ªa de juicio, la teor¨ªa de la conspiraci¨®n -seg¨²n la cual ETA y Al Qaeda se pusieron de acuerdo para terminar con el Gobierno del PP- penetr¨® en el juicio de la Casa de Campo a trav¨¦s de las preguntas de algunos abogados. No era la primera vez. Para mantener viva la teor¨ªa de la conspiraci¨®n, sus patrocinadores se hab¨ªan llegado a apoyar en circunstancias verdaderamente ex¨®ticas como que los terroristas de ETA y los islamistas utilizaban el mismo matacucarachas; la falsa presencia de una tarjeta del Grupo Mondrag¨®n en una furgoneta de los autores del 11-M; de supuestos testimonios -desmentidos por la investigaci¨®n- que implican a etarras y que no aparecen en ning¨²n documento oficial; de sustancias explosivas que no aclaran nada... Ayer, sin embargo, se produjo una vuelta m¨¢s de tuerca.
Jos¨¦ Luis Abascal, el abogado de Basel Ghalyoun y de Jamal Zougam, ambos acusados de ser autores de la matanza, cambi¨® en su escrito de defensa la fotograf¨ªa de uno de los temporizadores hallados en uno de los registros del 11-M -un temporizador normal, cuyo precio de mercado es de 18 euros- por otro incautado por la Guardia Civil en una operaci¨®n contra ETA y en el que se puede leer la inscripci¨®n "Segurtasun Temporizadorea (ST)". El abogado escribi¨® junto a la fotograf¨ªa: "Nadie m¨¢s que ETA usa estos temporizadores marcados con las siglas de ST". O lo que es lo mismo, si ese temporizador fue hallado en la casa de la calle Virgen del Coro -refugio de islamistas-, la conexi¨®n ya estaba clara... Salvo que ese temporizador no estaba all¨ª, ni la Guardia Civil registro aquella casa, sino que fueron agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.
Ayer, una vez m¨¢s, dio la impresi¨®n de que la calle de la conspiraci¨®n y la del enga?o juntan sus esquinas en el mismo barrio. Supuestamente, claro.
M?S CONSPIRACI?N
Un temporizador rectangular para implicar a ETAEl abogado de Jamal Zougam, acusado de 191 asesinatos, introdujo en un escrito de defensa la idea de que en casa de los islamistas se hall¨® un temporizador como los usados por ETA. Falso, era otro modelo.M¨¢s pistas sobre los suicidas de Legan¨¦sEl alba?il que trabaj¨® en la casa de Chinch¨®n donde se montaron las bombas del 11-M reconoci¨® en el juicio que por la finca pasaron seis suicidas de Legan¨¦s.El PP extiende las sospechasEl portavoz parlamentario del Partido Popular, Eduardo Zaplana, asegur¨® ayer que "las cosas no est¨¢n tan claras como dice la fiscal" del caso.
LA VISTA AL D?A
Declaran colaboradores de El ChinoLa vista oral se inicia hoy con el interrogatorio a Rachid Aglif, para el que la fiscal¨ªa pide 21 a?os por pertenencia a organizaci¨®n terrorista y suministro de explosivos.
EL NINGUNEO A LOS CEREBROS DEL 11-M
- Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, era sin duda "un radical, un extremista", pero tambi¨¦n ten¨ªa tendencias a decir "chorradas". Rabei Osman, Mohamed el Egipcio, en cambio, era "un fabulador" que se pasaba el d¨ªa "fantaseando", seg¨²n declararon ayer sus amigos en el juicio.- Fouad El Morabit, posiblemente el m¨¢s preparado de quienes han comparecido hasta ahora, descalific¨® los supuestos deseos de atentar de El Tunecino y ech¨® por tierra el contenido de las conversaciones intervenidas en Italia a El Egipcio. Sencillamente, ninguno de los dos ten¨ªa preparaci¨®n, sentenci¨® el acusado, estudiante de ingenier¨ªas, dominador de seis idiomas, hijo de un notario de Nador.- El Morabit admiti¨® que, a finales de diciembre de 2003, El Tunecino hab¨ªa hablado de hacer "algo fuerte" y que lo mejor que pod¨ªan hacer sus amigos era irse de Madrid. "Seg¨²n me consta, lo que dec¨ªa Serhane era una chorrada, no ten¨ªa fundamento".- Casi peor fue con El Egipcio, del que dijo que era un hombre sin preparaci¨®n, que sacaba "conclusiones precipitadas".- "Yo no s¨¦ en qu¨¦ circunstancias dijo eso Rabei", se?al¨® al ser repreguntado por las conversaciones de Italia. "Suponiendo que sea cierto, estaba fantaseando, presumiendo de importancia, no lo s¨¦, quiz¨¢s se estaba pavoneando", sentenci¨®. "Habla de un arma como de un secador de pelo, de preparar coches en la frontera entre Jordania e Irak para colocarlos en Irak... Por eso digo que habla mucho y que le gusta fantasear, es t¨ªpico suyo".
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