Le Pen carece de las 500 firmas de alcaldes necesarias para presentarse a las elecciones

A sus 78 a?os, Jean Marie Le Pen, el presidente del ultraderechista Frente Nacional (FN), se presenta una vez m¨¢s a la presidencia francesa. Lo intent¨® por primera vez en 1974. Hace cinco a?os dio la sorpresa y se col¨® en la segunda vuelta, en la que le vot¨® casi un 18% de los franceses. Si se impusiera la meritocracia, esta vez le tocar¨ªa llegar al palacio del El¨ªseo. Las encuestas le sit¨²an en torno al 15%, el doble de lo que le daban en 2002. Pero es posible que ni siquiera logre que su nombre figure en las papeletas, al carecer de las 500 firmas de alcaldes necesarias para presentarse.

El viejo luchador ha moderado su discurso, incluso ha suavizado su gestualidad, sus muecas amenazantes. Su hija Marine llama al voto de los franceses hijos de la inmigraci¨®n que no quieren que vengan m¨¢s inmigrantes. Le Pen podr¨ªa ampliar su base social. Buena parte de su discurso ha sido integrado por la derecha que representa Sarkozy. El racismo impl¨ªcito de algunas de sus propuestas ha sido banalizado, ya no asusta. Podr¨ªa dar la campanada, siempre que logre presentarse a la primera vuelta.

Para presentarse a la elecci¨®n, cada candidato debe conseguir que le apadrinen, antes del 16 de marzo, 500 alcaldes de, al menos 30 departamentos, y en ning¨²n caso puede haber m¨¢s de 50 de un solo departamento. Hasta 1974 tan s¨®lo hac¨ªan falta 100. El legislador quintuplic¨® la cifra para disuadir a quienes se aprovechaban de la ocasi¨®n para darse a conocer. Esto no impidi¨® que, hace cinco a?os, se batiera el r¨¦cord de aspirantes. En 2002 hubo 16 candidatos, por lo que el list¨®n ha vuelto a elevarse, aunque esta vez de una forma m¨¢s sutil.

Hasta ahora el Consejo Constitucional comprobaba la filiaci¨®n de los alcaldes que apadrinaban a los candidatos, pero aqu¨¦llos conservaban el anonimato. Ahora sus nombres se har¨¢n p¨²blicos. La derecha gubernamental tiene buena memoria, controla las subvenciones de los consejos regionales, las ayudas del Estado. Apoyar a Le Pen no ser¨¢ gratis.

El l¨ªder del Frente Nacional reconoce que tiene la "promesa de entre 460 y 500" alcaldes, pero las promesas se las lleva el viento y ¨¦l lo sabe. Ha hecho una "llamada solemne" a los alcaldes de Francia. Considera que ser¨ªa "escandaloso y da?ino para la democracia y la Rep¨²blica que no pueda ser candidato". La llave, sin embargo, la tiene Sarkozy. ?Lo prefiere dentro o fuera? ?Cree que se quedar¨¢ sus votantes si no consigue presentarse?

En la izquierda las cosas est¨¢n m¨¢s claras. La centrifugaci¨®n del voto entre varios candidatos trotskistas, verdes, comunistas y altermundialistas, entre otros, explica el fracaso del socialista Lionel Jospin en la primera vuelta de 2002 y la presencia de Le Pen en la segunda vuelta. Lo m¨¢s curioso es que muchos de estos candidatos consiguieron las firmas gracias a la benevolencia de los socialistas o a la escisi¨®n de personajes como Jean Pierre Chev¨¨nement, cuyo 5% en la primera vuelta acab¨® siendo decisivo.

Ahora el Partido Socialista no concede ni una sola firma, ha reintegrado a Chev¨¨nement y a otros sat¨¦lites y como resultado la mayor parte de los representantes de la extrema izquierda, excepci¨®n hecha de los comunistas, tiene graves problemas para reunir a 500 alcaldes.