Bruselas impone una multa r¨¦cord a fabricantes de ascensores

La Comisi¨®n Europea impuso ayer una multa r¨¦cord que ronda los mil millones de euros a un c¨¢rtel de fabricantes de ascensores, formado por las cuatro principales empresas del sector. Bruselas les acusa de ofertar sus productos a precios artificialmente caros, y por tanto de violar las leyes europeas de competencia. Las empresas que formaban el c¨¢rtel (ThyssenKrupp, Otis, Schindler y Kon¨¦) se pon¨ªan de acuerdo para repartirse el mercado en los distintos pa¨ªses coordinando las ofertas que presentaban a los concursos p¨²blicos.

Cuando hospitales, estaciones de trenes o centros comerciales de al menos cuatro pa¨ªses de la Uni¨®n Europea sacaban una obra a concurso, los fabricantes de ascensores pactaban los precios de las ofertas, normalmente muy superiores a los de mercado. El miembro del cartel que hab¨ªan acordado que ganara el concurso, presentaba una oferta algo m¨¢s barata, pero aun as¨ª, con un precio inflado artificialmente, sabedor de que su propuesta era la mejor.

Los directores de las empresas, y los responsables de los departamentos de clientes de las cuatro empresas manten¨ªan reuniones de forma regular. Para que los acuerdos permanecieran en secreto, los ejecutivos se reun¨ªan en bares y restaurantes, en zonas rurales e incluso viajaban a pa¨ªses extranjeros.

Los empresarios utilizaban para sus llamadas tarjetas de m¨®viles de prepago para no dejar rastro y burlar as¨ª los controles de las autoridades. Bruselas considera estas reuniones clandestinas una prueba de que las empresas eran conscientes de que actuaban de forma ilegal.

En 2004, la Comisi¨®n Europea inici¨® una serie de redadas o inspecciones secretas en las oficinas de las empresas del c¨¢rtel. Funcionarios europeos se presentaban por sorpresa en las dependencias de las compa?¨ªas y registraban documentos, ordenadores y todo aquello que pudiera servir como prueba. Las redadas aportaron pruebas de que las empresas funcionaban como cartel en B¨¦lgica, Alemania, Luxemburgo y Holanda. Adem¨¢s, Otis en Holanda y Kon¨¦ en B¨¦lgica y Luxemburgo confesaron y delataron a sus c¨®mplices a cambio de inmunidad.

"Es escandaloso que el coste de la construcci¨®n y el mantenimiento de edificios, incluidos hospitales, hayan sido inflados de manera artificial por el cartel", indic¨® ayer la comisaria europea de competencia, Neelie Kroes.

El propio edificio de la comisi¨®n europea est¨¢ dotado con ascensores adjudicados a empresas del c¨¢rtel. "El da?o que han causado estas empresas durar¨¢ muchos a?os, ya que cubre no s¨®lo el precio de venta, sino tambi¨¦n el de mantenimiento de los ascensores y las escaleras mec¨¢nicas", agreg¨®.

ThyssenKrupp, reincidente

La peor parte se la lleva la alemana ThyssenKrupp, cuya multa asciende a 480 millones de euros, ya que se trata de una empresa reincidente. Le sigue la estadounidense Otis, con 225 millones; la suiza Schindler, con 144 millones, y la finlandesa Kon¨¦ con 142.

El Ejecutivo comunitario sostiene que las empresas multadas acordaron precios, se repartieron la adjudicaci¨®n de contratos y compartieron tanto clientes como informaci¨®n confidencial entre los a?os 1995 y 2004.

Bruselas calcula que las consecuencias del c¨¢rtel perdurar¨¢n en el mercado entre 20 y 50 a?os, ya que normalmente, son las empresas instaladoras las que se encargan tambi¨¦n del mantenimiento.

El portavoz comunitario de competencia, Jonathan Todd explic¨® ayer que los afectados podr¨ªan renegociar los contratos de mantenimiento con las empresas multadas, de acuerdo con la legislaci¨®n de contrataci¨®n vigente en cada Estado Miembro y podr¨¢n, adem¨¢s, acudir a los tribunales y presentar como prueba de los da?os sufridos la multa comunitaria que establece que las empresas actuaron de manera ilegal.

La comisaria Kroes se ha propuesto poner en marcha una verdadera cruzada en contra de los c¨¢rteles, a los que ha sometido en los ¨²ltimos tiempos a multas millonarias. La ¨²ltima, contra una serie de empresas de ingenier¨ªa entre ellas, Siemens, super¨® los 700 millones de euros.