"Quiero revolucionar el acorde¨®n"
El finland¨¦s Kimmo Pohjonen ha cambiado la percepci¨®n del acorde¨®n. Este m¨²sico asombra al p¨²blico con el dominio del instrumento musical. Cuando Pohjonen act¨²a el acorde¨®n no se reduce al viejo instrumento de fuelle, tecla y bot¨®n de otras ¨¦pocas, sino que su sonido se desborda por m¨²ltiples matices y efectos. Pohjonen actu¨® el pasado martes en el Teatro Jos¨¦ Tamayo de Granada y el pasado mi¨¦rcoles en el Teatro Central de Sevilla.
Este acordeonista de vanguardia consigue crear sonidos ins¨®litos. Si uno cierra los ojos, no puede creer que hay un solo m¨²sico en el escenario. Pohjonen logra multiplicar los sonidos como si de un mago se tratara. Un micr¨®fono colgado en la nuca le permite cantar o emitir sonidos.
"Con la guitarra hay muchos estilos. Yo quiero hacer lo mismo con el acorde¨®n"
"Quiero revolucionar el acorde¨®n", afirma Pohjonen. "?sa es la idea principal de mi trabajo con el acorde¨®n. Toco el acorde¨®n desde que ten¨ªa 10 a?os y ahora tengo 32. Empec¨¦ tocando m¨²sica tradicional. Luego, toqu¨¦ m¨²sica cl¨¢sica. Pero quise algo nuevo para m¨ª, algo que me gustara. Emprend¨ª por ello la v¨ªa electr¨®nica para tocar el acorde¨®n. Para m¨ª, es m¨¢s f¨¢cil explorar y encontrar nuevos sonidos", afirma Pohjonen.
El m¨²sico finland¨¦s decidi¨® hace una d¨¦cada aprovechar las oportunidades que ofrec¨ªan los sistemas de procesamiento de sonido. Sus experimentos con efectos dise?ados fundamentalmente para guitarristas fueron de gran utilidad para su tarea. El m¨²sico finland¨¦s era un gran conocedor de la tradici¨®n del acorde¨®n. Y se lanz¨® a crear algo nuevo. La influencia m¨¢s importante en este terreno fue la del guitarrista y compositor Jarmo Saari. Pohjonen toc¨® con este m¨²sico en 1995 cuando su grupo ZetaBoo le invit¨® a ¨¦l y al violinista Arto J?rvel? a subir al escenario con ellos.
Pohjonen ha ofrecido conciertos en solitario en Francia, Alemania, Italia, Espa?a, Reino Unido, EE UU, Grecia, Rusia, Jap¨®n y Brasil. Su ¨¢lbum en solitario Kielo, de 1999, supuso su consolidaci¨®n.
El acorde¨®n es un instrumento asociado a las fiestas populares, a la buena gente que canta tras un banquete en una tarde de primavera. Es un instrumento visto como un s¨ªmbolo de lo folcl¨®rico y tradicional. "El acorde¨®n est¨¢ muy estrechamente asociado a la m¨²sica folk, a la m¨²sica popular. Yo quiero superar esta estrechez y abrir las posibilidades del acorde¨®n. Quiero dar una visi¨®n m¨¢s amplia del instrumento. Con la guitarra hay muchos estilos. Yo quiero hacer lo mismo con el acorde¨®n. Es curioso que no conozca a nadie con quien pueda hablar del acorde¨®n electr¨®nico. Es muy extra?o que el acorde¨®n s¨®lo est¨¦ asociado a la m¨²sica tradicional porque, para m¨ª, es muy natural trabajar con elementos electr¨®nicos", comenta Pohjonen. "Toco en festivales de rock, de m¨²sica contempor¨¢nea, de m¨²sica del mundo... Mi audiencia va desde ni?os a adultos. Pienso que hay un espacio para el tipo de m¨²sica que hago", asevera.
Pohjonen empez¨® a tocar el acorde¨®n a los 10 a?os. Seis a?os m¨¢s tarde entr¨® en la c¨¦lebre Academia Sibelius. A los 20 a?os not¨® que se hab¨ªa saturado del sonido de su instrumento. Y decidi¨® viajar a Tanzania para tomarse unas vacaciones y estudiar el mbira, un c¨¦lebre instrumento africano de percusi¨®n.
Tras regresar a Finlandia fue seducido por la m¨²sica de Astor Piazzolla y el tango argentino. Viaj¨® a Buenos Aires para aprender a tocar el bandone¨®n, el primo suramericano del acorde¨®n. Pero su plan no fue coronado con el ¨¦xito al comprender que todo lo que sab¨ªa del acorde¨®n ser¨ªa in¨²til al introducirse en el bandone¨®n. Volvi¨® con un bandone¨®n a casa pero confiesa que no lo toca nunca.
"Mi experiencia en Tanzania fue maravillosa. Tuve un maestro en un peque?o pueblo que ten¨ªa cuatro mujeres y 16 hijos. Era un gran m¨²sico que me ense?aba a tocar el mbira. Nunca me sent¨ª tan mal m¨²sico como cuando estuve all¨ª. No fue f¨¢cil, ya que su lenguaje musical es muy distinto del de Finlandia", evoca.
"Posteriormente, me fui a Argentina a aprender a tocar el bandone¨®n. Tras ver a estas personas tocar el mbira y el bandone¨®n de una forma tan bonita, me di cuenta de que ten¨ªa que encontrar mi propio camino para expresarme y de que en el acorde¨®n estaba ese camino. Cada uno de nosotros somos una persona ¨²nica. Es bueno ver tocar a otras personas, pero al final tienes que encontrar tu propia voz", concluye Pohjonen.
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