El nuevo t¨²nel no alivia el 'derby'

Unos chicos bajan la ventanilla del coche, sacan una bandera del Atl¨¦tico de Madrid y se ponen a cantar a gritos el himno. Son las ocho de la tarde, faltan dos horas para el derby. El coche est¨¢ atascado en la salida hacia el Vicente Calder¨®n del nuevo t¨²nel que soterra la M-30 junto al r¨ªo Manzanares. Bocinazos, gritos contra el alcalde y m¨¢s bocinazos. El subterr¨¢neo fue inaugurado la semana pasada, pero ayer pas¨® su gran prueba: el partido de f¨²tbol entre el Atl¨¦tico de Madrid y el Real Madrid en el estadio rojiblanco. "Prohibido ir a m¨¢s de 70 kil¨®metros por hora", anuncian los luminosos. No hace falta: todos los coches est¨¢n parados.

El subterr¨¢neo benefici¨® sobre todo a los que llegaron al Calder¨®n desde la carretera de Toledo. Los que fueron previsores y acudieron a la zona antes de las 19.00 -el partido empez¨® a las 22.00- no sufrieron las retenciones. El resto s¨ª: sobre todo en el carril de la salida a Marqu¨¦s de Vadillo-Pir¨¢mides y, una vez fuera, en los alrededores del estadio.

"En la salida al estadio tendr¨ªa que haber m¨¢s de un carril", se quej¨® un aficionado

Muchos seguidores optaron por llegar al estadio por otras v¨ªas alternativas

Muchos aficionados optaron por no aventurarse y condujeron hacia el estadio por los caminos que han tenido que aprenderse durante todo el tiempo que han durado las obras, casi dos a?os. Por ejemplo, callejeando por Madrid o circulando por la Avenida de Yeser¨ªas, que discurre paralela a la M-30. "He venido por Moncloa, Bail¨¦n y Puerta de Toledo. Y ponlo: he dejado el coche mal aparcado", cont¨® Alberto D¨ªaz. ?ste conoc¨ªa la existencia del nuevo t¨²nel, pero preferi¨® evitarlo. "Como era el primer d¨ªa me daba no s¨¦ qu¨¦", argument¨®. Otros intentaron coger el subterr¨¢neo, pero se perdieron en el intento. "Menudo l¨ªo que me hecho. Vengo de Conde de Casal y me he equivocado, he tenido que salir por Embajadores", cont¨® Juan Hortelano.

La obra mereci¨® alabanzas: "El t¨²nel est¨¢ muy guapo, con mucha luz", afirmaron varios miembros de una pe?a de Arganda. "Antes tard¨¢bamos una hora y media y hoy s¨®lo 40 minutos", cont¨® otro grupo de Pinto. "Est¨¢ de puta madre, es de lo mejor", afirmaron Edu y Miguel, de Vallecas. Pero tambi¨¦n hubo cr¨ªticas del tipo "la se?alizaci¨®n es mal¨ªsima" o "en la salida al estadio deber¨ªa de haber m¨¢s de un carril, porque se ha montado una...".

Despu¨¦s de llegar, toc¨® aparcar. El t¨²nel sale a la glorieta de Pir¨¢mides, pero ayer los coches no pudieron avanzar mucho m¨¢s porque en la calle de Alejandro Dumas, justo al lado del estadio, la Polic¨ªa Municipal desvi¨® el tr¨¢fico hacia la izquierda. As¨ª que los conductores se metieron por la ermita del Santo, donde hab¨ªa m¨¢s veh¨ªculos y nuevo atasco. Imposible aparcar. La mejor opci¨®n: el aparcamiento del tanatorio de San Isidro. "Si hay 500 coches, 450 son del partido", explicaron David y Laura, de Villanueva de la Ca?ada.

Los veh¨ªculos y las motos se amontonaban en las aceras. "Yo lo he dejado en la parada del autob¨²s", ?Y si se lo lleva la gr¨²a? "Que va, vengo todos los partidos y siempre lo dejo ah¨ª. Como mucho me ponen una multa", explic¨® Enrique Hortelano, un veintea?ero de Carabanchel.

Los m¨¢s despistados, los seguidores llegados de otros municipios. "Hemos venido en una furgoneta alquilada, que la hemos dejado... pues no me acuerdo ahora de la calle. Oye, ?pero d¨®nde hemos aparcado?", explic¨® Pedro Villaluenga, de Badajoz, con un grupo de ocho amigos que tampoco se acordaban d¨®nde hab¨ªan estacionado el veh¨ªculo.

Los conductores de autocares lo tuvieron mejor que en anteriores partidos, donde como muy cerca ten¨ªan que dejar el veh¨ªculo en el cementerio de San Isidro, a 20 minutos del estadio. La Agrupaci¨®n de Pe?as del Atl¨¦tico y el Ayuntamiento de Madrid llegaron la semana pasada a un acuerdo por el que se permite estacionar a los autobuses de pe?as en algunas calles m¨¢s pr¨®ximas al Calder¨®n.

Algunos, los menos, optaron por ir en transporte p¨²blico. Como un grupo de chicas de Toledo que dejaron el coche en Alcorc¨®n, luego cogieron el Cercan¨ªas hasta Aluche y desde all¨ª camino a Pir¨¢mides.

Y todo, para ver jugar a su equipo.