La integraci¨®n y los fraudes, puntos de discordia del decreto de escolarizaci¨®n

El decreto de escolarizaci¨®n redactado por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y el Consejo de Gobierno andaluz ha obtenido el apoyo de gran parte de la comunidad educativa. Sin embargo, a¨²n son muchas las opiniones que recelan de una normativa que deja huecos por resolver en ¨¢mbitos como los fraudes y la integraci¨®n social.

El decreto ampl¨ªa la puntuaci¨®n para facilitar que los hermanos permanezcan juntos en un centro (este criterio pasa de contar 3 a 6 puntos) y tambi¨¦n tiene en cuenta a las familias en situaci¨®n dif¨ªcil (dos puntos para las numerosas o monoparentales). A¨²n as¨ª, el criterio que m¨¢s valora la nueva norma es la proximidad al domicilio, que pasa de ocho a diez puntos en la baremaci¨®n.

Precisamente, es ¨¦ste tema el que hace desconfiar a algunos sectores del entorno educativo. Sobre este asunto ya comentaba la consejera de Educaci¨®n, C¨¢ndida Mart¨ªnez, que "es el Consistorio correspondiente quien debe certificar cada situaci¨®n" para evitar fraudes. A esto, responden ayuntamientos y afectados. "La consejera echa balones fuera. Esto entra dentro de sus competencias y los ayuntamientos podemos colaborar como ya venimos haciendo, pero no asumir un trabajo que no nos corresponde, porque ser¨ªa extralimitarnos en nuestras funciones", critica Diego Maldonado, concejal de Educaci¨®n del Ayuntamiento de M¨¢laga, informa Sergio Mellado.

"Se deber¨ªa obligar a los ayuntamientos a expedir certificados de convivencia o residencia en el domicilio, y no s¨®lo de empadronamiento. Para lo primero, se deber¨ªa hacer una comprobaci¨®n de que efectivamente la familia habita en la casa se?alada con el hijo, pero esto conllevar¨ªa un trabajo extra de por la polic¨ªa local que no todos los consistorios est¨¢n dispuestos a hacer. Quiz¨¢ la soluci¨®n ser¨ªa aportar en el centro escolar, adem¨¢s de esta certificaci¨®n, documentos que acrediten que se hace vida diaria en el domicilio aportado: recibos de la luz y el agua o pagos a la comunidad", comenta Jos¨¦ Adolfo Garc¨ªa, el presidente de la Asociaci¨®n de Inspectores de Educaci¨®n de Andaluc¨ªa (Adide).

Por primera vez, este a?o la gesti¨®n del proceso de admisi¨®n no la llevar¨¢ a cabo este colectivo, sino que ser¨¢n los directores de los centros, a trav¨¦s de las comisiones establecidas al efecto, los que se encarguen de este tema. "No podemos organizar los centros y, adem¨¢s, investigar", argumenta el portavoz de los inspectores.

Mariola Guerra es una de las madres que m¨¢s han sufrido los conflictos derivados de las estafas es pesimista con la nueva norma: "Este decreto no solucionar¨¢ los problemas de fraude. M¨¢s bien, al contrario: posiblemente aumenten", asegura. Muchos familiares aportan datos falsos para conseguir que sus hijos entren en el centro solicitado (vivienda o situaci¨®n econ¨®mica, entre otros) y esto afecta a otros alumnos cuyos padres s¨ª proceden con regularidad. Guerra y otra treintena de padres organizaron el a?o pasado una plataforma para conseguir que sus hijos entraran en el centro que por zona les correspond¨ªa: el colegio concertado de Los Padres Blancos, en Sevilla. La plataforma logr¨® destapar casi 400 fraudes en 2006.

"Hay gente que puede declara unos ingresos pero contar con propiedades que no cuentan en el baremo. Otros se empadronan en Sevilla y aportan el domicilio de los abuelos. Incluso, hay padres que, gracias al divorcio express, se separan y cuentan como familias monoparentales para despu¨¦s casarse de nuevo", denuncia esta mujer. En su opini¨®n, deben extremarse las medidas preventivas para lo que ser¨ªa necesario solicitar m¨¢s certificados.

Pilar Triguero, presidenta de la Confederaci¨®n de Padres andaluces (CODAPA), que ha participado en las aportaciones a la Junta para la creaci¨®n de la ley, es m¨¢s optimista: "El proceso est¨¢ cada vez m¨¢s normalizado, por eso, no creo que haya tantos fraudes este a?o", comenta.

Otro de los factores que preocupan a la comunidad educativa es la integraci¨®n de los alumnos inmigrantes. "Se reservan plazas para los sectores m¨¢s desfavorecidos pero el plazo no se mantiene durante todo el a?o, a pesar de muchos ni?os inmigrantes llegan de forma intermitente, en cualquier momento del curso", apunta Garc¨ªa. La soluci¨®n es integrarlos en los centros donde a¨²n quedan plazas, que suelen ser los menos solicitados. Patricio P¨¦rez, responsable pol¨ªtico de Educaci¨®n de la Federaci¨®n de Ense?anza de CCOO Andaluc¨ªa, cree que la norma "da las claves para que se produzca la integraci¨®n", pero que " ha tenido en cuenta a unos colectivos, como las familias numerosas, y no a otros, como los inmigrantes".