China
Hay una barriada en Cartagena (Murcia) que se llama Lo Campano. Es uno de esos lugares que nadie quiere pisar pero cuyo nombre todos conocen, un nombre que asusta y estremece, sin¨®nimo de la ciudad oscura y la vida infeliz. Unas 1.500 personas habitan en la zona, la mayor¨ªa en bloques de cuatro plantas que ya deb¨ªan de ser pobr¨ªsimos cuando se construyeron, hace d¨¦cadas, y que ahora muestran aqu¨ª y all¨¢ las feroces mordeduras de la ruina, con cristales rotos, colchones exang¨¹es saliendo por las ventanas, bolsas de basura tapando los vanos, puertas tapiadas. Es la miseria vertical, que resulta m¨¢s desoladora que la miseria horizontal de las chabolas. Coches calcinados ense?an sus tripas de mugre achicharrada, y el agua corre por las calles porque hay ca?er¨ªas generales que se han roto hace tiempo sin que las vengan a arreglar. Muchas viviendas bajas han sido demolidas y muestran el forjado y los cables al aire, porque cada dos por tres viene la polic¨ªa y derriba una casa (un supermercado de la droga) sin importarles la mutilaci¨®n urbana que provocan, los solares llenos de basuras, el aumento de la degradaci¨®n. El abandono social y el sufrimiento que la droga conlleva han herido a este barrio en el coraz¨®n.
Pero entre tanta oscuridad hay mucha luz. El a?o pasado, una profesora de adultos llamada Ana tuvo la idea de crear all¨ª una biblioteca, la Botica del Libro, o sea, la farmacia, porque Ana sabe bien que los libros curan; y junto con la presidenta de la asociaci¨®n de vecinos del barrio, otra Ana tan maravillosa y guerrera como ella, y con la ayuda de la Concejal¨ªa de la Juventud y de decenas de voluntarios, han montado un asombroso islote de esperanza. Los vecinos han pintado el local de colores alegres, han construido estanter¨ªas con materiales de desecho, han conseguido miles de libros para prestar. Adem¨¢s tienen trece ordenadores para que los j¨®venes estudien y una sala para ni?os con preciosos cuentos. Hay otra Botica en un barrio cercano de inmigrantes, pero ¨¦sta en Lo Campano es un milagro. Es la prueba de la heroica tenacidad del ser humano, de que el empe?o y el ensue?o de ser mejores nos hacen capaces de los logros m¨¢s lentos y dif¨ªciles. Para llegar a pie hasta la China remota basta con echar a andar y no pararse.
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