'Okupas' arrestados

Las calles del poblado de Navalquejigo, en el t¨¦rmino municipal de El Escorial, vuelven a estar vac¨ªas. Como hace 30 a?os, cuando sus habitantes lo abandonaron. E igual que se las encontr¨® un colectivo de j¨®venes hace dos lustros, cuando decidieron rehabilitar algunas casas y fijar all¨ª su residencia.

La Guardia Civil desaloj¨® ayer por la ma?ana al grupo de 15 okupas de las viviendas, cumpliendo una orden del Juzgado de Instrucci¨®n de Primera Instancia de El Escorial. Est¨¢n acusados de usurpaci¨®n. Los agentes trasladaron a 11 a las dependencias policiales, donde prestaron declaraci¨®n. Despu¨¦s pasaron a disposici¨®n judicial y fueron liberados tras m¨¢s de 10 horas.

"Fue todo muy r¨¢pido. Nos despertaron, nos pidieron los carn¨¦s y luego nos esposaron. Despu¨¦s nos trasladaron al cuartelillo en autob¨²s. All¨ª nos han tomado fotos y las huellas dactilares. Vamos, que estamos fichados, como criminales. Y de ah¨ª al juzgado. Luego nos han dejado ir, yo he salido a las 19.45". Es el resumen que hace Yurena de un d¨ªa que se convirti¨® en una pesadilla.

Todo empez¨® a las nueve y cuarto de la ma?ana, con golpes en las puertas de las viviendas. Laura, de 26 a?os, cuenta que estaba de visita. "Me levant¨¦, todav¨ªa dormida y me encontr¨¦ con varios guardias civiles", relata. El colectivo de okupas de Navalquejigo sab¨ªa que tendr¨ªa que marcharse de las casas en las que han vivido durante a?os esta semana. Pero nadie les hab¨ªa comunicado ni el d¨ªa, ni la hora.

Unos 20 agentes de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Municipal montaron un dispositivo alrededor del poblado. Nadie pod¨ªa entrar ni salir. El desalojo se produjo sin testigos. "No, no pueden entrar. Por seguridad. Cumplimos ¨®rdenes", dec¨ªan los agentes. Adem¨¢s, hab¨ªa preparadas m¨¢s unidades en los puestos cercanos por si la operaci¨®n se complicaba. No hizo falta. Los habitantes del pueblo hab¨ªan avisado de que no pondr¨ªan impedimentos, y cumplieron. "Nunca hemos tenido problemas con los habitantes de Navalquejigo", dice un portavoz de la Guardia Civil.

"Cuando yo sal¨ª ya estaban todos mis compa?eros en el furg¨®n", relata Mena, uno de los pocos no detenidos. "Nos dejaron meter los perros en furgonetas para trasladarlos a otro lugar. Lo que no pudimos sacar de las casas fueron todas nuestras pertenencias", cuenta. Ahora es imposible entrar en las viviendas. Las puertas est¨¢n precintadas. "Un agente nos ha dicho que en un par de d¨ªas, y acompa?ados por ellos, podremos pasar", agrega Mena. "Ya veremos".

Una vez puestos en libertad, los j¨®venes decidieron volver a la plaza del pueblo y dormir en las furgonetas. "Pero no tenemos sitio para todos. Realmente estamos en la calle", asegura Yurena.

Se enfrentan a un delito de usurpaci¨®n, tras la denuncia de un propietario del pueblo. Su abogado discrepa de esta visi¨®n de los hechos y asegura que "no han usurpado nada". "Ellos entraron en un lugar deshabitado, deber¨ªa ser un desahucio en precario", explica. El colectivo tambi¨¦n critica que la orden del juez se basa en un informe municipal de 2000 que dec¨ªa que las viviendas estaban en ruinas. "Eso no es cierto, antes s¨ª estaban llenas de escombros, con los tejados rotos, pero las hemos rehabilitado y ahora est¨¢n en perfectas condiciones para vivir", sostienen.