La Escola de Canteiros muestra sus obras en Madrid
La Fundaci¨®n Feima organiza la exposici¨®n 'Senda de Pedra' para divulgar fuera de Galicia la escultura en granito
Dibujar en piedra es un arte, aunque de cotidiano a los gallegos se les olvide. Pero en la Escola de Canteiros de Pontevedra lo tienen muy presente. Sus alumnos aprenden a deconstruir, esa palabra tan de moda, bloques de piedra que convierten en im¨¢genes. Y este trabajo, mezcla de artesano y artista, se puede admirar estos d¨ªas en Madrid gracias a una iniciativa de la Fundaci¨®n Feima.
La Fundaci¨®n Feima es una entidad privada que naci¨® para difundir el arte y la cultura gallega. Desde su sede de Madrid organizan constantemente exposiciones, conferencias, todo lo que est¨¢ a su alcance para llevar a la capital una peque?a parte de Galicia. Ahora han organizado la exposici¨®n Senda de pedra, que permanecer¨¢ abierta hasta el 31 de marzo. Han promovido antes muestras centradas en otras figuras punteras del arte gallego. Pero Senda de pedra no es una exposici¨®n m¨¢s, porque no se limita a ense?ar obras de arte, sino que tiene un importante objetivo divulgativo.
Una gran vaca de granito es la atracci¨®n estos d¨ªas en el Paseo de Recoletos
Desde la fundaci¨®n explican que su objetivo es dar a conocer la labor de la Escola de Canteiros, que ha comisariado la exposici¨®n. El escultor Enrique Velasco, profesor en la Escola, ha sido uno de los colaboradores m¨¢s importantes en este proyecto. El objetivo principal es reivindicar el oficio de cantero, en v¨ªas de extinci¨®n a pesar de su significado cultural en Galicia.
La Escola de Canteiros de Pontevedra se form¨® en 1979 a instancias del Ministerio de Cultura, aunque en 1996 la Diputaci¨®n Provincial de Pontevedra y varias conseller¨ªas de la Xunta se implicaron en el proyecto. Ubicada en San Salvador de Poio, se trata de un centro especializado en el trabajo en piedra, aunque su labor es todav¨ªa muy desconocida, sobre todo fuera de Galicia.
Senda de pedra ocupa toda la sede de Feima en la madrile?a calle Fernando el Santo. La exposici¨®n se ha repartido en dos espacios. En uno de ellos se muestran trabajos de los alumnos de la Escola de Canteiros, y en el otro exponen tres reconocidos escultores gallegos que se formaron en ella. Se trata de Jos¨¦ Manuel Castro, Francisco Pazos y Jorge Barreiro Xobaba. Para complementar la exposici¨®n una enorme vaca de granito, de 5.000 kilos de peso, se ha instalado en el Paseo de Recoletos como una singular Cow parade de los canteiros gallegos.
Las obras, contundentes, abarcan un enorme abanico de posibilidades est¨¦ticas, desde el clasicismo de las piezas de los alumnos hasta la investigaci¨®n art¨ªstica y t¨¦cnica de los escultores ya consagrados. No s¨®lo hay figuras h¨¢bilmente talladas, sino propuestas culturales que buscan aligerar la piedra, convertirla en parte de nuestro entorno. ?
El mejor ejemplo, las setas p¨¦treas de Xobaba, una experimentaci¨®n del arte de piedra que aspira a convertirlo en cotidiano. En el cat¨¢logo de piezas tiene tambi¨¦n gran importancia el imaginario animal, recogido en el espacio Depredaci¨®n. En ¨¦l pueden admirarse piezas como el ?guila de Iv¨¢n Capelo junto al Ni?o con tirapiedras de Paulo Gonz¨¢lez, frente a zorros, conejos o perros. Es toda una propuesta en piedra que recoge una tradici¨®n centenaria en Galicia, un oficio que poco a poco va desapareciendo aunque la Escola de Canteiros de Pontevedra intenta preservar para siempre.
La Escola naci¨® a finales de la d¨¦cada de los 70, y se convirti¨® desde ese momento en un eficaz proyecto de ense?anza que permiti¨® el resurgir del arte de la piedra en Galicia. En esta tierra se ha usado el granito como material de construcci¨®n y de expresi¨®n art¨ªstica desde la Prehistoria, pero la Escola ha permitido desarrollar su conocimiento, adem¨¢s de innovar en las t¨¦cnicas para trabajarlo. Es precisamente esto lo que se puede admirar en la Fundaci¨®n Feima desde hace unos d¨ªas, el dominio que las nuevas generaciones de canteros han alcanzado. El granito resulta espectacular cuando se trabaja, y la inmensa vaca que se ha colocado en el Paseo de Recoletos complementando la exposici¨®n se ha convertido, seg¨²n cuentan en la Fundaci¨®n, en todo un reclamo tur¨ªstico en pleno centro de la capital. Es normal encontrarse a gente haci¨¦ndose fotograf¨ªas con el coloso de piedra, que se ha adaptado con total normalidad a la vor¨¢gine de Madrid.
Esta vaca, recia a la vez que hermosa, es el mejor ejemplo de todo lo que el granito puede dar de s¨ª. Porque Galicia, cuarta exportadora mundial de este material, se ha construido entera casi a base de esta piedra. Los canteros de la Escola aprenden a dominar este material y apenas tienen contrincantes en el mundo, lo que explica que trabajen en buena parte del planeta, desde Estados Unidos a Suram¨¦rica, adem¨¢s de Europa.
Seg¨²n cuenta en el cat¨¢logo de Senda de pedra Xos¨¦ Ant¨®n Castro, miembro fundador de la Escola de Canteiros en 1978, esta muestra "tiene la virtud de sintetizar, en t¨¦rminos de filosof¨ªa, las opciones m¨¢s expl¨ªcitas que pueden explicar la existencia de la Escola, tanto como su necesidad".
Por eso hay trabajos de los artistas que salieron de las primeras promociones de la Escuela, como Jos¨¦ Manuel Castro, Francisco Pazos y Jobaba, junto a las creaciones de los alumnos m¨¢s j¨®venes. Pese a lo que cab¨ªa prever, el contraste es menor del esperado. Los consagrados no reh¨²yen la experimentaci¨®n sino todo lo contrario, ya que manejan conceptos que los reci¨¦n llegados tardar¨¢n aprehender.
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