El duelo del morbo

Kim Gevaert, una belga de 28 a?os, blanca y demasiado fina, en teor¨ªa, para ser una velocista, tendr¨ªa todo el derecho a ser considerada por sus propios m¨¦ritos la estrella de unos campeonatos hu¨¦rfanos de ellas -no est¨¢ la rusa Isinbayeva, no est¨¢ el sueco Olsson-, no en vano es la campeona de Europa de 100 y 200 metros al aire libre. Sin embargo, el papel estelar de la belga, una atleta que siempre en sus declaraciones se ha mostrado combativa contra el dopaje, contra sus colegas sospechosos de musculaturas gigantescas y anormales, se agiganta doblemente dado que el campeonato de Birmingham supone tambi¨¦n el regreso a la competici¨®n de Ekaterina Thanou, la velocista griega famosa por su escasa habilidad para escaparse de los controles antidopaje que por su punta de velocidad. Porque entre Gevaert y Thanou la historia personal se remonta a hace a?os.

Hace cinco a?os, reci¨¦n terminada la final de los 100 metros del Europeo de M¨²nich, Gevaert, quien deber¨ªa estar feliz por haber ganado la medalla de plata, declar¨® con cierta amargura: "No puedo evitar pensar que la medalla de oro me corresponde. No creo que Thanou vaya limpia. Est¨¢ siempre escondi¨¦ndose". La fama de Thanou, la capacidad que ten¨ªa para no competir apenas fuera de Grecia, el sexto sentido de que dispon¨ªa, que le permit¨ªa no estar nunca donde la buscaban los controladores antidopaje, ven¨ªa de lejos. En los Juegos de Sidney 2000, donde gan¨® la plata tras la entonces virginal Marion Jones, era el cotilleo de la villa ol¨ªmpica, los rumores sobre sus andanzas por misteriosas islas y rec¨®nditos campos de entrenamiento junto a Costas Kenteris, el otro milagro de la velocidad.

Griega. Y dos a?os despu¨¦s, los rumores se hicieron triste y esperp¨¦ntica realidad en las v¨ªsperas de los Juegos de Atenas de 2004, cuando Thanou y Kenteris fueron expulsados de la villa ol¨ªmpica por intentar huir de forma rocambolesca de un control sorpresa. Ambos fueron suspendidos por dos a?os. Cumplida la sanci¨®n, mientras Kenteris anuncia que reserva sus fuerzas para los Juegos de Pek¨ªn 2008, Thanou no lo ha dudado y regresa a un campeonato que ya ha ganado dos veces, en 1996 y 2000.

Y regresa sin remordimientos. "Durante la sanci¨®n no dej¨¦ de entrenarme", dijo el d¨ªa que gan¨® el campeonato griego de 60 metros. "S¨®lo pensaba en regresar. Y ahora s¨®lo pienso en entrenarme y competir". Se presenta en Birmingham con una discreta marca de 7,22s, la sexta europea, siete cent¨¦simas m¨¢s lenta que los 7,15s de Gevaert, segunda marca del a?o. Gevaert, que intenta que el pasado deje de afectarla estos d¨ªas. "Estoy contenta de que la cogieran y de que la castigaran", dijo recientemente. "Y, adem¨¢s, fue un castigo duro, sobre todo no poder competir en Atenas ante su gente, pero ahora no hay ninguna raz¨®n para que hable mal de ella. Ha pagado y ya tiene m¨¦rito ser capaz de volver. Competir¨¦ contra ella como si fuera otra rival e intentar¨¦ olvidar el pasado".

Aunque la final de los 60 femeninos se disputar¨¢ el domingo por la tarde, ambas atletas se ver¨¢n las caras ma?ana en las series y las semifinales. Frente a la falta de combatividad de Gevaert, el presidente de la federaci¨®n europea, el suizo Hansj?rg Wirz, hizo ayer un alegato sin citarla en contra de la participaci¨®n de Thanou. En opini¨®n de Wirz, una sanci¨®n de dos a?os es muy escasa para el da?o que los tramposos hacen al atletismo, y por ello adelant¨® que en la pr¨®xima reuni¨®n de la IAAF, en agosto, propondr¨¢ que ning¨²n atleta pueda participar en un gran campeonato los dos a?os siguientes a haber cumplido la sanci¨®n de dos a?os.