"Zapatero cede al chantaje y humilla a las v¨ªctimas"

El l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, ley¨® ayer una declaraci¨®n institucional y no permiti¨® preguntas. ?ngel Acebes, su n¨²mero dos, se?al¨® que el presidente del Gobierno "humilla a las v¨ªctimas". ?ste es el resumen de la declaraci¨®n de Rajoy.

- Zapatero, culpable. El presidente del Gobierno ha cedido al chantaje del asesino De Juana Chaos y de la banda terrorista ETA. Durante m¨¢s de 30 a?os, los espa?oles, y con Gobiernos de diverso tipo, hemos sabido resistir, a¨²n en los momentos m¨¢s duros, el chantaje permanente del terrorismo. Cabe recordar ahora la firme respuesta de la sociedad espa?ola, encabezada por el Gobierno de entonces, al chantaje que le plante¨® ETA con el secuestro de Miguel ?ngel Blanco. Pero hoy, por la debilidad del se?or Rodr¨ªguez Zapatero, ETA ha logrado doblegar al Gobierno de Espa?a. El presidente del Gobierno es el ¨²nico responsable de las graves consecuencias pol¨ªticas y morales de esta decisi¨®n.

"Zapatero es el ¨²nico responsable de las graves consecuencias pol¨ªticas y morales. ETA ha ganado por su debilidad"

"Jam¨¢s se ha cambiado la situaci¨®n de nadie por un chantaje como una huelga de hambre. Es un insulto a la inteligencia"

- Decisi¨®n pol¨ªtica. Se trata de una decisi¨®n pol¨ªtica a la que de ninguna manera estaba obligado. La situaci¨®n de De Juana Chaos no es la de un enfermo grave o terminal al que cabe aplicar una medida de clemencia, sino la de una persona que voluntariamente se somete a una huelga de hambre para chantajear al Estado de derecho.

- El PP no hizo nada parecido. "Denunciamos el argumento del Gobierno de que es una medida humanitaria similar a otras adoptadas durante otros Gobiernos, porque es rotundamente falso que jam¨¢s se haya cambiado la situaci¨®n penitenciaria de nadie por una medida de chantaje como es una huelga de hambre. Con este argumento, el Gobierno une a la ofensa a los sentimientos de las v¨ªctimas y de la inmensa mayor¨ªa de los espa?oles, un insulto a la inteligencia. Los pretextos que se han ofrecido son un intento in¨²til de justificar lo injustificable y no sirven m¨¢s que para a?adir sarcasmo a la ignominia. Es la arbitrariedad de un presidente d¨¦bil, que lleva dos a?os cediendo a los chantajes de ETA y sordo a la voluntad de los espa?oles.

- Desolaci¨®n de las v¨ªctimas. Hoy es un d¨ªa triste para muchos espa?oles por el ultraje, el enga?o, la desolaci¨®n de las v¨ªctimas, la verg¨¹enza que el Gobierno nos est¨¢ haciendo pasar y que ETA se sienta triunfante y se r¨ªa de todos nosotros. Espa?a est¨¢ triste, porque estamos ante un paso m¨¢s en una senda que no admite disimulo, que muestra a las claras cu¨¢les son las intenciones del se?or Rodr¨ªguez Zapatero: ceder al chantaje de los terroristas.

- Recuperar la dignidad de los espa?oles. ?sta no es la Espa?a que yo quiero. Quiero una Espa?a que no se rinda, no pierda su dignidad, no se humille ante el chantaje, no premie a los terroristas y no se burle de las v¨ªctimas. No acepto esta situaci¨®n, no quiero que los espa?oles se sientan derrotados, no quiero que cunda el des¨¢nimo. No nos vamos a conformar. Hago m¨ªo el compromiso de recuperar la dignidad de los espa?oles. Esta historia no termina aqu¨ª. Hoy se ha creado una deuda de justicia y tenemos que repararla. Voy a pedir a los espa?oles que nos ayuden a repararla antes de que la marea de indignidad inunde a Espa?a entera.

- Comparecencia de Zapatero. Exijo la inmediata comparecencia del presidente del Gobierno ante el Congreso de los Diputados para que explique las razones que le han llevado a adoptar esta medida y exigir su reconsideraci¨®n. El presidente del Gobierno no puede de ninguna manera esconderse.

- Aceptar un chantaje. Es la primera que vez que a un Estado, a una democracia, a la soberan¨ªa popular y al conjunto de los espa?oles se les hace aceptar un chantaje de una organizaci¨®n terrorista. Una naci¨®n con m¨¢s de 500 a?os de historia, democr¨¢tica, la octava potencia econ¨®mica del mundo, no se merece un Gobierno que acepte un chantaje de una organizaci¨®n terrorista y una humillaci¨®n de estas caracter¨ªsticas. Algunos no estamos dispuestos a permitirlo.