"Aqu¨ª todo el mundo es responsable"

Pedja Mijatovic encabez¨® la columna con aire preocupado. Por costumbre, tal vez porque prefiere ver el juego desde el fondo del campo, Helguera march¨® el ¨²ltimo en la larga comitiva de jugadores, directivos y t¨¦cnicos que fueron subiendo al avi¨®n que traslad¨® al Madrid desde Barajas a M¨²nich ayer por la ma?ana. En el mogoll¨®n iba Casillas, que cuando huele jaleo se anima. Esta tendencia suya al exhibicionismo en las grandes ocasiones le ayudar¨¢ a sobreponerse al estr¨¦pito que le espera hoy. Los defensas y el portero del Madrid cuentan con un gol de ventaja en la eliminatoria. Pero saben que su oficio, guardar la porter¨ªa, les valdr¨¢ de muy poco si el equipo no es capaz de marcar goles. "Si nos meten un gol, estamos eliminados", dice Casillas; "y, si renunciamos a ir arriba, lo pasaremos mal".

"Cualquiera puede fallar en un momento determinado. No soy perfecto. S¨®lo prometo hacerlo lo mejor posible"

"El partido se va a decidir en los primeros 20 minutos o en la primera media hora. Hay que jugar para ganar"

Casillas es Hamlet. El Hamlet de los porteros. "En M¨²nich nos jugamos el ser o no ser", dice. ?sa es la cuesti¨®n. Por s¨ª solo, el partido es capaz de dar sentido a una temporada entera o de quit¨¢rselo completamente. El escenario, el Allianz Arena, no es el palacio del rey de Dinamarca, pero tiene todos los elementos que se le pueden pedir a la escena de una tragedia.

"Va a ser un partido muy complicado", prosigue Casillas; "nosotros tendremos que controlar muy bien la situaci¨®n para pasar. Se va a decidir en los primeros 20 minutos o en la primera media hora. El Bayern va a salir a marcar un gol y nosotros tendremos que salir a marcar otro. No debemos recular ni esperar. Hay que buscar el partido. Hay que jugar para ganar".

Helguera es uno de los hombres m¨¢s expertos en materia de defensa en el campo alem¨¢n. Hoy, su misi¨®n, junto a Cannavaro -si ¨¦ste se recupera de sus dolencias-, ser¨¢ cubrir a Casillas para evitar que el Bayern marque. Hace una mueca de incredulidad. Mira el f¨²tbol como esos marineros curtidos a base de naufragios. Sabe lo que se trae entre manos este negocio y sabe lo que supone defender un resultado en M¨²nich. "Si nos encerramos, estamos muertos", dice. "Si pensamos en no recibir goles, no tendremos ninguna posibilidad. En el Bernab¨¦u, en la ida, cuando nos echamos atr¨¢s, sufrimos. Con el Bayern no te puedes meter en tu campo. Ni en Madrid ni en M¨²nich".

Helguera ha disputado nueve partidos con el Madrid frente al Bayern. Piensa en el p¨²blico b¨¢varo empujando a su equipo, en los balones bombeados, en el ¨ªmpetu del rival para pelear cuerpo a cuerpo y en sus llegadas desde la segunda l¨ªnea. El Bayern cuenta con una larga tradici¨®n de ¨¦xitos en este tipo de situaciones. La historia lo avala. Desde que se enfrentaron en la Copa de Europa en 1976, el Madrid y el Bayern han disputado ocho eliminatorias. De esas ocho visitas a M¨²nich, el Madrid no ha ganado ninguna. Tampoco ha podido cerrar el partido con su porter¨ªa intacta. Siempre ha recibido un gol. En total, 20 goles en ocho encuentros. Siete victorias para el cuadro alem¨¢n y un empate.

La estad¨ªstica no invita al optimismo. Casillas afronta el reto con buen humor. No le da demasiadas vueltas al partido. Sabe que el partido, desde el punto de vista de la defensa, no tendr¨¢ secretos t¨¢cticos. "No nos podemos descuidar", resume; "la posici¨®n de los defensas, sus deberes dentro del campo, son lo de menos. Aqu¨ª tenemos que concentrarnos los centrocampistas, los delanteros, los defensas, yo, el cuerpo t¨¦cnico... O nos metemos muy bien en el partido o... Nos jugamos el ser o no ser".

H¨¦roe tr¨¢gico por naturaleza, Casillas siempre interpret¨® bien los papeles imposibles. Desde Manchester en 2000 hasta Glasgow en 2002. Sus intervenciones en la Copa de Europa han tenido un efecto m¨¢gico sobre el equipo. En la ida detuvo un tiro a reventar de Pizarro, un disparo destinado a hundir al Madrid. Si el bal¨®n no entr¨® fue gracias a sus guantes. Pero ¨¦l prefiere quitarse hierro. "No me siento especialmente responsable por el hecho de no poder permitirme recibir ning¨²n gol", dice; "aqu¨ª todo el mundo es responsable. Soy consciente de que en la vida cualquier persona puede fallar en un momento dado. Yo lo ¨²nico que puedo hacer en este partido es llegar con la mejor concentraci¨®n posible. Pero no somos m¨¢quinas. No soy perfecto. S¨®lo puedo prometer que lo har¨¦ lo mejor posible".

El nuevo estadio del Bayern, el Allianz Arena, tiene preocupados a los jugadores. Casillas imagina que tendr¨¢ que jugar con una horda vociferante de 10.000 espectadores -el fondo que le toque- a s¨®lo cinco metros. "Si en el estadio Ol¨ªmpico, que ten¨ªa las gradas a 15 metros del campo, la gente creaba ambiente y se echaba encima del partido... Ahora me lo imagino mucho peor porque el campo est¨¢ pegado a la grada".

En la ida, un descuido en una falta lateral del Bayern precipit¨® el gol de Lucio. Ahora Casillas sostiene que lo fundamental ser¨¢ mantener la concentraci¨®n, para evitar este tipo de situaciones: "Este partido cambiar¨¢ con cualquier acci¨®n, aunque, a priori, parezcan jugadas que no son nada importantes. Tenemos que estar muy concentrados en todos los detalles, empezando por las jugadas a bal¨®n parado".